Llegaba el sábado, y con él el sábado noche. Había estado viendo el España-Grecia (partidazo, por cierto) por la tele, y no me apetecía quedarme en mi casa. Se me ocurren miles de planes mejores que quedarme en mi casa un sábado a la noche, así que llamé a Cosmo y quedé con él y las niñas, para salir de fiestilla.
Como se demoraban bastante, hice una previa incursión al Azzurro, donde estuve un par de minutos, hasta que descubrí con horror que mi camisa estaba más arrugada que una pasa, así que volví a casa a cambiarme.
Allí estuve un rato, haciendo unas risas, y charlando con la novia de un amigo, a la que no reconocí hasta media hora después de estar hablando con ella (soy mutonto), y de estar pensando "¿quién es esta chica y por qué sabe tanto sobre mí y mis amigos?"
Tras la parada técnica en el Azzurro, me despedí de la gente y me dirigí al Casco Viejo, donde había quedado con Cosmo y las niñas (no le iba a dejar todo el harén para él solo) y tras un frustrado intento de ir al Darkcold (nuestras supersticiones nos impedían ir de fiesta a un bar cerrado) nos fuimos al Azkena.
Ahí estuvimos pegando botes, bebiendo tragos y sacandonos fotos, y debatiendo sobre si estoy más guapo con o sin barba (algún día de éstos abriré una encuesta en el blog) pero la gente se marchó a las 4:30. una hora razonable, pero yo todavía tenía ganas de fiesta.
Pero bueno, coincidía que poco antes me había llamado mi compañero de trabajo Joseba (el de la derecha en la foto) y además me topé con Josu, otro opositor profesional, que actualmente trabaja en el ayuntamiento de Ermua, y al que conozco de varios exámenes.
Y claro, si juntas a 3 funcionarios borrachos en un bar a las 5 de la mañana, la sintonía es inmediata, así que ahí estuvimos de parranda, pegando botes, canturreando y compartiendo anédcdotas del trabajo y de las oposiciones.
Inexplicablemente, hoy me he despertado a las 12 y pico con una resaca de cojones.
Pues yo tampoco entiendo por que tuviste esa resaca, jajajajaja
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