Lo que sigue es un texto humorístico que escribí hace tiempo, así que no se me ofenda nadie, que esa no es la idea.
Supongo que todos habréis oido a lo largo de vuestras vodas hablar de lugares tales como Cuenca, Soria, Ávila, Zamora... Existe incluso una secta que afirma ufana aquello de "Teruel existe", que por respeto a las creencias ajenas no voy a entrar a valorar. Pero, pese al esfuerzo que hacen los medios de comunicación por demostrar lo contrario, estos lugares no existen, sólo aparecen en los mapas, son quimeras. ¿O acaso alguien ha estado alguna vez en Palencia? Lo mismo pasa con Ciudad Real (manda cojones el nombre) o Cuenca, puedes estar dando vueltas por la Mancha, que jamás las encontrarás.
Existe el caso verídico de un transportista de nombre F.J.D., que recibió un encargo de llevar una mercancía a Cuenca, y desapareció sin dejar rastro, como el Triángulo de las Bermudas. Más suerte tuvo H.F.G., que pudo contarlo, dice que dispuesto a ver Huesca, enfiló hacia Zaragoza, y desde allí tomó la carretera hacia Huesca (un camino de cabras). Yendo por la carretera, iban pasando los carteles, de Huesca 100, Huesca 80, Huesca 60, Huesca 40, Huesca 20, Huesca 5, y cuando en el Huesca 1 se sentía realizado, creyéndose capacitado para desvelar el enigma, contempló con horror un cartel que citaba "Huesca les desea feliz viaje", y no había nada, sólo carretera.
Entonces, ¿por qué esta manía institucional de crear la idea de que existen estos lugares, a los que se ha dotado de gentilicio, costumbres, monumentos, y en algunos flagrantes casos, equipo de fútbol? El Estado ha llegado a veces incluso al robo descarado de localidades, en 1927, el Gobierno Mexicano interpuso ante la ONU una demanda contra España por el robo de las ciudades de Guadalajara y Toledo.
Pues bien, relacionado con el derecho internacional está el quid de la questión. Existe una norma de Derecho Internacional, el Convenio 6723/66, que obliga a los países a disponer de un número mínimo de municipios para adquirir la personalidad jurídica y poder constituirse como nación. Y España, cuando quiso crearse como tal (todo lo de los reinos castellano-aragoneses y eso, es parte de la mentira) vio cómo no disponía del requisito de las poblaciones. Por ello, decidió inventarse una serie de capitales de provincia para poder entrar en la comunidad internacional.
Pero hasta la fecha, no se sabe de nadie que haya entrado en los lugares donde supuestamente están esas ciudades y haya vuelto con vida, todos los famosos que alegremente afirman ser conquenses, sorianos o palentinos, no son más que actores chantajeados, o en el mejor de los casos malpagados, por el Gobierno, que tomaría cualquier medida con tal de evitar que se descubriera el montaje.
Es posible que estas sean las últimas líneas que escribo, sé demasiado y ellos lo saben, creo que vendrán a por mí. Quien lea estas líneas, por su seguridad, destruya el documento para que no haya pruebas contra él, pero que transmita la verdad, entre todos podremos acabar con esa farsa.
Joder, pues yo sí he estado en Cuenca. Y bien bonito es. :D
ResponderEliminarAh, y en Huesca también he estado.
yo recuerod que de txiki en mi casa habia unas jarritas que rezaban "recuerdo de cuenca" y tenian una grafia de las famosas casas colgantes.
ResponderEliminartodo mentira
ResponderEliminares una conspiración judeo-masónica-comunista-homosexual para sangrar al contribuyente en obras para esas "ciudades"
Jokin, la gripe no es lo peor que has tenido esta semana.
ResponderEliminar¿Cómo se te ocurre publicar esto? Muchos lo sabemos, pero no hay que hacerlo público, ahora tendrás que esconderte en Lakua para siempre.
En EE.UU. hacen lo mismo. La franja central del país no existe realmente, es sólo un complot del Partiro Republicano para ganar las elecciones. Es más, Alhabama no existe, pero la crearon para poder complicar el ordenamiento jurídico y poder así explicar lo de Guantánamo.
Como dijo el bueno de Aitor, "no es paranoia si te persiguen"...