Capítulo XVIII: El pasado llama a la puerta
Este no es un capítulo al uso de mis memorias, ya que no narra nada sucedido durante mi periodo de picapleitos, pero dadas sus posibles connotaciones legales, me ha parecido correcto aplicarle esta etiqueta, ya que es un tema que dará que hablar, que puede acabar en juicio, y en fin, porque prefiero tomarmelo a cachondeo que amargarme al respecto.
Corría el año 2008 (este jueves, para ser exactos) cuando Baldrick y yo firmamos el contrato de alquiler del piso, y nada más firmar la comercial de la inmobiliaria nos comentó nosequé de una factura (será la factura del propio contrato de alquiler, pensé) pero el viernes me volvió a llamar por teléfono, y reiteró lo de la factura. Yo ya me empezaba a oler de qué iba la jugada y como prefería hablar el asunto cara a cara y además me pillaba en el curro y no me apetecía discutir por teléfono le dije que ya lo hablaríamos en otro momento.
De inmediato llamé al casero para preguntarle si los de la inmobiliaria les habían cobrado algo en concepto de gastos, y me dijo que no, de hecho me dijo "los de la inmobiliaria nos dijeron claramente que la comisión la pagaban los inquilinos". A-há, primera noticia que tengo de eso, puesto que en ningún momento antes nos habían dicho nada de que la comisión la tuviéramos que pagar nosotros, no de cuánto es la comisión. Al oir aquello el propio casero me dijo, "no seáis tontos y que no os tomen el pelo, y si hace falta rompemos el contrato que tenemos con papel de la inmobiliaria y lo redactamos en folios normales". Saber que el casero está de nuestro lado, siempre es un alivio.
Siguiendo con el tema, ayer a la mañana me volvió a llamar la de la inmobiliaria, a repetir lo de la factura, a lo que le pregunté "ya, ¿y de cuánto estamos hablando?", a lo que me respondió que 1.000 euros más IVA, con la consiguiente discusión, en la que le terminé colgando el teléfono y cuando me volvió a llamar le dije "o te callas y me escuchas o te vuelvo a cortar", y ahí ya le pude reprender su actitud, dado que el proceder de la inmobiliaria ha sido totalmente impresentable. si pretenden cobrar unos gastos y cobrarnoslos a nosotros, lo veo muy legítimo, pero lo que no pueden pretender es ir a lo zorro y al final del todo decir "ah, no comenté nada pero me tienes que dar 1.000 euros". Así no se hacen las cosas.
Yo entiendo que han hecho un trabajo, lo han hecho bien, y lo justo es que cobren, pero no que me anden con chapuzas y juego bajo. Así que si pretenden que les pague esa cantidad, que se pasen por el Juzgado de 1ª Instancia más próximo y que sea lo que tenga que ser.
Pero le van a tomar el pelo a su tía la del pueblo.
Ya me extrañaba a mi que no hubieras comentado el "mes" que se suelen quedar los de las inmobiliarias por conceptos de honorarios.
ResponderEliminarPues sintiéndolo mucho, si no aparece en ningún lado (en el mismo ocntrato, por ejemplo) y no han dicho nada, ya pueden ir a reclamar a Rita la Pollera