El otro día comentaba que mi disco duro murió, en extrañas circunstancias, de forma irremisible, como así me lo confirmaron en la tienda, y por eso estoy a la espera de uno nuevo.
La muerte súbita y prematura de un disco duro es algo que entra dentro de lo posible. Una juntura mal soldada, un pico de tensión, un roce con el ventilador... pero lo que ya es más casualidad y más mala leche es que el viernes se murió también, de forma parecida, el disco duro del ordenador del salón. Fulminado, aunque en este caso murió de viejo.
A más añadidura, el viernes anterior se me perdía un palito de la Nintendo DS, y el sábado se me perdía el de repuesto, que por sí no tiene mayor importancia, pero serviría de preludio a lo que pasaría este sábado.
Y lo que me jode no es tanto la consola, que aunque escuece es algo tan simple como ir a la tienda y comprar otra, sino la tarjeta de memoria, donde tenía todos los juegos (que bueno, son fácilmente conseguibles y tengo copia de seguridad) y lo que es peor, todas las partidas y estadísticas, que ya no podré recuperar, algo especialmente molesto en el caso de los juegos que tenía a medio pasar o con cosas desbloqueadas.
Como lectura positiva diré que gracias a que no llevo marcapasos, ni una microbomba conectada a mi organismo, al menos puedo decir que nadie ha salido herido y que estamos todos vivos.
Vaya putada chico, ya lo siento. Siendo las fechas que son, ya sabes, regalate una por tu cumpleaños, que ya queda muuuuuuyyyyyy poquito. Aunque deberias echarle un vistazo a la psp, que es muuuu facil de liberar y tiene sienes y sienes de juegos la mar de guapos.
ResponderEliminar¿COMO QUE PSP? DS forever!!!! (aunque si pueden ser las dos, mejor que una sola).
ResponderEliminarIntenta superarlo, maese Jokin, tendremos a tu desaparecida en nuestras oraciones.
keps
Ains, si es ke tienes que hacer copia de tus partidas tambien, hombre...
ResponderEliminarUn saludo!