Hoy hablaré de una de las peores películas gestadas por la mente humana, y una de las adaptaciones más insultantes de videojuego a pantalla, un bodrio con aires de superproducción, que pasará a la Historia del cine y no precisamente por su calidad.
La película data de 1994, y como mi grado de masoquismo no alcanza determinados niveles, no la volví a ver desde entonces, con lo que es posible que algunos detalles de su elaborada trama se me escapen. Así que me centraré en todo aquello que más me rechinó, ya que, aunque no soy un gran fan de esta saga de videojuegos (pese a que en ciertos carnavales me disfracé de M. Bison) hay ciertos límites que no deberían haber traspasado.
Por si alguno no sabe de qué hablo, Street Fighter 2 es un videojuego (antes estuvo el SF1, pero el que se hizo con la fama es el 2) de pegarse sopapos, en el que cada jugador maneja un personaje y tiene que bajar la barra de energía del otro por medios no diplomáticos, con técnicas espectaculares, personajes molones y unos gráficos que para su época eran muy buenos.
El éxito fue tal, que el Street Fighter 2 tuvo varias secuelas (sí, digo bien, secuelas de la secuela, como Super Street Fighter 2, Street Fighter 2´, Street Fighter 2 Turbo...) anime, cómics, merchandising diverso, y este atentado contra la inteligencia humana.
Él argumento. (Un poco de memoria)
Un malo muy malo, M. Bison, el dictador omnímodo del ficticio país Shadowloo (que pilla cerca de Kuala Lumpur), ha puesto en jaque a la comunidad internacional, que manda a sus mejores combatientes a enfrentarse al bellaco y sus sicarios, mientras gente que pasaba por ahí, se dedica a liarse a mamporros a diestro y siniestro.
Pero olvida todo cuanto sepas del videojuego, pues en la película se lo pasaron todo por ciertas partes pudendas. Así pues tenemos, a las fuerzas de la ONU
Guile: Van Damme era el actor de moda del momento, y uno de los reclamos publicitarios de la película. Y claro, aunque Guile en absoluto es el protagonista del videojuego, no podrían permitirse que el protagonista no fuera americano, y tampoco podían relegar a un actor de su caché (no confundir con prestigio) a un papel secundario, así que ale, por decreto, Guile convertido en protagonista de la película. Todo eso por no hablar de por dónde se pasaron su característico peinado, para convertirlo en un más realista rapado de marine. (¡Pero coño!, ¿¿¿estamos hablando de realismo en una película de Street Fighter???).
Cammy, personaje de misterioso pasado en el videojuego, donde insinúan que trabajó en un pasado para Bison (también se insinuaban otra serie de trabajos para Bison, pero eso creo que era más producto de la calenturienta imaginación colectiva) es aquí convertida en una oficial de los cascos azules, o algo. Ni tan mal. Además, la presencia de Kylie Minogue siempre es un plus.
T. Hawk. ¿Y quién coño es este tío? ¿Salía en la película? He tenido que googlear, y he visto que sí, que era uno de los soldados. Pero en fin, teniendo en cuenta que T. Hawk era un personaje de relleno del Super Street Fighter 2, y que no se lo cogía nadie, ¿a alguien le importó?
Llega el turno de los chicos de Shadowloo. Amantes del videojuego, agárrense, que vienen curvas:
El difunto Raúl Juliá, también conocido por ser Gómez en la familia Addams, hacía de M. Bison, el megalómano villano que quiere dominar el mundo (y ya puestos, cepillarse a Chun Li), y bueno, es de lo menos patético de la película, ya que más o menos se parece al del videojuego, y el actor consigue salvar algo la papeleta.
Sagat, traficante de armas y pseudosicario de Bison. Bueno, podría rechinar, pero no es del todo absurdo que Sagat (pese a que es el villano del SF1 y archienemigo de Ryu) trabaje para Bison. Aceptamos barco. Ahora bien, ¿Victor Sagat? ¿De dónde se sacaron que Sagat se llamara "Víctor"? ¡Si además es tailandés! Y como actor seleccionaron a Wes Studi, que con su 1,83 resultaba un poco canijo para hacer de un tipo que mide casi 2 metros.
Zangief: Empieza la fiesta. En el videojuego Zangief es un luchador ruso profesional, que debe su fidelidad a su madre Rusia (en las primeras versiones a la URSS), y de trabajar para alguna organización sería como mucho la KGB. Pero en la película es un sicario de Bison (y bastante lerdo, por cierto).
Dee Jay. Otro de los personajes menos populares del juego donde es un practicante jamaicano de capoeira que se pasa el día fumado (que no lo dicen en ningún sitio pero esa cara de felicidad le delata) y tocando las maracas. En la película es el sicario listo de Bison. Porque sí.
Prosigue la algarabía con Dhalshim, el monje-fakir hindú convertido por arte y gracia de los guionistas en el Doctor Dhalshim, un reputado genetista al que Bison tiene prisionero para realizar sus fatídicos experimentos. Y naturalmente, en la película, que yo recuerde, de expeler fuego por la boca y alargarse cual chicle, como hace en el videojuego, nada.
Blanka. Llega la herejía suprema de la película. En el videojuego Blanka es un monstruo que vive en la jungla del Amazonas, y que se descubre que es un niño que se perdió de pequeño en la jungla y se crió cual Mowgli entre los animales. En la película perpetran un totum revolutum con el trasfondo de Guile (que busca venganza por el asesinato a manos de Bison de su amigo Charlie) y se sacan de la manga que Charlie es Carlos Blanka, otro de los soldados, y que se convierte en bichejo verde a causa de los experimentos de Dhalshim, instigado por M. Bison. (No hay marihuana suficiente en el mundo para emular la fumada que se pegaron aquí los guionistas). Lo peor de todo es que por lo visto la idea gustó en Capcom, que adoptó como buena la versión de que Charlie y Blanka fueran la misma persona en videojuegos futuros.
Vamos al gremio de periodistas, donde también la cosa tiene tela.
Chun Li, la reportera más dicharachera, que es raptada por Bison. No recuerdo si lo de ser periodista era porque sí, o era para poderse colar en Shadowloo y vengar a su padre (que en el videojuego la venganza es la razón por la que se va al torneo). Pero lo peor no es Chun Li periodista, lo peor viene ahora.
Balrog, que en el videojuego es un boxeador de las Vegas, es aquí convertido en el tipo que conduce la furgoneta de Chun Li (o el cámara, no estoy muy seguro), cuando éste sí habría sido lógico poner como sicario de Bison. Pero hay más...
Edmond Honda, el gran campeón mundial de Sumo, es aquí degradado a periodista, (lo dicho, no recuerdo quién de los dos, si Balrog o él, conducían la furgoneta). Sin comentarios.
Vega, curiosamente, es el personaje que más logrado les quedó. En la película es el luchador de peleas clandestina, con su estilo de lucha torero-ninja, que se enfrenta a sus oponentes en un sitio mezcla jaula, mezcla tablao sevillano, y en el videojuego es esencialmente lo mismo. A título anecdótico, este personaje sería vilmente plagiado en otra película posterior de Van Damme (que era un plagio de Street Fighter) The Quest. Pero lo dicho, este personaje ni tan mal.
A éstos los trataré como un mismo personaje, porque su tratamiento en la película era de lo más sangrante. Si Street Fighter tiene un protagonista, ése es indiscutiblemente Ryu. Arquetipo de luchador honorable y tal. Y por otro lado está Ken, su codiscípulo, rival y mejor amigo, pero a su manera honorable (y aunque a mí no me gustaba un pimiento, uno de los personajes más populares del juego).
Pues bueno, en la película quedaban reducidos a un papel secundario, siendo casi el alivio cómico, y si no me falla la memoria eran una pareja de estafadores que van por ahí haciendo el mono, y que poco tienen que ver con la trama principal.
Y qué decir de Fei Long, uno de los personajes que, directamente, se lo comieron, pero en su lugar metieron a un tal "Capitán Sawada", expresamente para le película (que digo yo, que ya puestos, lo podían haber llamado Fei Long, y tan a gusto que se quedaban).
Lo peor de esta película, por decir algo, es que pagué por verla, y comento también, aunque es algo sabido desde hace tiempo, que se está gestando otra película de Street Fighter, que gracias al cielo Van Damme rechazó intervenir en ella, y que a buen seguro no será capaz de ser peor que ésta.
Como curiosidad, al auspicio de la película, salió un videojuego, "Street Fighter: The Movie", con un desarrollo similar al del juego original, pero con gráficos de la película (y por cierto igual de ponzoñoso). Supongo que el día menos pensado alguien cogerá los derechos para hacer una película basada en el videojuego que se basa en la película, que se basa en un videojuego.
Y seguirá siendo mejor que este engendro.
Como curiosidad, al auspicio de la película, salió un videojuego, "Street Fighter: The Movie", con un desarrollo similar al del juego original, pero con gráficos de la película (y por cierto igual de ponzoñoso). Supongo que el día menos pensado alguien cogerá los derechos para hacer una película basada en el videojuego que se basa en la película, que se basa en un videojuego.
Y seguirá siendo mejor que este engendro.
¿Y todo este artículo de dónde lo has plagiado/copiado?
ResponderEliminarDe unas tablas que me encontré en un templo sumerio cercano a Estocolmo, aunque estaban en navajo cuneiforme, y tuve que pedir a un zíngaro tibetano que me lo tradujera.
ResponderEliminarPor lo demás, juraría que lo escribí yo.
Algún día cometeré el terrible error de ver la peli entera y comentarla en mi blog.
ResponderEliminarConste que había leido la crítica, pero no suelo comentar. Spamero!
ResponderEliminarPues más o menos de acuerdo en todo. Es la única peli de Van Damme que me parece realmente perjudicial para la salud; algo así como que invocar el DVD provoca pérdida de cordura.
Lo curioso es que ahora Hollywood ha decidido darte más madera rodando la película "Street Fighter: Legend of Chun-li”, protagonizada por la chinita favorita de quienes hemos jugado alguna vez a la máquina, encarnada en el film por Kristin Kreuk (sí, la prota de Smallville, que vale que tiene sangre oriental, pero tanto...). El encargado de dar vida a Balrog es tu amado Kingpin, Michael Clarke Duncan.
Promete, ¿verdad? ^^