Estaba yo feliz en el trabajo, dedicándome ufano a mis quehaceres, cuando una llamada telefónica perturba mi actividad. Descuelgo y preguntan si soy don "J"okin (aclararé para el lector no familiarizado que mi nombre, pese a escribirse con J, se pronuncia Yokin, aclaración que parece que nadie hízo a mi interlocutora, quien persistía en emplear la fricativa, velar y sorda J), y confirmada mi identidad procede a decirme que llama de la BBK y a darme la enhorabuena por el crédito de 30.000 euros (podrían ser 15.000, la verdad es que no le hecho mucho caso) que me ha sido concedido.
Por suerte en mi situación actual mi interés en solicitar un crédito bancario es nulo, pero la comercial parecía más interesada en soltarme el rollo que en escucharme, y ahí me ha estado contando las maravillas del préstamo (un préstamo que huelga decir, en ningún momento he solicitado), que si tiene una financiación divina de la muerte, unas condiciones espectacularmente buenas, lo fácil que es de dar de alta, para finalmente preguntar si lo quiero dar de alta.
-No, no estoy interesado.
-¿Y eso?
-Porque no quiero pedir un crédito
-Pero este crédito tiene las mejores condiciones del mercado
-Ya, me parece muy bien, pero es que yo no necesito un crédito para absolutamente nada.
Esta última información que le he dado me sospecho que era totalmente redundante e innecesaria, ya que sabiendo como funcionan los bancos, estoy convencido de que si lo necesitara no me lo habrían ofrecido, pero claro, quieren sacar pasta y no saben de dónde, así que se dedican a bombardear a clientes más o menos solventes, ofreciendo un préstamo que no se les ha pedido, aprovechando que ahora es cuando los bancos no dan créditos y tal. Pero como comprenderán, pedir dinero para guardarlo en el calcetín y acabar pagando más, no está ahora mismo entre mis intereses.
Tan insultante como desconcertante, la verda. Y si me vuelven a llamar agradecería que lo hiciera alguien que sepa pronunciar correctamente Jokin.
Por suerte en mi situación actual mi interés en solicitar un crédito bancario es nulo, pero la comercial parecía más interesada en soltarme el rollo que en escucharme, y ahí me ha estado contando las maravillas del préstamo (un préstamo que huelga decir, en ningún momento he solicitado), que si tiene una financiación divina de la muerte, unas condiciones espectacularmente buenas, lo fácil que es de dar de alta, para finalmente preguntar si lo quiero dar de alta.
-No, no estoy interesado.
-¿Y eso?
-Porque no quiero pedir un crédito
-Pero este crédito tiene las mejores condiciones del mercado
-Ya, me parece muy bien, pero es que yo no necesito un crédito para absolutamente nada.
Esta última información que le he dado me sospecho que era totalmente redundante e innecesaria, ya que sabiendo como funcionan los bancos, estoy convencido de que si lo necesitara no me lo habrían ofrecido, pero claro, quieren sacar pasta y no saben de dónde, así que se dedican a bombardear a clientes más o menos solventes, ofreciendo un préstamo que no se les ha pedido, aprovechando que ahora es cuando los bancos no dan créditos y tal. Pero como comprenderán, pedir dinero para guardarlo en el calcetín y acabar pagando más, no está ahora mismo entre mis intereses.
Tan insultante como desconcertante, la verda. Y si me vuelven a llamar agradecería que lo hiciera alguien que sepa pronunciar correctamente Jokin.
Aún no ha nacido la persona que `podría engañar a Jokin (léase Yoquin)
ResponderEliminarHeres un desagradecido,Hay un dicho que reza y es posible que un dia te lo reciten.¡Cuan yo quise tu no quisiste ahora que tu quieres yo no quiero!.Pobre banca.
ResponderEliminarEso de "heres" ha dolido :(
ResponderEliminarY lo del crédito, pues la vida da muchas vueltas, y es posible que algún día lo necesite, pero es que cuando lo necesite no me lo querrán dar, y en todo caso, me hará menos falta si no despilfarro dinero regalandoselo al banco. ^^