Ayer comprobé que el congelador no cerraba bien, y al intentar cerrarlo vi que una de las bandejas de cubitos chocaba contra la pared del fondo, golpeaba con algo. Y al comprobarlo comprendí la terrible verdad: no tengo un congelador, sino un enfriador nuclear, capaz de alcanzar temperaturas de -200 grados Kelvin. Sí mi congelador puede hacer eso, ¿vale? Y si no, que alguien me explique cómo es capaz un cacharro tan pequeño de generar semejante cantidad de hielo.
De verdad, cuando los de Greenpeace se quejen de que el calentamiento global está derritiendo los polos les diré que no se preocupen, que se pueden llevar mi congelador y asunto resuelto.
Esto no es la primera vez que pasaba, y algo similar sucedió en Granada, pero esta vez era aún más espectacular.
Lo de ayer simbolizó la lucha del hombre contra la máquina, la pugna contra los elementos, el show de un Jokin sentado en el suelo de la cocina, con las manos enrojecidas por el frío, sacando tochos y tochos de hielo del congelador y emitiendo todo tipo de blasfemias.
El resultado: la fregadera llena de hielo, y yo, que me sentí por un día como Bobby Drake.
Me recuerdas a mí luchando contra el congelador de -80ºC del laboratorio cuando necesita una "ayudita" para que la puerta se mantenga cerrada. Consejo: tirar papeles de periódico por el suelo va muy bien para evitar estar una hora con la fregona intentando secar el afluente que se forma por la caída de icebergs
ResponderEliminarLo que hiciste es algo que se llama mantenimiento ;) Supuestamente para el buen funcionamiento hay que descongelar y limpiar minimo una vez al año.
ResponderEliminarPara ser sincero yo no lo he hecho nunca, y asi esta el de mi casa, que me entra un helado, pero de cucurucho no, que no entra, de polo y sin el palo ;)