Eres muy especial para mí, te quiero como amigo, ojalá me enamorara de alguien como tú, algún día encontrarás a una persona muy especial, y será muy afortunada, eres como un hermano para mí... Si te suenan estas frases, probablemente te haya tocado de cerca el fenómeno del pagafantismo. Un Pagafantas es una persona, habitualmente suele pasar más en chicos, aunque también se dé a veces a la inversa, que está enamorado de otra, en quien no despierta ningún tipo de deseo, y con quien tiene una relación casi de pareja (pero quitando esa parte de la relación de pareja que el decoro impide practicar en público), un amor totalmente unilateral, y que rara vez llega a buen puerto.
Y sí, a mí también me ha tocado vivir de cerca el problema (de hecho, en sus 3 variantes, como pagafantas, como fantapagado, y como odiado novio de chica fantapagada) pero no he venido aquí a contar mi vida, sino a hablar de la película.
Lo primero que destaca para mí es que al estar rodada en Bilbao, y conocer los decorados, resulta más fácil ponerse en situación, así como los actores, casi todos caras conocidas, bien por Vaya Semanita, bien por Muchachada Nui, pareciendo a veces más que una película, un crossover de 80 minutos. Sí, la verdad es que la película no destaca por su longitud.
Como tampoco destaca por su realismo ni por la verosimilitud de sus situaciones (bueno, la parte del pagafantismo tiene algunas cosas que harán sonrojarse a más de uno, al ver lo lamentable que puede llegar a ser el ser humano en ocasiones) pero otras son demasiado absurdas, y bueno, otras lo son, pero debido al conocimiento del medio (¿Cómo que en Sarriko estudian Derecho? ¿Y cómo es posible que desde un piso del Casco Viejo se vea el hotel Ercilla?)
Pero aquí no se trata de ver un documental sino una comedia, aunque a veces, y precisamente ahí está la gracia, explica el pagafantismo al más puro estilo de los documentales de la 2, y si trata de hacer reír, lo consigue. Yo al menos me reí. De la película, y del karma, aunque eso ya sería más largo de explicar.
La pega, que es insultantemente corta, pero bueno, es que la historia no daba para más, porque incluso se ven obligados a estirarla artficialmente, se nota, pero divertida es un rato, y para los de Bilbao, con el añadido de reconocer los sitios (y de ver persecuciones que conociendo las calles resultan ligeramente escherianas, claro) Bueno, y también la pega de que explota excesivamente algunas coñas, que la de "no me gusta dar consejos" produce la carjacada la primera vez. Una sonrisa la segunda, y el hastío en tercera, cuarta y subsiguientes.
En cuanto al plantel protagonista, pues tenemos a Gorka Otxoa haciendo de Gorka Otxoa, como siempre, y la actriz protagonista, Sabrina Garciarena, una verdadera preciosidad, pero qué personaje más odioso, che. Y como secundarios, un gracioso Julián López, y un divertido, aunque exagerado Óscar Ladoire. Y de agradecer la presencia de Santi Ugalde (el entrañable Joxepo de la Cuadrilla) y Ernesto Sevilla "¡pero eran muy pequeñas!")
No la veo arrasando en la ceremonia de los Óscars, pero al menos sirve para pasar la tarde, y a la vez señalar al karma con el deo y reírse de él.
Y sí, a mí también me ha tocado vivir de cerca el problema (de hecho, en sus 3 variantes, como pagafantas, como fantapagado, y como odiado novio de chica fantapagada) pero no he venido aquí a contar mi vida, sino a hablar de la película.
Lo primero que destaca para mí es que al estar rodada en Bilbao, y conocer los decorados, resulta más fácil ponerse en situación, así como los actores, casi todos caras conocidas, bien por Vaya Semanita, bien por Muchachada Nui, pareciendo a veces más que una película, un crossover de 80 minutos. Sí, la verdad es que la película no destaca por su longitud.
Como tampoco destaca por su realismo ni por la verosimilitud de sus situaciones (bueno, la parte del pagafantismo tiene algunas cosas que harán sonrojarse a más de uno, al ver lo lamentable que puede llegar a ser el ser humano en ocasiones) pero otras son demasiado absurdas, y bueno, otras lo son, pero debido al conocimiento del medio (¿Cómo que en Sarriko estudian Derecho? ¿Y cómo es posible que desde un piso del Casco Viejo se vea el hotel Ercilla?)
Pero aquí no se trata de ver un documental sino una comedia, aunque a veces, y precisamente ahí está la gracia, explica el pagafantismo al más puro estilo de los documentales de la 2, y si trata de hacer reír, lo consigue. Yo al menos me reí. De la película, y del karma, aunque eso ya sería más largo de explicar.
La pega, que es insultantemente corta, pero bueno, es que la historia no daba para más, porque incluso se ven obligados a estirarla artficialmente, se nota, pero divertida es un rato, y para los de Bilbao, con el añadido de reconocer los sitios (y de ver persecuciones que conociendo las calles resultan ligeramente escherianas, claro) Bueno, y también la pega de que explota excesivamente algunas coñas, que la de "no me gusta dar consejos" produce la carjacada la primera vez. Una sonrisa la segunda, y el hastío en tercera, cuarta y subsiguientes.
En cuanto al plantel protagonista, pues tenemos a Gorka Otxoa haciendo de Gorka Otxoa, como siempre, y la actriz protagonista, Sabrina Garciarena, una verdadera preciosidad, pero qué personaje más odioso, che. Y como secundarios, un gracioso Julián López, y un divertido, aunque exagerado Óscar Ladoire. Y de agradecer la presencia de Santi Ugalde (el entrañable Joxepo de la Cuadrilla) y Ernesto Sevilla "¡pero eran muy pequeñas!")
No la veo arrasando en la ceremonia de los Óscars, pero al menos sirve para pasar la tarde, y a la vez señalar al karma con el deo y reírse de él.
Mi padre tb trabaja en esa película.... por comentarlo.
ResponderEliminarQue aqui o todos guays o ninguno XD
Amén
ResponderEliminarXDDDDDDDD