Día de deja vu, con cena en uno de los lugares que frecuentaba hace años, en Gernika, donde hemos ido a cenar a un japonés (de esos sitios en que te ponen pescado crudo y tal)
Hemos aprovechado también para hacer un poquito de turismo gernikés, conmigo de guía, que para algo me conocía más o menos las calles, con parada obligada en la Casa de Juntas, donde está el célebre árbol junto al que se decidían las cuestiones más importantes de este territorio histórico (bueno, un nieto)
Lo que es la cena, pues el sushi muy rico, la verdad, pero lo demás, pues nada del otro mundo, pero la buena compañía siempre es un aliciente, así que tarde-noche de viernes divertida, sin duda.
Hemos aprovechado también para hacer un poquito de turismo gernikés, conmigo de guía, que para algo me conocía más o menos las calles, con parada obligada en la Casa de Juntas, donde está el célebre árbol junto al que se decidían las cuestiones más importantes de este territorio histórico (bueno, un nieto)
Lo que es la cena, pues el sushi muy rico, la verdad, pero lo demás, pues nada del otro mundo, pero la buena compañía siempre es un aliciente, así que tarde-noche de viernes divertida, sin duda.
Cada vez que me acuerdo de Gernika, me acuerdo el viajecito que nos hicieron por toda la geografía de la provincia simplemente por no dar la vuelta y la imposibilidad de comer platos típicos dada la hora que era (más de las 4 y media).
ResponderEliminar¡Tendríamos que haber ido a un japonés! :P.
Saludos.