Las obras de este modesto Escorial que es mi casa van avanzando, y ayer los carpinteros tuvieron a bien dar una capa de pintura, que tenían que haber dado, no sé, ¿la semana pasada?
Recordemos el itinerario, Lunes, vienen y arrasan; martes, miércoles jueves, mutis por el foro. Viernes, tras ser aclamados por crítica y público, vienen a acuchillar, cual Jack londinense.
Essta semana, entariman, lijan, engoman, etc. Me dicen que el jueves dan la primera capa y que el viernes ya acaba la pesadilla. Narices. El jueves me llaman, que si la pintura no agarra, que si la abuela fuma, que si el Euribor, que si el Niño Jesús llora...
Viernes (por ayer) vienen a barnizar. Por tanto, todo el día sin poder aparecer por casa. Y bueno, no se vayan a creer mis espectadores que tienen la decencia de apartar un poco sus aperos, no, ahí me encuentro el cuarto de baño totalmente sepultado, habiendo espacio en el cuarto de invitados para dejar esas cosas. Y hombre, sin salón puedo aguantar, pero el cuarto de báño tengo la estúpida costumbre de usarlo a diario (¿Será algún tipo de TOC?)
Teóricamente ya el lunes, en el que no podré pasar por casa y tendré que pernoctar fuera, acaba la pesadilla. Bueno, lo que acaba son las obras, porque me temo que lo de la megalimipieza de polvo, bichos, virutas, etc... (que respirar es tarea complicada a veces, sobre todo con el pestazo a barniz) y la de volver a montar y poner los muebles, no será cosa fácil.
¡Argh!
Recordemos el itinerario, Lunes, vienen y arrasan; martes, miércoles jueves, mutis por el foro. Viernes, tras ser aclamados por crítica y público, vienen a acuchillar, cual Jack londinense.
Essta semana, entariman, lijan, engoman, etc. Me dicen que el jueves dan la primera capa y que el viernes ya acaba la pesadilla. Narices. El jueves me llaman, que si la pintura no agarra, que si la abuela fuma, que si el Euribor, que si el Niño Jesús llora...
Viernes (por ayer) vienen a barnizar. Por tanto, todo el día sin poder aparecer por casa. Y bueno, no se vayan a creer mis espectadores que tienen la decencia de apartar un poco sus aperos, no, ahí me encuentro el cuarto de baño totalmente sepultado, habiendo espacio en el cuarto de invitados para dejar esas cosas. Y hombre, sin salón puedo aguantar, pero el cuarto de báño tengo la estúpida costumbre de usarlo a diario (¿Será algún tipo de TOC?)
Teóricamente ya el lunes, en el que no podré pasar por casa y tendré que pernoctar fuera, acaba la pesadilla. Bueno, lo que acaba son las obras, porque me temo que lo de la megalimipieza de polvo, bichos, virutas, etc... (que respirar es tarea complicada a veces, sobre todo con el pestazo a barniz) y la de volver a montar y poner los muebles, no será cosa fácil.
¡Argh!
Si necesitais unas manos extras para mover muebles, siempre me podeis pegar un toque. Estoy cerca.
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