Antes
Una cosa que se hace durante tres años seguidos puede llamarse tradición, y me refiero al Eurotxupito, fiesta cuya tercera edición se celebró ayer en mi casa (la 2ª se hizo pero en mi ausencia), que es reunirse delante de la tele a ver el festival de Eurovisión.
Después
Las reglas son sencillas. Hay chupitos temáticos de cada país, y cada jugador tiene asignado un país participante, de forma que si votan por tu país, bebes del país que te ha votado. Por tanto, si tu país es de los que más puntos reúnen, vas a beber bastante. Que se lo digan a Nara que tenía Alemania y nod dejó casi chupito sin probar.
Yo, por mi parte, fui agraciado en el sorteo con la anodina Ucrania, que obtuvo pocos votos, y encima me tocó beber un insufrible chupito moldavo, aunque para compensar, el de Turquía estaba rico, y Macedonia, tan multifrútico como indica su nombre, entraba fácilmente.
Cuando acabó el festival, optamos por retirar (¡a la calle todos!) y nos fuimos al cercano Lord Donovan, bar en el que estuve hasta que el grueso de la concurrencia tuvo a bien ir a lejano Azkena, momento que aproveché para decidir que las 4 de la mañana era una hora más que digna para batirme en retirada.
Yo, por mi parte, fui agraciado en el sorteo con la anodina Ucrania, que obtuvo pocos votos, y encima me tocó beber un insufrible chupito moldavo, aunque para compensar, el de Turquía estaba rico, y Macedonia, tan multifrútico como indica su nombre, entraba fácilmente.
Cuando acabó el festival, optamos por retirar (¡a la calle todos!) y nos fuimos al cercano Lord Donovan, bar en el que estuve hasta que el grueso de la concurrencia tuvo a bien ir a lejano Azkena, momento que aproveché para decidir que las 4 de la mañana era una hora más que digna para batirme en retirada.
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