Escribo desde Tianjin, donde estaré hasta mañana, que me voy a la capital de la República Popular China, donde ya estuve ayer pasando el día (estamos a media hora en tren) y procedo a hacer un breve y desestructurado resumen de los hechos.
De Shanghai un tren rápido y maravillosamente cómodo nos trajo a Tianjin por la noche, donde llegué dolorido y magullado (por la cosa de haber estado el día anterior con los bultos a cuestas) y donde pude descansar algo, para tener un día de relativo relax, y disfrutar de una cena con chinos autóctonos, aunque debido a problemas estomacales que por el bien de los lectores no pienso relatar con detalle no pude disfrutar mucho, y solo diré que añoro de España los retretes de taza.
Ayer, como he anticipado, un viajecito a la capital, donde vimos el Templo del Cielo y el Palacio de Verano, bajo un calor sofocante, que me hizo sudar como un polluelo, pero que seguro que me vino bien para perder algún kilo, ya que además, los días de calor en los que ando mucho, son los que menos hambre tengo, y en los que menos como.
Hoy el plan es Tianjin, para un poquito de relax y mañana a Beijing, donde estaré un par de días, contando con la visita a la Gran Muralla (que todavía no he visto) y ya el 31 a la noche, un vuelo para Barcelona, vía Moscú.
Y de paso, aprovecho para escribir un poco, que las partidas de rol en vivo no se escriben solas.
De Shanghai un tren rápido y maravillosamente cómodo nos trajo a Tianjin por la noche, donde llegué dolorido y magullado (por la cosa de haber estado el día anterior con los bultos a cuestas) y donde pude descansar algo, para tener un día de relativo relax, y disfrutar de una cena con chinos autóctonos, aunque debido a problemas estomacales que por el bien de los lectores no pienso relatar con detalle no pude disfrutar mucho, y solo diré que añoro de España los retretes de taza.
Ayer, como he anticipado, un viajecito a la capital, donde vimos el Templo del Cielo y el Palacio de Verano, bajo un calor sofocante, que me hizo sudar como un polluelo, pero que seguro que me vino bien para perder algún kilo, ya que además, los días de calor en los que ando mucho, son los que menos hambre tengo, y en los que menos como.
Hoy el plan es Tianjin, para un poquito de relax y mañana a Beijing, donde estaré un par de días, contando con la visita a la Gran Muralla (que todavía no he visto) y ya el 31 a la noche, un vuelo para Barcelona, vía Moscú.
Y de paso, aprovecho para escribir un poco, que las partidas de rol en vivo no se escriben solas.
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