lunes, 22 de noviembre de 2010

Knights of the round

Carátula japonesa

Producto de su época, Knights of the round (Caballeros de la Mesa Redonda) es otro de la larga y prolija lista de juegos de Capcom que consistían en avanzar por la pantalla bajando la barra de vida de las hordas de enemigos a guantazos antes de que ellos hicieran lo propio con la nuestra.

En esta ocasión tocaban, de forma muy tangencial, el mito artúrico, ya que los protagonistas eran el propio Arturo (que no llevaba cocos sino una espada) Lancelot (el pobre alcohólico que le daba a la Ginebra) y Perceval (Parsifal para los amigos).

Siguiendo los cánones del género, Arturo era el hombre promedio, no era el más fuerte ni el más rápido, pero tampoco era débil ni lento; Lancelot, por contra, era el típico guapito melenudo rápido y de golpes flojos. Mientras que Perceval era el mandorolo del hacha, lento pero demoledor.

El juego era fiel al esquema, ya que tocaba avanzar por pantallas, aporreando enemigos sospechosamente parecidos entre sí, cogiendo el dinero y comiéndose la comida que se encontraban tirada por el suelo para recuperar vida.

Samurais en la corte del Rey Arturo. Es como asistir a una clase de Historia.

Y los enemigos eran de lo más variopinto. No faltaban todo tipo de caballeros y bribones medievales, deseosos de ensartarnos o trocearnos. Pero también aparecían saltimbanquis de aspecto ninjoideo (de nombre Skywalker) y las dos deliciosa guindas. Una, el samurai que se ve en la foto, muy acorde con la ambientación del videojuego, y la más gorda, el jefe final, que no era el vil Mordred, ni la bruja Morgana. No era un cacique sajón, o algún tipo de sierpe mitológica, no. El malo de Knights of the Round era un tal Garibaldi, (sí, como el tipo que unificó Italia en el S. XIX) que custodiaba el Santo Grial, una copa del tamaño de la Champions.

Al margen de esas coces, el juego era muy divertido, y tenía un elemento muy de RPG que era ir subiendo de nivel, lo que comportaba cambios en la vestimenta y armas de los personajes (y en el caso de Perceval lo convertían en un calvo con perilla), y los caballos, poderosas monturas que permitían matar enemigos pero con estilo.

Lo cierto es que Knights of the round es uno de los mejores juegos en su género (que casi podría denominar "Capcom noventero") y del que guardo buen recuerdo.

Y para el recuerdo subo este vídeo que no es del juego, pero que está relacionado:


¡+1 a Molar!

3 comentarios:

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