lunes, 31 de enero de 2011

The Wire

Personajes para el recuerdo.

La semana pasada hice mención a esta maravillosa serie, que aparece como mejor serie en muchísimos rankings, y desde luego si no la mejor sí como una de las mejores en mi ranking particular. Una serie que se merece todos y cada uno de los halagos que haya podido recibir.

¿De qué va The Wire? Una forma simplista de definir The Wire sería "serie policiaca", pero estaríamos siendo injustos. Está claro que el cuerpo de policía de Baltimore juega un papel importante. Pero no copa el centro de atención, en una serie en la que tan importantes como los policías son las personas que se encuentran al otro lado de la ley. ¿Los malos? No. En The Wire sería incorrecto hablar de "buenos" y "malos", ya que cada personaje tiene sus motivaciones y pasiones, sus puntos grises y sus lados luminosos.

Podríamos decir que es una serie policiaca realista. Sí, no es una serie en la que chasqueando los dedos el agente resuelve el caso y aparece una orden de registro en sus manos. No resuelven un caso por capítulo y la fórmula de contarle al detenido lo que crees que ha pasado no sirve para que se derrumbe y te cuente todo. Incluso aun cuando los malos son detenidos, toca pasar por el filtro de la Administración de Justicia.

¿Seguro que la pena por asesinato es "tirón de orejas"?

The Wire es en muchas partes una serie de pulsos, el pulso que el cuerpo de policía tiene contra los delincuentes, y también contra su propia burocracia. Nos muestran cómo para conseguir una escucha telefónica tienen que rellenar cientos de papeleos y dar muchísimas justificaciones, cómo con poco tienen que hacer mucho. Y nos muestran también el punto de vista de los criminales y su entorno, con lo que es difícil mostrar empatía por un lado y no por el otro.

Es sin duda una serie de personajes. Se me hace difícil pensar en uno solo al que no tenga cariño, o al que no tenga una manía insufrible, que a veces puede significar que el personaje está bien construido para ser odiado. Y no menos importante, que los personajes crecen y evolucionan, y aun cuando abandonan la trama principal, la serie se encarga más adelante de mostrarnos por dónde les ha llevado la vida.

McNulty, Daniels, Stringer Bell, Frank Sobotka, Carver, el impronunciable Prezbo, Prop Joe, ¡Omar!... la lista de personajes bien construidos sería interminable. Pero el verdadero protagonista de la serie es sin duda la ciudad de Baltimore. Pocas series nos muestran tan bien una ciudad, con sus esplendores y sus miserias. Sobre todo miserias. Te describe la ciudad de forma que al acabar la serie casi tienes la sensación de haber vivido en Baltimore toda la vida.

Funcionarios de Baltimore

Las tramas tampoco se quedan atrás, con 5 temporadas autocontenidas, que te van mostrando la vida de los personajes, pero cada una con su propio foco de atención. la primera nos muestra las calles marginales y el trapicheo con las drogas; la segunda, la más diferente, nos enseña el puerto; la tercera, posiblemente la mejor, nos habla de los juegos de la política y nos regala esa maravilla que es Hamsterdam. la cuarta temporada nos habla del sistema educativo y la quinta, se centra en la prensa. 5 temporadas que son 5 obras de arte. Tal vez la 5ª me gustó algo menos, puede que le faltara chicha a la trama del Baltimore Sun, pero no es mala en absoluto.

La pega que tiene esta serie es que el comienzo puede resultar un poco farragoso, por su ritmo lento y da la impresión de que no pasa absolutamente nada. Yo mismo la empecé a ver hace un par de años y la tuve que dejar a medias porque me aburría. pero no me arrepiento ni lo más mínimo de haberle dado una segunda oportunidad y haberla visto entera. Pues es una serie sin duda inolvidable. Una de las mejores definiciones que he escuchado de esta serie es que es una serie "martinesca", en alusión al creador de Canción de Hielo y Fuego George R. R. Martin. Sin duda la comparación no es baladí.

Una última anotación. Quien me conozca sabe que no soy precisamente un fundamentalista de las versiones originales, y de hecho en más de una ocasión he defendido, incluso en este blog, el doblaje en general. Pero en el caso de The Wire no puedo sino recomendar, encarecidamente, su visionado en versión original. Primero porque el factor idiomático, con todo el slang y el Bawlmore es relevante, y segundo porque el doblaje español de The Wire es particularmente malo.

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