A estas alturas hablar de 24 no es precisamente una novedad. Jack Bauer y sus métodos expeditivos se han convertido en todo un icono de la cultura pop, y la serie creo que va por su octava temporada, o algo así. Pero yo no la había visto hasta ahora.
Y he de decir que mentiría si dijera que es una de mis series favoritas. Me ha parecido insulsa, tramposa, previsible en líneas generales, repleta de personajes sin carisma ni sentido, y a veces llegando a niveles ridículos, personalizados en la figura de Kim Bauer, capaz de ser secuestrada 4 veces... ¡el mismo día! Y es que tiene mérito lograr un personaje tan odioso que haga que la normalmente encantadora presencia de Elisha Cuthbert en pantalla sea aquí algo incómodo.
La serie parte de una premisa, que pronto abandona, que es la de suceder en tiempo real. La temporada tiene 24 capítulos, siendo cada uno de ellos una hora, y todo lo que sucede es, teóricamente, en tiempo real. Pero todo atisbo de credibilidad se diluye como un azucarillo, con unos usos del tiempo totalmente mediocres y cosas tan absurdas como que alguien pueda cruzarse Los Ángeles en coche de punta a punta en... ¿3 minutos? Y una cosa que tengo clara es que nunca trabajaría en la UAT, pues esas jornadas de trabajo tan largas me parecerían francamente extenuantes, y además, lo de que media oficina sean agentes dobles, triples, cuadruples o alejandrinos sería un tanto molesto, la verdad.
Tengo entendido que las siguientes temporadas son aún más cutres y absurdas, pero creo que haré un esfuerzo y resistiré la tentación de comprobarlo. Al fin y al cabo, series para ver no faltan.
Y he de decir que mentiría si dijera que es una de mis series favoritas. Me ha parecido insulsa, tramposa, previsible en líneas generales, repleta de personajes sin carisma ni sentido, y a veces llegando a niveles ridículos, personalizados en la figura de Kim Bauer, capaz de ser secuestrada 4 veces... ¡el mismo día! Y es que tiene mérito lograr un personaje tan odioso que haga que la normalmente encantadora presencia de Elisha Cuthbert en pantalla sea aquí algo incómodo.
La serie parte de una premisa, que pronto abandona, que es la de suceder en tiempo real. La temporada tiene 24 capítulos, siendo cada uno de ellos una hora, y todo lo que sucede es, teóricamente, en tiempo real. Pero todo atisbo de credibilidad se diluye como un azucarillo, con unos usos del tiempo totalmente mediocres y cosas tan absurdas como que alguien pueda cruzarse Los Ángeles en coche de punta a punta en... ¿3 minutos? Y una cosa que tengo clara es que nunca trabajaría en la UAT, pues esas jornadas de trabajo tan largas me parecerían francamente extenuantes, y además, lo de que media oficina sean agentes dobles, triples, cuadruples o alejandrinos sería un tanto molesto, la verdad.
Tengo entendido que las siguientes temporadas son aún más cutres y absurdas, pero creo que haré un esfuerzo y resistiré la tentación de comprobarlo. Al fin y al cabo, series para ver no faltan.
Lo peor en comparación con lo de cruzarse Los Ángeles en tres minutos es que en la quinta temporada en una ocasión tardan quince minutos en cruzarse un campus universitario. No es el único ejemplo.
ResponderEliminarSin embargo, a mí es una serie que me encanta. Eso sí, poca verosimilitud (y también se me atragantaba Kim Bauer), aunque, por una vez como informático estoy contento de que hayan hecho los deberes (es una de las series más correctas en el aspecto informático).