Celebrar la nochevieja en diciembre es fácil, es algo que puede hacer cualquiera. Pero no tiene mérito. Igualmente, tampoco tiene mucho misterio invitar a los amigos y montar una fiesta en casa (siempre y cuándo se tenga casa, claro). Pero lo que mola es hacer que la fiesta sea temática, y celebrar una falsa nochevieja en pleno mes de julio, como hicimos ayer.
La nochevieja era de gala, con los asistentes trajeados, y con toda la parafernalia que rodea a esta festividad, con champán, matasuegras, decoración adecuada, y naturalmente el vídeo con las 12 campanadas (de Ramón García), convenientemente acompañadas de las preceptivas 12 uvas. Y una vez en la calle, algo de ruidosa pirotecnia, que hay que recibir bien al nuevo año.
Cuando a las 12 dieron las campanadas, nos fuimos al Azzurro, de donde continuamos la fiesta en el Azkena y luego en el Da Vinci, mientras el goteo de gente iba mermando el en un principio numeroso grupo. Pero fue muy divertido, y creo que puedo presumir de que también fue original.
La nochevieja era de gala, con los asistentes trajeados, y con toda la parafernalia que rodea a esta festividad, con champán, matasuegras, decoración adecuada, y naturalmente el vídeo con las 12 campanadas (de Ramón García), convenientemente acompañadas de las preceptivas 12 uvas. Y una vez en la calle, algo de ruidosa pirotecnia, que hay que recibir bien al nuevo año.
Cuando a las 12 dieron las campanadas, nos fuimos al Azzurro, de donde continuamos la fiesta en el Azkena y luego en el Da Vinci, mientras el goteo de gente iba mermando el en un principio numeroso grupo. Pero fue muy divertido, y creo que puedo presumir de que también fue original.
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