Hay días en los que uno llega a casa después de haberse metido 45 minutos de gimnasio, sudando la gota gorda, antes de ir a la partida de rol (Slang) y cuando llega a casa descubre con horror que su cocina ha sido tomada al asalto, y que bandejas de deliciosos y dulces cupcakes pueblan la cocina. Con su masa esponjosa, y su crema de mantequilla y mucho azúcar, son toda una incitación al pecado de la gula, y exigen un verdadero esfuerzo de voluntad para no arramplar con toda la bandeja. Así no hay quien adelgace, leñe. Y qué ricos estaban, ya sé qué desayunaré mañana.
Pero te dejé la cocina limpia... ¡Y además te esperamos!
ResponderEliminarY estaban buenos...