Matrimonios bíblicos

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Hay quien dice que la definición de "Matrimonio" es "unión civil entre un hombre y una mujer", dejando así de lado otras opciones, como el matrimonio homosexual. Pero si atendemos a la Biblia, esa que tanto gusta invocar a algunos de los que defienden la definición restrictiva, tenemos que existen algunas modalidades, hoy en desuso, pero de gran presencia en las sagradas escrituras.

Así pues, tenemos las siguientes (traducción más o menos libre):

Hombre+Mujer (familia nuclear): Por ejemplo en Genesis 2:24. La clásica, en la que las mujeres quedan subordinadas a sus maridos, y generalmente son matrimonios concertados, nada de amor romántico. Como aderezo, la esposa que no probara su virginidad podía ser apedreada hasta la muerte.

Hombre+Viuda de su hermano: También en Génesis 38:6 a 38:10. La viuda que no hubiera tenido hijos estaba obligada a casarse con su cuñado, y someterse sexualmente a su nuevo marido.

Hombre+Mujer+Concubinas: Abraham tenía concubinas, Gedeón tenía, Nahor tenía, Jacob tenía, Salomón tenía del orden de 300 concubinas...

Violador+Víctima: Deuteronomio 22:28 y 22:29. La virgen que fuera violada debía casarse con su violador. El violador debería pagar a su padre 50 piezas de plata, en compensación por la pérdida de su propiedad. Lo que han unido la violencia o la intimidación, que no lo separe el hombre.

Hombre+Mujer+Propiedad de la mujer (entiendo que solamente en régimen de gananciales): Genesis 16. El hombre podía adquirir la propiedad de su mujer, incluyendo esclavos.

Soldado+Prisionera de guerra: Bajo el mandato de Moisés los israelitas matarían a todos los midianitas, hombre, mujer y niño, con la excepción de las vírgenes, que serían tomadas como botín de guerra. Las esposas debían someterse sexualmente a sus nuevos amos.

Hombre+Mujer+Mujer+Mujer... (Poligamia): Menciona los casos de Lamech, Esau, Jacob, Ashur, Gideon, Salomón (unas 700, toma ya), y unos cuántos más del club de las múltiples esposas.

Esclavo+Esclava: Éxodo 21:4. El dueño podía asignar esclavas a sus esclavos. Las esclavas debían someterse sexualmente a sus nuevos maridos.

Como se ve, el siempre sabio antiguo testamento ofrece una serie de alternativas al matrimonio convencional, entiendo que todas ellas válidas y legítimas. Pero nótese que no dice nada de que se puedan casar los maricas. ¡Válgame, qué aberración!