Mumbrú, el héroe de la noche.
Hace 8 días el Bilbao Basket estaba eliminado de la Eurocup, ya que dependía de carambolas imposibles, que incluían una victoria del flojo Charleroi en la cancha del aparentemente poderoso Oldenburg. Pero se hizo bueno el tópico de "si hay vida hay esperanza", y los belgas nos echaron una mano, ganaron y todo se decidiría ayer.
Para pasar solo quedaba una posibilidad, ganar por 5 o más puntos ayer. Es decir, el partido empezaba con un 0-5 en el marcador.
Y la cosa no empezó mal, pues un 4-1 de inicio parecía augurar un partido cómodo, pero poco duró, y los alemanes empezaron a moverse en cómodas ventajas de 4-5 puntos (que en la realidad eran de 9-10), pero con fallos que daban alas al Bilbao Basket, y se seguía metiendo en el partido, para acabar el primer cuarto igualados (es decir, 5 abajo). El segundo cuarto fue algo mejor, y se acabó, con una canasta de Mumbrú en la bocina, 5 arriba. Es decir, de momento clasificados. El tercer cuarto empezaba con una pinta muy bonita, con ventajas de hasta 8 puntos (lo importante: hasta un triple de margen), pero ahi llegó el cortocircuito, y los alemanes empezaron su particular Blitzkrieg, terminando el 3º cuarto con una ventaja que se amplió hasta los 9 puntos (57-66) a falta de 9 minutos.
Tocaba tirar de épica y levantar 14 puntos en 9 minutos, en un partido que estaba en ese momento en una dinámica completamente favorable al equipo alemán. Y lo que es peor, que los jugadores parecían ya convencidos de que el partido estaba perdido.
Pero hasta el rabo todo es toro, y el acierto en el tiro del Bilbao Basket, unido a la en mi opinión mala gestión de la ventaja por parte de los alemanes, hizo que el Bilbao Basket se volviera a meter en el partido, aunque los zarpazos de sus americanos les daban vida, pero el caso es que se llegó al último minuto con empate a 83. ¿Era posible sacar una ventaja de 5 puntos en un minuto? ¿Era mejor forzar la prórroga?
Pues sí, era posible, y se llegó al 88-83. Pero avancemos unos segundos, concretamente al minuto 39:44, con bola para los alemanes, y tiros libres. Falla el primero y mete el segundo. 88-84 (no nos sirve) y 16 segundos para meter una canasta.
Vuelve el espíritu de Siena, pero la canasta no entra y se va fuera del campo. Bola para el Bilbao Basket y 2,7 segundos. Miedo y suspense, bola para Mumbrú, tiro algo forzado y... ¡entra!
Una jugada de 2+1. Segundo y medio en el marcador, 6 puntos arriba (que realmente es ir ganando por uno) y tiro libre. Para evitar disgustos, Mumbrú tira a fallar, y aunque el rebote es para el equipo alemán, pero sin tiempo para armar la jugada, ni un Raül López que les meta los triples imposibles, el tiempo se agota y la euforia se desata. 90-84 y el Bilbao Basket clasificado para la segunda ronda.
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