Piratas del Caribe V: La venganza de Salazar

Por el .. te la ...

Ya estamos otra vez reunidos, para comentar una nueva entrega de esta saga, que es ya la quinta (y la tercera que comento en este blog). ¿Era necesario hacer otra? ¿No había quedado ya bien cerrada la saga? ¿Otra vez Johny Depp haciendo de Jack Sparrow, no da ya como un poco de pereza?

Lo malo de ser un friki completista es que uno se va al cine sin ningún criterio a ver las películas porque tocan. Eso en ocasiones implica tragarse verdaderos puerros infumables, y mentiría si dijera que no iba al cine con ese miedo.

Pero no, oigan, la película es divertida. Tal vez no es lo mejor que haya visto en una pantalla de cine, pero cumple perfectamente su cometido, con esas escenas de acción imposibles, esas peleas absurdas y esa atmósfera mágica muy propia de la saga, con héroes muy heróicos, malos muy malos, secundarios cómicos y esos imprescindibles personajes con claroscuros (Héctor Barbosa es el mejor personaje de la saga, y lo saben hasta en Isla Tortuga). Así pues, aunque mejor en la primera mitad que la segunda, la película entretiene. En especial la primera hora, que se me pasó en un visto y no visto.

Lo que sí se le echa en cara es que en algunas escenas climáticas, sobre todo en batallas nocturnas, la dirección es tremendamente chapucera y peca del síndrome de cámara con Parkinson, apoyándose en el erróneo "las escenas de acción, cuanto menos se entienda, mejor", y mucho salto, mucha pirueta, pero... ¿eh? ¡esto es confuso!

El argumento es simple y funcional, con desenlace previsible pero adecuado, de esos en los que el espectador puede resolver el panel un rato antes. Pero no importa, que ya sabemos lo que hemos venido a ver: una historia de piratas y fantasmas con humor y acción, en la que no importa que a veces se note demasiado que en el fondo es un anuncio muy largo de un parque de atracciones.

Para acabar, y sin que eso sea una sorpresa, después de los créditos hay escena... con la puerta abierta de par en par para Piratas del Caribe VI. Y todos sabemos que cuando eso ocurra, aquí estaré para contar que la he ido a ver.