La trilogía.
Me habían hablado hacía mucho tiempo de esta saga de literatura fantástica de Brandon Sanderson, quien merecidamente está considerado como uno de los grandes escritores del género actual, pues "Nacidos de la Bruma" me parece una de las mejores sagas que he leído de fantasía.
Mi primer contacto con esta saga fue, curiosamente, por una partida de rol ambientada en el mundo del "Imperio Final", y me pareció bastante curioso. Y más adelante, tras varias recomendaciones (entre ellas mi señora novia, que me comunicó que había decidido democráticamente que me los tenía que leer), me lancé a por ellos.
¿Qué es Nacidos de la Bruma, y qué la hace tan especial?
Sanderson nos habla del Imperio Final, un lugar terrible y opresivo, donde la tierra es estéril, apenas se ve el sol, llueve ceniza y la gente no se atreve a salir de sus casas por la noche, por miedo a ser devorados por la bruma. Es además una distopía con todas las de la ley donde la población vive bajo el yugo del Lord Legislador, un rey-dios que hace mil años se hizo con el poder y gobierna con mano de hierro, ayudado por sus temibles obligadores y sus más temibles inquisidores.
La sociedad está divididida en dos estamentos; los nobles y los skaa, siervos cuya vida no vale nada, que son relegados a los trabajos más penosos y a los que un noble puede matar a capricho.
Pero también hay magia en este mundo. Y es lo que caracteriza a esta saga: la alomancia.
Sin embargo, algo que caracteriza a Brandon Sanderson (un poco como pasa con Patrick Rothfuss) es que su magia trata de ser coherente, e introduce unas reglas para la misma para que en su contexto sea creíble. No tendremos magos lanzando rayos, chisteras que sacan conejos o alfombras voladoras.
La magia en el Imperio Final reside en los metales, y es que hay gente capaz de quemarlos para obtener poderes. Son los llamados brumosos, y según el metal que puedan quemar obtienen unos u otros poderes. Por ejemplo los que queman peltre pueden aumentar tremendamente su fuerza física, los que queman estaño aumentan sus sentidos, los que queman latón aplacan las emociones de los demás... así hasta los 8 metales básicos. Aunque ojo, que toda acción tiene su reacción, y en eso se basa la magia, y todo metal tiene su aspecto negativo.
Además de los brumosos hay unos pocos seres especiales, que son los nacidos de la bruma, capaces de quemar todos los metales, lo que les convierte en seres de increíble poder. Y la primera novela nos habla de Kelsier, un nacido de la bruma que sobrevivió a la esclavitud skaa y ahora organiza una banda para conseguir lo que nadie ha logrado: derrocar al Lord Legislador. Pero la verdadera protagonista es Vin, una pequeña ladronzuela a la que Kelsier adopta como su pupila para que se una a su banda en Luthadel, capital del Imperio.
No me voy a meter en más detalles de la trama y de lo que sucede, pues tiene su miga, y tanto la historia y los personajes, como el mundo que nos presenta, del que poco a poco nos va revelando cosas que cuadran perfectamente, merecen muchísimo la pena. Voluminosos pero muy bien escritos, a veces cuesta un poco arrancar, pero una vez le coges el ritmo no puedes parar.
Y, aunque no voy a hablar aquí de ellos, tiene no pocos momentos en los que deja al lector el culo verdaderamente torcido.
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