Celebrando la victoria, ahora queda lo difícil.
Hoy la cita en Miribilla incluía dos partidos, pues eran las semifinales de la Final Four de ascenso a la ACB. Y como el abono incluye todos los partidos, pues era tontería no ir.
En el primero, un muy superior Palma ha arrollado con autoridad a un Ourense que ha hecho lo que ha podido, pero no ha sido suficiente. ¡Y contra estos hay que jugar mañana, qué miedo!
Pero el importante era el siguiente, el Bilbao-Melilla. Los africanos eran un equipazo, y han peleado mucho, llegando a tener ventajas de hasta seis puntos en el primer cuarto. Pero entre que Bilbao Basket era un poco mejor, el empuje del público (una canasta la han dado los árbitros prácticamente por aclamación popular) y la lesión en la recta final de su jugador estrella Caleb Agada (que nos estaba haciendo roto tras roto) han hecho que el final del partido fuera más cómodo de lo esperado.
Final: 75-68, y mañana la finalísima, que decidirá si nos ganamos una plaza en ACB o repetimos curso en LEB.
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