Comida del miércoles.
Termina la semana grande de Bilbao, esa que dura 9 días, y una buena forma de reflejarlo es haciendo que la entrada de resumir el fin de semana incluya la semana entera, de modo que cuando lea esto en el futuro me pueda acordar de lo que hice, con un resumen sinóptico de lo que ha sido esta semana en la que de fiesta he salido poco, pero eso no significa que no haya hecho nada.
Sábado: Empezaban las fiestas, pero yo no estaba ahí para verlas, ya que ni siquiera estaba en Bilbao, sino que estaba en Huarte, en las Umbras.
Domingo: Llegué a Bilbao para comer y estuve haciendo un poco de nada hasta la noche ir a ver el monólogo de Goyo, luego una rápida vuelta para ver las txoznas y a casa.
Lunes: Por la mañana en casa para recibir muebles de cocina y fregaplatos, por la tarde turno de barra y actuación teatral. Me retiré poco después de terminar el turno, que quería estar bien el martes.
Martes: Día prácticamente perdido, esperando en vano al instalador de la cocina. Al menos recibí la visita de Víctor y Diego, a los que pude enseñar el maravilloso sofá. Cuando por fin asumí que no iba a venir, me fui a la lonja, donde pude jugar una partida al Mysterium. Ese día ni salí.
Miércoles: Fue plan diurno. A eso de las 13 quedamos en Moskotarrak para potear y luego a comer, en un sitio llamado "El depósito". Una divertida sobremesa, llena de risas y rodaballo al ralentí, que se prolonga hasta casi las 20:00. De ahí me voy a la lonja, donde juego una partida al Not Alone y como no me apetece salir, voy al cine a ver Rojo.
Jueves: Por la mañana aprovecho para hacer compras, y entre vaguear y ver capítulos de Euphoria se me va medio día. A eso de las 20:00, aunque no me tocaba, me bajo a la txozna a echar una mano con el turno, que acaba siendo muy productivo y logramos una de las mejores recaudaciones que recuerde en años. Al terminar, como estaba cansado (me había levantado a las 8 de la mañana) y hacía algo de fresco, me fui pronto.
Viernes: Ese día bajo y vuelvo varias veces del recinto festivo. La primera, comida en la txozna con la gente de Arbolantxa. Luego voy a la lonja, donde juego (y gano) una partida de Root, para volver a bajar, pues tenía cena con el grupo de Casaiñigo, pero cuando se van a ver los fuegos, me entra la pereza y me vuelvo a casa. Sin embargo, a eso de las 23:00, aburrido en casa, vuelvo a bajar, y aunque no tardo mucho en marcharme, acabo saliendo un poco de fiesta.
Sábado: Sin mucho que reseñar de la mañana, por la tarde me voy al cine a ver Infierno bajo el agua, y al salir me encuentro con la convocatoria "venid, hay poca gente" y acabo haciendo turno de barra otra vez, con bastante más gente pero menos dinero que el jueves (y mucho jovenzuelo, por lo que acabo pidiendo más veces el DNI que en el trabajo). Luego, aunque mi intención era la de salir por ahí, me encuentro con unos amigos y estamos de charleta hasta pasadas las 4, por lo que me acabo yendo directamente de la txozna a casa.
Domingo: El tema de dormir se me va un poco de las manos y me levanto a las 13:00. Para no perder del todo la mañana desayuno y me voy a nadar, a las nuevas piscinas de San Mamés. Maravilloso momento de microfelicidad cuando me doy cuenta de que tengo toda la piscina de chorros para mí solo. Por la tarde me voy al cine, a ver Los Goonies (que como la vi hace 30 años no me acordaba de prácticamente nada), y como no localizo a nadie en la lonja, pues vuelta a casa.
Eso ha sido más o menos mi semana grande de 2019.
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