Cuidado con caerte.
Con una premisa bastante interesante, un inicio potente y un desarrollo muy bien llevado, estamos ante una película que podría haber sido una maravilla de no ser por un final que para mi gusto es demasiado gatillazo, como si no supieran cómo cerrar la historia que han empezado a contar. Y es una pena, porque de haber conseguido cerrarse bien podría estar hablando de una obra maestra.
La premisa de la que hablaba es la siguiente: una especie de prisión distópica con un número inteterminado de niveles, con una jerarquía vertical, en la que cada nivel tiene dos reclusos que viven un poco peor que los del nivel superior, lo que siguiendo con la progresión genera unas desigualdades terroríficas entre los más favorecidos y los que menos (vaya, no se me ocurre a qué puede hacer referencia esta alegoría).
Con pocos medios y actores poco conocidos (yo solo conocía a Iván Massague), consigue crear una atmósfera opresiva, que te va atrapando y unos diálogos, sobre todo al principio , que son sublimes, con partes muy teatrales.
Puede resultar, si acaso, muy obvio el mensaje que encierra (bueno, encierra... lo saca a pasear al parque sin correa ni bozal) de las desigualdades sociales y el espíritu egoista del humano de sumisión al de arriba y machacar al de abajo, con actitudes tan mezquinas e insolidarias como "mientras yo esté bien, al resto que le peten" y cómo por desgracia muchas veces la coerción es necesaria para que el contrato social funcione.
Muy bien llevada, muy bien dirigida, pero con un final que se limita a descender, sin llegar nunca al fondo y nos deja un poco con las ganas, perdidos en la alegoría.
Una pena, aunque creo que a pesar de ello merece mucho la pena.
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