No dejemos que la realidad nos estropee un llamativo titular.
¿Nos hemos vuelto locos? ¿Hasta dónde dejaremos que nos invada la progresía con sus locuras? ¡Han profanado los sagrados clásicos de Disney, esto es peor que Fahrenheit 451!
Vale, ¿han dejado ya de llorar los nenes? ¿Puedo hablar?
Venga, pues versión corta: La noticia es FALSA.
Versión larga: La noticia es falsa, ya que Disney no ha bloqueado absolutamente nada. Lo que ha hecho es simplemente moverlo de categoría en su aplicación Disney+ y poner un disclaimer delante, lo que significa que si se entra desde la cuenta infantil, la de contenido para niños menores de 7 años, no aparecerán en el buscador. Pero si alguien se echa las manos a la cabeza porque un niño de 7 años necesite la supervisión de sus padres para ver algo en concreto, tal vez debería pensar si es buena idea dejar a niños menores de 7 años sin supervisión delante de la tele.
Además de eso, han puesto un cartel antes de la película (oh, el drama, un disclaimer), advirtiendo de lo siguiente:
Millenials descubren el Parental advisory.
Por si no se lee bien, reproduzco el texto aquí.
Este contenido incluye representaciones negativas o tratamiento inapropiado de personas o culturas. Estos estereotipos eran incorrectos entonces y lo son ahora. En lugar de eliminar este contenido, queremos reconocer su impacto nocivo, aprender y fomentar que se hable sobre él para crear entre todos un futuro más inclusivo.
Disney se compromete a crear historias con temas inspiradores y motivadores que reflejen la gran diversidad de la experiencia humana en todo el mundo.
Para descubrir cómo estas historias han supuesto un impacto en la sociedad, visita www.Disney.com/StoriesMatter
Vaya. Así que no es un manual de quemar libros, y tampoco un llamamiento a la policía de Disney para irrumpir a porrazos en las casas que osen presenciar las películas declaradas anatema, sino un nuevo ejemplo de gente rasgándose las vestiduras cada vez que toca revisarse las vergüenzas. Pero sin leerse más allá del titular, no vaya a ser que se enteren de qué va la feria.
Porque claro, mucho mejor quejarse y lloriquear en vez de dedicar dos minutos a ver qué es lo que ha pasado en realidad. Si en el fondo van a tener razón los que hablan de la generación de cristal, esa que se ofende por cualquier cosa. En este caso, por un cartel avisando de que las películas antiguas tenían dejes racistas.
No deja de ser poner sospecha en unas obras que los niños ven con toda la ilusión e inocencia del mundo y aquellos que se las ponen no tienen ni la más remota intención de adoctrinarlos.
ResponderEliminarRidiculizar a los que se ofenden es decirles: si te ofendes eres tonto, y no es respetar su libertad de expresión al manifestar su disconformidad.
Así que llamarles ofendiditos, no deja de ser otro estereotipo.
No estoy de acuerdo Disney y pondría perfectamente todas esas películas cualquier edad.
Es que efectivamente considero que el que se ofende porque Disney ponga un cartel informando sobre el contenido de la película no es propio de alguien con muchas luces. Libres son de expresarlo, por supuesto, que de eso va la libertad de expresión.
ResponderEliminarPero libre soy también yo de decir en mi blog la opinión que me merecen, que de eso también va la libertad de expresión.
Un saludo. :)
Zascaaaa
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