Tarde de parchís

¡Amarillo!

Tengo con los amigos un grupo de Whatsapp en el que solemos organizarnos para jugar a juegos de mesa entre semana, y normalmente solemos jugar a cosas de más enjundia. Pero sin saber muy bien cómo, alguien empezó con la coña de quedar para jugar a parchís, y más en broma que en serio (al menos por mi parte), le seguimos el rollo. Pues bien, hoy se ha plantado en la lonja con un flamante parchís nuevo, así que hemos tenido que jugar.

Creo que sobran las presentaciones sobre el juego, de modo que puedo hablar de la partida en sí, ya que de forma emocionante y agónica me he hecho con la victoria, cuando ya podía haber ganado cualquiera. Y eso que he empezado fatal (todos los jugadores habían sacado todas sus fichas y yo seguía sin sacar un triste cinco), pero ya sabemos que los dados son crueles y arbitrarios y la suerte va y viene, de modo que el equipo amarillo puede hoy subir otra victoria a su palmarés.