Veneciafrenia

Rigoletto y el Doctor: cuidado con ellos.

En este blog se tiene auténtica devoción por Alex de la Iglesia, director del que siempre espero mucho y nunca me decepciona, por lo que espero con ansia cada uno de sus estrenos y me lanzo al cine en cuanto salen. Esta vez toca el turno a una incursión de mi paisano por el giallo italiano, con un grupo de turistas en Venecia, donde la excesiva turistificación es parte importante de la película. Pero por lo que a los protagonistas acontece, se enfrentarán a unos peligrosos asesinos que, aprovechando la excusa del carnaval, se dedican a cometer sus crímenes a plena luz del día. 

A partir de ahí, con más peso en el terror generado por la confusión y la incomprensión que sufren los protagonistas, más que por la casquería (que la hay), la película nos lleva al terreno del suspense en el que tan bien se maneja De la Iglesia, haciendo de lo mundano grotesco y de lo grotesco terrorífico, muy en la línea de la excelente 30 Monedas, pero sin tanto elemento fantástico. Resulta además un lujo volver a ver en pantalla a todo un Armando de Razza, popularizado entre el público español por su inolvidable Cavan, siendo su inspector Brunelli uno de los pilares de la película.

Me ha gustado, aunque cojea donde suelen cojear a veces las películas de Álex, que es en no terminar de encontrar cierres para sus fabulosas puestas en escena, resultando aquí el final un tanto atropellado y anticlimático para mi gusto. Pero no por eso la película me ha decepcionado, lo que en su caso es mucho decir.