Triunvirato organizador.
Hoy tocaba levantarme pronto, pues a las 10:00 tenía que estar en Fnac, ya que había quedado con Víctor y Rodri, con quienes he organizado sendos torneos de Colonos de Catán y Carcassonne, clasificatorios para sus respectivos torneos nacionales.
Llegamos, colocamos las mesas con los tableros de Catán (tras ordenarlos, que el material facilitado por la editorial es caótico) y, como los jugadores son puntuales, a las 10:00 ya estaban rodando los dados. Mientras jugaban, hemos probado nosotros algunos juegos de mesa. Terminada la primera ronda, y antes de que se vayan los ya eliminados, hacemos el primer sorteo de regalos.
Más o menos hacia las 13:15 termina el torneo de Catan, entregamos premio, hacemos fotos y a comer. Unos pintxos por Jardines de Albia y un helado en el Alaska.
A las 15:45 de nuevo en Fnac, para organizar Carcassonne. Salvo un jugador que no aparece, los demás son puntuales, y las partidas son ágiles, resolviéndose algunas en 25 minutos. Otro sorteo, la finalísima de Carcassonne, con sus fotos y su entrega de premios, recogemos y a casa (es un decir, que nos vamos de poteo y acabo llegando a casa hace escasos diez minutos).
Lo mejor de esto, retomar la sensación de normalidad que da volver a hacer cosas presenciales y con público.
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