Fin de semana con una hora de más

El paseo perruno.

Una cosa que no me gusta nada de octubre es el cambio de hora, que hace que el sol se ponga una hora antes, ya que menos luz suele afectar a mi estado de ánimo. Pero es lo que hay, y con ello hay que lidiar.

Pero no solo ha sido más largo por eso, sino porque el viernes tenía cogido libre (colgajo vacacional que tenía que meter en algún sitio), y como coincide que esa noche dormí fatal, dediqué la mañana a descansar plácidamente.

Por la tarde a una cata de cervezas (yo no, pero la gente con la que estaba sí) y de ahí al cine, a ver Black Adam, que fue ya comentada.

Vamos al sábado, cuya mañana la dedico a jugar al Clone Wars, una suerte de Pandemic de Star Wars, y por la tarde más cine (El Cuarto Pasajero), con la clásica de ir a Megapark, ver la película y volver andando. Y ya por la noche, una partidilla al Smash Up! y luego de charleta hasta las tantas en el parque.

Domingo por la mañana me voy a dar un paseo y acabo volviendo a casa con un Machi Koro Legacy (un juego de mesa) bajo el brazo. Ya en casa como algo que tenía por el congelador (descongelándolo antes y eso) y por la tarde a jugar al Scythe, antes de escapar a casa, que mañana no tengo puente y me toca ir a trabajar.