Libérrima traduccion de Where the Crawdads Sing (Donde cantan los cangrejos).
Estados Unidos, finales de los años 60. En las marismas del sur profundo vive Kya, una chica ermitaña, que vive sin nadie más, y a la que la gente del pueblo teme y desprecia (spoiler, salvo algunos chicos, que como Kya está como un queso, tienen otros intereses más lúbricos), y cuando aparece muerto uno de esos chicos, todos los dedos señalan a Kya como sospechosa, y cuando es detenida empieza la historia, una bastante genérica sobre la vida y milagros de Kya, así como un thriller judicial, que se va alternando con los flashbacks.
Instalada en esa tierra de nadie de las películas que no son demasiado buenas ni demasiado malas, La chica salvaje tiene aires de telefilme bien hecho, y se nota descaradamente que busca la respuesta emotiva del espectador, con escenas que claramente quieren ser lacrimógenas.
No me parece especialmente destacable para bien ni para mal, quedándose en película correcta, de esas que sirven para pasar el rato y de la que probablemente dentro de un tiempo ni me acordaré.
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