Una semilla puede cambiarlo todo.
En un verano repleto de blockbusters aparece sin hacer demasiado ruido una película que, con algo más de promoción, podría jugar en la liga de las grandes, y es que esta película es un soplo de aire fresco al cine de ciencia ficción, sin ser un refrito, una adaptación o una secuela.
Nos traslada a un futuro distópico y postapocalíptico en el que la tierra se ha quedado hecha unos zorros y la humanidad se divide entre los pudientes, que viven en las ciudadelas, con sus esclavos sintéticos (Jacks) y los pobres, que viven en los yermos, y tienen que pagar a las ciudadelas un tributo de sangre (literal), a cambio de semillas. Para más inri, las semillas están genéticamente alteradas para ser estériles, generando así una dependencia perpetua a las ciudadelas, y está también la amenaza de los peregrinos, unos saqueadores que parecen una mezcla entre un jawa y un nazgûl cheposo, así como del propio entorno, lleno de fauna y flora hostil y peligrosa.
En este contexto tenemos a Vesper, una chica que vive con su padre, que está incapacitado y postrado en una cama, con su consciencia trasladada a un dron, y tiene como sueño el de encontrar la manera de trampear el sistema, para que las semillas de la ciudadela vuelvan a ser fértiles y poder así dejar de depender de ellos y que todo el mundo pueda comer.
Pero las cosas se complican cuando por una parte un incidente con los peregrinos obliga a Vesper a pedir ayuda a Jonas, el infame líder de la comunidad cercana, a la que gobierna con una cruel mano de hierro (maravilloso papel de Eddie Marsan, que nos tiene acostumbrados a verle en personajes apocados y asustadizos, y aquí da piel a un villano temible), y por otra, el hallazgo de una misteriosa habitante de la Ciudadela, a la que Vesper salva de morir, lo que tendrá implicaciones complicadas.
Una propuesta que combina con bastante gracia elementos típicos del género, añadiendo otros originales y dando lugar a una combinación muy atractiva, que añadida a una buena labor en la fotografía hace de Vesper una propuesta a tener en cuenta.
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