lunes, 27 de mayo de 2024

Heat

¡El coche verde celebra su victoria!

Heat (en inglés Heat, Pedal to the Metal) es un emocionante juego de mesa que simula con bastante gracia (no me atrevo a decir realismo) las carreras de Fórmula-1 de los años 60-70 (o eso parece por su estética), con un motor de gestión de cartas y mecánicas que logran una trepidante sensación de equilibrio en la que es muy difícil vaticinar el ganador hasta el último turno.

Además, el juego trae varios circuitos reales, lo que es un plus para los aficionados a las carreras de coches, y tiene un montón de circuitos creados por fans, lo que permite una enorme variabilidad.

Circuito de Bilbao, obra de Borja Ares.

Componentes del juego

Cada jugador tiene, además de su miniatura de coche, un marcador de marchas y su baraja de cartas (una de motor, un cero, tres unos, tres doses, tres treses, tres cuatros y un cinco), así como su tablero personal de jugador, que sirve también como hoja de referencia.

Jugando a Heat

Una vez elegido el circuito, cada jugador obtendrá, además de su baraja inicial, tanta cartas de motor y de estrés como marque este (que generalmente serán 3 de estrés y 6 de motor). Se determinará el jugador inicial y a correr.

Cada turno consta de 9 pasos, de los que los dos primeros se hacen simultáneamente, pero los demás en orden de jugadores. Esto es, todos hacen el paso uno, luego todos hacen el paso dos, y entonces el primer jugador hace los pasos del 3 al 9, luego el siguiente y así hasta que todos han terminado. Entonces se empieza un nuevo turno.

La parte de arriba del tableto de jugador nos indica los pasos.

1. Ajustar la marcha: Cada coche tiene su propia caja de cambios (tablero de jugador a la derecha), donde se marca la velocidad. En esta fase se puede subir o bajar una (o dejarla como está) sin coste, o bajar/subir dos de golpe, al coste de quemar motor, que consiste en coger una carta de motor (la carta rojiza que se ve en la pila central) y mandarla a descartes (la pila de la derecha).

2. Planificar movimiento: Aquí cada jugador coge de su mano (se empieza con 7 cartas, no lo había dicho) tantas cartas, de movimiento o estrés, como la velocidad a la que va. Ni más ni menos que su velocidad. Estas cartas serán lo que mueva.

3. Movimiento: La suma de las cartas que ha jugado será su velocidad, y el número de casillas que mueve. Si ha jugado cartas de estrés (las que tienen el simbolito +) mostrará cartas de su mazo (el montón de la izquierda) hasta que salga una de valor entre 1 y 4, y sumará ese número a su velocidad. Tantas como cartas de estrés haya jugado. Dicho de otra manera, una carta de estrés es jugar más o menos al azar una carta. Lo más importante: mueve tantas casullas como su velocidad.

Una carta de estrés.

4. Impulso para el último: El último jugador (los dos últimos en carreras de 5 o 6 coches) gana un punto, opcional, de velocidad y un enfriamiento gratuito. Puede elegir una opción, ambas o ninguna, y si elige coger la velocidad, moverá otra casilla.

5. Enfriamiento, calentamiento y forzado de motor: Aquí es cuando podemos enfriar cartas (si vamos últimos o estamos en primera o segunda marcha), que es descartar cartas de motor que tengamos en la mano y mandarlas a la pila central del tablero, y también tenemos la posibilidad de calentar motor (mandando a descartes una carta de motor de la pila central) para mostrar una carta de nuestro mazo y añadirla a nuestra velocidad, como si hubiéramos jugado una carta de estrés. Esto se puede hacer en cualquier orden, por lo que podríamos enfriar el motor primero y forzar después o viceversa.

6. Rebufo: Si terminamos el movimiento inmediatamente detrás o a la par de otro coche, podremos mover dos casillas extra (aunque esto no se considera velocidad, ahora explicaré qué relevancia tiene esto). Pero no se puede hacer más de un rebufo por turno.

7. Comprobar curva: En el tablero hay unas curvas marcadas, con una línea amarrilla gruesa y un velocímetro con un número. Esto representa que si vas muy rápido y te encuentras con una curva cerrada, la multa de la DGT es el menor de tus problemas. A los efectos de este juego si has cruzado una curva este turno, compruebas tu velocidad (es decir, lo que te has movido, pero sin contar el rebufo) y miras si es igual o menor que el número indicado en la curva. Si lo es no pasa nada, pero si tu velocdiad es superior, tienes que cubrir la diferencia quemando motor (recordemos, mandar cartas de la pila central a descarte). Y aquí es donde las cosas se pueden torcer, pues si se nos acaban las cartas de motor, el coche dará un trompo, con lo que se quedará clavado en la curva, bajará a primera y además ganaremos una o dos cartas de estrés (según sí íbamos en 1ª/2ª o 3ª/4ª), lo que técnicamente empeora nuestro coche.

8. Descartar: Aquí podemos deshacernos de las cartas que no nos gusten, pero no se pueden descartar ni las cartas de estrés (mala suerte, en algún momento habrá que jugarlas) ni las de motor.

9. Reponer mano: Robamos de nuestro mazo hasta tener 7 cartas. Si no quedan, se baraja la pila de descartes y creamos un nuevo mazo.

El juego acaba el turno en el que un jugador cruza por segunda vez la línea de meta, en el caso de que hayan sido varios, el que haya llegado más lejos.

Esto es más o menos Heat, un juego muy dinámico en el que puedes estar hundido un turno y remontar para acabar en cabeza y viceversa, que funciona muy bien en la mesa y consigue divertidos piques entre los jugadores. Existen reglas más avanzadas y un automa para jugar en solitario, pero todavía no los he podido probar.

De 1 a 6 jugadores, entre una hora y hora y media de duración.

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