Con la definitiva transformación de Russell Crowe en John Goodman.
Un grupo de marines tiene que irse a una misión de rescate a (tira los dados) Filipinas, donde unos malos muy malos (tira los dados), terroristas islámicos, tienen a su presa. Los marines son muy profesionales y muy preparados, pero como pasa siempre, la cosa se tuerce y caen todos menos el prota (el Hemsworth barato), que tiene que vivir su particular historia de un hombre contra un ejército. Los malos tienen la superiorad numérica, pero los buenos tienen al prota, a Russell Crowe haciendo teletrabajo y matando con drones, pero sobre todo tienen que son yankis, así que ya sabemos lo que va a pasar, inclyendo un final que en el mundo real jamás podría darse y que acabaría con un protagoniosta muerto y el otro en la cárcel. Pero sabíamos a lo que veníamos.
La película, no se lo puedo negar, entretiene, pero es inevitable pensar en ella como en la enésima versión recauchutada de la misma historia que ya nos han contado mil veces. Completamente genérica, y si bien se disfruta, es posible que de aquí a un mes me haya olvidado de ella.
Como cosa anecdótica, me hizo gracia el detalle de que los "buenos" vieran un partido de baloncesto por la tele, y en contraposición los malos vieran uno de fútbol. ¡Como debe ser! :D
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