Como Alba se va a estudiar fuera el año que viene y unas cuántas de sus amigas también, ha organizado hoy una merendola de despedida, que hemos tenido a bien celebrar en un parquecillo en Sestao.
En primer lugar nos hemos reunido en la salida de metro y hemos avanzado después, en larga caminata, hacia el parquecillo, atravesando calles, colinas y un campo de "minas", donde había que tener cuidado con dónde se pisaba.
Finalmente, hemos llegado al parquecillo, y tras las ruedas de repetir nuestros nombres hemos hecho recuento de los víveres, habiendo comida y bebida para un cuartel, tres regimientos y la población entera de varios países en vías de desarrollo. O sea, mucho y variado.
Tras una inicial deglución viveril, y tras una divertida sesión de "busca parecidos a todos los que aparecen en la orla del novio de Alba, Fran", Alba ha propuesto una partida de Hombres-Lobo de Castronegro (juego que ya menciono por segunda vez en este blog y que algún día debería tener entrada propia) y ya que era su fiesta, no era cosa de decirle que no, así que hemos organizado la timba de Castronegro, que nos ha tenido entretenidos, acusándonos y linchándonos alegremente los unos a los otros, hasta que ha llegado la hora de marchar.
Un plan divertido, a la altura de una anfitriona que nunca defrauda en sus celebraciones, y un placer haber conocido a quienes no conocía de antemano y haber visto a quienes llevaba tiempo sin ver, y en especial a Lisy y mis otras niñas.
Anda, qué majete que eres. :)
ResponderEliminarMe alegro de que lo pasaras bien. La gente de clase y algunos otros amiguetes ya me han dicho que también les gustó y que érais todos muy majetes.
A ver si cuendo vuelva organizo algo parecido, en plan "Bienvenido Mr. Marshall", pero sin tanto bailecito y cantecito.
¡¡Un besote!!