La Jill Valentine de Carrefour.
Versión corta: película de acción bastante mediocre, incluso a ratos aburrida, con algunas escenas que sí están muy bien, pero un desarrollo ridículo y abuso de algunos tropos un poco rancios, siendo simplemente la enésima historia de venganza violenta que no aporta nada y en la que la potencia de las escenas de acción no llega a tapar el despropósito.
Versión larga: Katrina es una militar francesa que no gana para disgustos. Primero le toca ir, como parte de la operación Centinela, a un país de Oriente Medio en conflicto, donde ve morir de forma horrible a un compañero. Pero por si fuera poco, al volver a Francia tiene que lidiar con sus traumas de guerra y un día se va de fiesta con su hermana. Esta deja a Katrina colgada como una percha por irse con unos tipos chungos, y de paso sirve de excusa para la escena de ligoteo de Katrina y poder enseñar un poco de carnaza de forma gratuita.
Pero no, no es de su hermana de quien se va a vengar Katrina, que lo de que te dejen tirado en una discoteca está feo, pero no es para tanto. Peor es lo de los tipos que han tenido la ocurrencia violar y dejar en coma a la hermana de Katrina. Eso sí está mal.
Eso lleva a que Katrina se dedicará a investigar por su cuenta lo sucedido, y descubrirá que el tipo con el que se fue su hermana es un niño rico, hijo de una especie de Steve Jobs ruso, millonario, malvado e intocable. Pero no pasa nada, pues la trama está al servicio de las escenas de acción, y ahí tenemos topicazos, como que ella se pueda colar en la mansión de un muchimillonario como quien se cuela en el autobús urbano, o la del hospital, en la que Katrina está en el hospital, su hermana sufre una embolia, Katrina echa a correr en una dirección completamente aleatoria y cuando llega a la sala de los trastos, se encuentra con la sicaria que ha intentado matar a su hermana. Pero bueno, no pasa nada, ya que si sirve como excusa para una pelea espectacular, bienvenido sea. De hecho, esa y la pelea en la discoteca son lo mejor de la película.
En cuanto a lo peor, pues en general la trama que hace agua por muchos lados, con cosas que no se sostienen y esa sensación de que es todo tan inconsistente, que no importa lo que haga la protagonista, nada tiene consecuencias. ¿Que está a punto de matar a un civil en la playa de Niza a plena luz del día? Aquí no pasa nada. ¿Que apunta con un arma a un niño en la calle? Un mal día en el trabajo lo tiene cualquiera. ¿Que desobedece a sus superiores y roba armamento militar? Bueno, no es peor que si yo me llevo bolígrafos de la oficina a casa. Y todo esto nos lleva a que si el final tiene poco sentido, el epílogo todavía tenga menos.
Valoración: nivel telefilme de sobremesa de Antena 3.
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