Los tres mosqueteros: D'Artagnan

¿Y el resto de la película?

Resulta un poco frustrante ir al cine y encontrarte con que has ido a ver media película. Planteada para ser contada en dos actos, esta versión del relato de Dumas, mil veces llevada a la pantalla, termina con un cliffhanger del tamaño de Orleans, si bien este aparece cuando la película ya empezaba a hacerse un poco pesada, de modo que acaba siendo más liberador que molesto. Y también es cierto que un poco de culpa la tengo yo, por no haberme informado antes.

Debo decir, no obstante, que en líneas generales no resulta terrible si la juzgamos como producto de entretenimiento, pues tiene escenas interesantes, y los mosqueteros (salvo D´Artagnan) tienen bastante carisma. Pero ahí acaba la cosa, pues la película parece más interesada en ir colocando escenas trepidantes o tensas que en contar una historia, y además tampoco termina de sacar al trio de espadachines todo el jugo que se le podría sacar. Y los villanos, con todavía menos carisma (salvo Eva Green, que básicamente hace de Eva Green), hacen que esto se convierta en un trámite, industrial y olvidable.

¿Veré la segunda parte? Supongo que sí, que aún y con todo es pasable, pero iré sin grandes expectativas y un día que no tenga nada mejor que hacer, que es en realidad como he ido a ver esta.

Fatum

En este blog se respeta a don Luis López Tosar.

Como hiciera en Quien a hierro mata, Juan Galiñanes vuelve a mandar a Luis Tosar al hospital (técnicamente aquello era una residencia, pero que eso no me pise la broma), aunque en circunstancias muy diferentes. Aquí es Sergio, un hombre que tras sufrir las consecuencias de un tenso atraco con rehenes, chantajea a Pablo (Álex García), un francotirador del CNP, para que le ayude a llevar a cabo su venganza (se ve que a Galiñanes le gusta el Tosar rencoroso).

Antes de contar más sobre el argumento, he de decir que, en líneas generales, me pareció una película que combina muy bien el thriller con el drama, que consigue que la tensión se corte con un cuchillo en los momentos delicados, y también logra transmitir las emociones que tiene que transmitir cuando se va a la parte del drama, y de lo que pasa en la vida de los personajes. A decir verdad, tampoco es que el argumento tenga grandes sorpresas ni giros, pero ya que yo tuve la suerte de verla sin saber absolutamente nada de ella y pude irlo descubriendo a medida que avanzaba la película, dejo que otros hagan lo mismo.

La historia se divide básicamente en dos actos centrales. Tras la presentación de los personajes, aparentemente sin conexiones (de Tosar sabemos que es el clásico perdedor liante, que cada vez que le das una oportunidad la caga, y de Álex García que es un hombre preocupado por la enfermedad de su hijo), la acción se traslada a una casa de apuestas, donde un atraco provoca una situación con rehenes. El segundo acto, y en realidad la parte nuclear de la película, es lo que sucede tras el atraco, sus consecuencias, y las decisiones que tienen que tomar sus personajes con respecto a ellas.

Contento con ella.

¿Vuelve Series.ly?

La nueva interfaz.

Veo hoy la noticia de que esta popular web, que en su día fuera un referente en el tema de ver series gratis en Internet, vuelve a la carga tras ser sus responsables absueltos en vía judicial. 

Lo cierto es que desde que tengo alternativas de pago apenas he vuelto a ver nada en este tipo de páginas, y programas como Emule o Torrent no tienen cabida en mi ordenador, pero es cierto que es una web que en su momento me proporcionó muchas alegrías y horas de diversión, y que gracias a ella pude descubrir muchas series que de otra manera no habría podido ver, de modo que, aunque en realidad ya no me afecta, me alegra la noticia.

Despedida literaria

¡Hasta siempre!

La semana pasada supimos, y aquí lo comenté, que este sábado cierra la emblemática librería Maceda, y no quería que eso pasara sin vistarla una última vez, de modo que ahí hemos ido mi señora novia y yo, a por una última visita, con su correspondiente compra. Yo me he llevado un par de libros y un cómic, y ella... bueno, ya no necesita comprar pesas.

Luego un paseo aprovechando que hacía bueno, un poco de terraceo y a casa.

¡Vaya vacaciones!

Si lo piensas, esto en el fondo es una película de terror.

Hay una realidad, aunque no la viví como niño, y es extremadamente improbable que la llegue a vivir como adulto, que es la de los padres que usan a los abuelos como si fueran una guardería 24 horas y dejan en sus manos la crianza. 

Esa realidad es la que, en clave de comedia, da pie a esta historia, en la que un matrimonio de jubilados ve sus planes vacacionales frustrados cuando les encaloman a traición los nietos (porque los padres quieren, a su vez, irse de viaje), y como los abuelos no quieren renunciar a sus vacaciones, idean un plan descabellado, de esos que en una comedia dan juego y que en la vida real terminarían en los juzgados: putear a los nietos para que quieran irse con sus padres y así los dejen tranquilos.

El resultado, una película simpaticona, sin más que aportar que una tarde entretenida y la vis cómica de sus actores, desembocando en un final previsible pero buenrollista, fiel al esquema de este tipo de películas. 

Lo que ofrece es lo que da, y eso para mí es una virtud.

Bu 16.0

Referencia a Dragon Ball porque sí.

Otro año más, y este blog que se va acercando a la mayoría de edad. Lejanos me pillan ya los tiempos de Lakua, tanto que si contamos el tiempo transcurrido, el lanzamiento de este blog está más cerca de cosas como la disolución del Pacto de Varsovia que de hoy. 

Casi nada.

La salud mental desde el cómic autobiográfico

Cómics analizados.

Un evento para el que no me he tenido que desplazar mucho, pues era literalmente en el mismo edificio en el que trabajo, ha sido una charla sobre el tema que indica el título, dada por Begoña Pérez Sánchez, experta en ambas materias (cómic y salud mental), en la que nos ha hablado de una serie de obras, concretamente las que se ven en la imagen, con el denominador común de ser creados por personas que sufren o han sufrido problemas de salud mental y algunos otros, creados desde la perspectiva de profesionales del tema. 

Interesante, didáctico y con alguna novedad para la lista de deseos.

Primer fin de semana con 45

Observando sin convicción la tirada de dardos.

Bueno, pues otro fin de semana que se va, y toca reseñarlo. Y esto empieza el viernes, donde lo más destacado es que empiezo a jugar A plague Tale: Requiem, secuela de Plague Tale: Innocence, y luego me voy a la lonja, donde teníamos reunión de la junta directiva de Abaco.

El sábado por la mañana una de pintxopote y paseo con mi señora, y por la tarde rol, empezando This is the way, campaña de Fate Acelerado en la que todos somos mandalorianos novatos. Por la noche a la otra lonja, la de Moskotarrak, donde había varios cumpleaños, bebida, comida en grandes cantidades y dardos. ¿Qué podría salir mal?

El domingo por la mañana tocaba plan familiar, pues estaba el doble concierto de Amustei (con mi primo Joseba al teclado) y Harria (con mi primo Aitor como voz cantante) en el bar del museo marítimo. Luego comida en el Wok de Zubiarte (que era lo único abierto que hemos encontrado a las 4 de la tarde de un domingo) y tras las despedidas, paseo por el Arenal, viendo las casetas del Día del libro, merienda y a casa.

Fechas para TdN 2023

Ayer se anunció.

El que para mí es el evento más importante del verano, las jornadas Tierra de Nadie, ya tienen fecha oficial. Como era de esperar, serán del 3 al 7 de agosto, y este año además tengo la suerte de que no voy a tener que pegarme con nadie para conseguir esos días de vacaciones, de modo que tocará ir ya mirando vuelos a Málaga. Es para una cosa. 

Hay cosas que no por esperadas nos alegran menos el día.

Cierra la librería Maceda

Pasé muchas horas ahí dentro.

Poca gente que no sea de Biblao habrá oído hablar de ella, pero aunque hacía mucho que no pasaba por ahí, esta librería de Santutxu tiene un significado muy especial para mí, y es que es una librería a la que, por cercanía, iba bastante, sobre todo en mi adolescencia, pues fue el primer sitio en el que compré un libros de rol, y pasaba tardes enteras hojeando, casi hasta leer enteros, muchos de sus libros.

Hoy leo, no sin pena, que tras 40 años de actividad, cesa el negocio por jubilación del dueño. Siempre es una pena que cierre una librería, pero en este caso, la pena es un poco más grande.

Le deseo la mejor de las suertes a José Manuel en su jubilación, y le doy mi agradecimiento por haber contribuido a difundir la lectura.

Super Mario Bros: La película

En realidad debería haber sido Peach: La película.

Parece que atrás quedaron los tiempos en los que "adaptación de videojuego" era automáticamente sinónimo de "ponzoña de película". Seguirá habiendo, por supuesto, adaptaciones de videojugo que den vergüenza ajena, pero poco a poco han ido saliendo las suficientes excepciones a esta norma como para dar al subgénero un voto de confianza, y esta adaptación de los hermanos fontaneros es una de ellas. 

Una película muy simpática y divertida, repleto de guiños y fanservice, que ha conseguido ganarse las simpatías del público y no decepcionar a nadie (claro que el listón de su antecesora de los 90 tampoco es que estuviera muy alto), y que deja con ganas de una secuela, que vista la (por otra parte previsible) escena postcréditos, tiene pinta de que habrá.

Visualmente es una pasada (aunque el diseño de Peach era un poco raro) y en el apartado sonoro me encantó cómo introducen las sintonías clásicas de los videojuegos. Las escenas de acción son varias y trepidantes, logrando colar de forma muy orgánica los saltos y las plataformas tan característicos del juego.

Me gustaron también los personajes, a los que consiguen dotar de gran carisma, y en especial Peach, que se come la película, dejando de ser ese florero bonito que es en los juegos y convirtiéndose aquí en la heroína resolutiva que se come la pantalla. A eso le añadimos secundarios con bastante salero, como Donkey Kong (esto no me lo esperaba) y Toad, y tenemos un grupete entrañable. 

Muy contento con ella, la verdad. 

45

Que nadie piense cosas raras. Simplemente elegí la imagen porque es la referencia más obvia al número 45.

Día de renta

Las oficinas de Hacienda hoy.

17 de abril. Da comienzo la campaña de la renta 2022, lo que significa dos cosas.Una es que por fin puedo presentar la declaración de la Renta, para que Hacienda me devuelva el dinero (que al estar pagando hipoteca es una cantidad maja, como medio sueldo) y dos, que como el resto de la gente quiere lo mismo, el servvicio se satura. 

Esta saturación del servicio me afecta por partida doble. Una, fácilmente solucionada, es que como contribuyente he tenido que sufrir unas cuántas caídas de la web, hasta que al final he podido hacer mis derebes tributarios, pero la otra es que como tengo a bien trabajar en la misma santa casa que lleva el tema, esto me salpica, pues pese a que no trabajo en la sección de IRPF, sí en atención ciudadana, por lo que el bombardeo de llamadas era constante. Pero eso no era lo peor, ya que la saturación de la web nos ha provocado una caída del sistema que nos ha tenido cerca de una hora mirando la pantalla. Mientras los teléfonos no dejaban de sonar.

También diré que ni por asomo ha sido tan horrible como la campaña de hace 2 años. A ver si no me tengo que tragar mis palabras esta semana.

Fin de semana con viaje desastroso

Comida con vistas (Pico de la Miel, Asperilla).

Fin de semana postómicron y mi último fin de semana con 44 años. El viernes fue bastante tranquilito, en casa viendo capítulos de la 3ª temporada de El mandaloriano (la 4ª si contamos El libro de Boba Fett) y luego paseo más cena con mi señora novia, pero sin retirarme demasiado tarde, que el sábado me tenía que levantar más o menos pronto. 

El motivo por el que me tenía que retirar pronto el viernes era que el sábado tocaba coger un autobús a las 10 de la mañana, pues me había apuntado al viaje a Fuenlabrada que organizaba una peña del Bilbao Basket. El viaje, salvo por la gente que se cree que viaja sola y se dedica a hablar a gritos, para todo el autobús, fue bastante cómodo, ya que tuve la suerte de coger asiento doble, y la comida estuvo muy bien, ya que era tipo picnic, todos los del viaje en alegre compañía (mis aplausos a los organizadores). 

Del partido no voy a hablar, ya que fue un verdadero despropósito, en el que el único mérito del Bilbao Basket fue romper la racha de 19 derrotas consecutivas del Fuenlabrada, que algún día tenía que ganar y fue a nosotros. El viaje de vuelta, menos animado de lo que habría estado de ganar, fue cómodo (nuevamente, a pesar de los gritones), y a las 2 o así estaba ya en casa.

Hoy domingo, por la mañana visita al mercado medieval de Irala (bastante más reducido que otros años), comer algo por ahí y por la tarde rol con otra sesión de la Gran Campaña de Pendragon.

Eso ha sido.

A Fuenlabrada

Ahí voy a estar (viendo, no jugando).

Ahora mismo no me acuerdo de cuándo fue la última vez que salí con el equipo a ver un partido fuera, pero hoy toca. Sin la presión del resultado, ni para nosotros (salvados) ni por desgracia para Fuenlabrada (desahuciados), hoy toca disfrutar del viaje y del ambiente. A ver qué tal.

Severance

El trabajo es lo único que tiene en su cabeza.

En un futuro indeterminado pero cercano, una gran empresa desarrolla una nueva tecnología y la aplica a sus empleados. Lo que hace es que al entrar al trabajo se les borran todos sus recuerdos anterores, y cuando salen pierden todos los recuerdos del trabajo, de manera que su personalidad se desdobla en dos, y es como si hubiera dos personas completamente distintas en un mismo cuerpo. Una llevando una vida más o menos normal y la otra condenada a una vida de eterno trabajo. 

Esta, que podría dar pie a un capítulo de Black Mirror, es la premisa de esta genial serie, que nos ofrece un planteamiento diabólico, cuya estética de apariencia amable hace que resulte todavía más perturbadora, como esos cuadros en los que encuentras cosas más terribles cuanto más los miras. Escenas, como la de la fiesta del jazz, consiguen ser completamente inquietantes (fabuloso Tramell Tillman, aunque todos los actores bordan sus papeles).

La historia nos va soltando la información de manera que queremos saber más (plantándonos en el último capítulo un cliffhanger del tamaño de Alabama) y haciendo mucho hincapié en la pregunta de quiénes somos. ¿Sería yo la misma persona si no recordara nada de lo que he hecho ni a quién he conocido?

Pero dentro de la genialidad que es esta serie, debo quitarme el sombrero ante lo milimétricamente medida que parece en ocasiones, cómo consigue dejarnos delante de las narices pistas de lo que va a pasar sin que nos demos cuenta, y el grado de atención al detalle, como explican muy bien en este interesantísimo artículo, que recomiendo leer a quien haya visto la serie y desaconsejo a quien aún no lo haya hecho. 

Una de las mejores series de 2022, aunque o la haya visto ahora (le tenía echado el ojo desde verano, pero no ha sido hasta ahora, que me he suscrito a AppleTV), y diría que la que más me ha gustado de lo que llevo de 2023.

Muy recomendable.

De caperucita a loba

En solo seis tíos.

Marta González de Vega, guionista habitual de las comedias familiares de Santiago Segura (subgénero que, con sus defectos, confieso que me entretiene) y actriz habitual, se anima aquí a llevar a la pantalla grande y protagonizar su novela homónima, ya llevada al teatro, para ofrecer este pasarratos anodino que al menos cumple con su tarea de entretener. 

En una suerte de mezcla de tienda de todo a 100 de Amelie y El diario de Bridget Jones, nos cuenta las patéticas peripecias de una mujer al borde de los 40, sus desventuras amorosas y su epifanía al darse cuenta de que cuando tu vida es un chiste y es mejor tomarse las cosas a cachondeo. Todo ello regado con psicodelia, rupturas de la cuarta pared y el reparto plagado de los clásicos amiguetes.

Pocas sorpresas aquí, hay que saber lo que se va a ver. Una película llevadera, con algún momento más o menos gracioso y una historia totalmente olvidable, un poco como si hubieran llevado a la gran pantalla el típico monólogo de la Chocita del loro.

Indiana Jones and the Dial of Destiny | Teaser Trailer

Vale, no es nuevo, pero yo lo vi el otro día por primera vez y ya estoy con la ilusión de un niño pequeño.

Dungeons&Dragons: Honor entre ladrones

¡Tirad iniciativa!

Es verdad que el listón de películas basadas en el juego de rol más famoso del mundo (sic) no estaba muy alto con el despropósito de 2000 (¿por qué, Jeremy Irons, por qué?), pero esta sí que es un motivo para salir contento del cine, ya que es una divertidísima película de acción, aventuras y humor, con toques de heist movie, repleta de personajes carismáticos y que atrapa a la perfección la esencia de las partidas de rol. Además, consigue ser lo suficientemente autocontenida como para gustar a alguien que no haya jugado nunca (yo mismo, que pese a llevar más de 30 años jugando a rol apenas juego a D&D la disfruté como un gorrino) o no conozca el mundo de los Reinos Olvidados, siendo las referencias a Faerun píldoras muy disfutables, pero que no lastran en absoluto al espectador profano.

Alejándose de la alta fantasía y la epopeya, nos planta la típica historia de granujas y perdedores metidos a héroes, en una historia que parece venirles grande, pero donde acaban triunfando (no sin esfuerzo), y la gracia está precisamente en que cometen errores, llevan a cabo planes que fallan y a veces pierden peleas, todo ello sin perder un ápice de molonidad. Es también de agradecer que sean capaces de plantar una historia de mera camaradería entre los dos personajes principales, sin tener que recurrir al romance forzado "porque toca" y consiguiendo que los lazos que se forjan entre ellos den lugar a momentos muy bonitos.

Otro detalle que es puro fanservice y que me encantó, fue el nada sutil guiño a la serie animada Dragones y Mazmorras, que casi me hace ponerme a aplaudir en la sala de cine.

En resumen, una película muy acertada y la esperanza de que haya una secuela. O, como suele decirse después de una buena sesión de rol, ¿cuándo quedamos para jugar la siguiente?

Omicrónica 2023

Haciendo el tonto, para variar.

Parcialmente recuperado del cansancio, pues mis lumbares se pusieron esta noche a comentar las mejores jugadas del desmontaje, procedo a narrar lo que fueron para mí estas jornadas Omicron, que han sido bastante atípicas.

En primer lugar, fueron atípicas porque hasta hace bien poco no contábamos con que se fueran a poder hacer, y las hemos tenido que hacer a la carrera, con el handicap añadido de estar oxidados por 3 años de inactividad.

Pero bueno, salieron y ahí estaba el miércoles cuando salí de trabajar echando una mano en el montaje, embalando juegos y material para llevar a Zalla, y una vez allí, instalarme en la pensión, cenar algo y seguir currando, dando de alta juegos en el sistema. 

El jueves por la mañana, sin haber dormido especialmente bien (camas duras y frío en la pensión), toca el turno de la mañana del jueves, que contra todo pronóstico resulta ser la franja más exitosa y concurrida, de tal manera que a las 11:30 ya no quedaban mesas libres.

De lo más reseñable ese día, que dirijo el vivo de Grease y luego toca ir de fiesta, y acabamos de charleta con unos borrachos del pueblo a las 4 de la mañana.

El viernes no llego a dirigir mi partida Fuego en el desierto, por falta de gente, así que me dedico a revolotear por las mesas, explicando juegos a los asistentes y echando alguna partida suelta (a destacar una épica victoria al Catán y una derrota sin paliativos en Fórmula Dé). Por la noche no tengo turno, pero como tampoco tengo nada que hacer, y la cosa está muy tranquila (estas jornadas han sido, con diferencia, mucho más diurnas que nocturnas), me acabo quedando en la zona de organización, arreglando el mundo hasta la hora de ir a dormir.

El sábado un poco parecido que el viernes, con partidas, que recuerde, de Marvel Champions, Las ruinas perdidas de Arnak y Dune Imperium, con sendas victorias. Y por la noche la fiesta de las jornadas, hasta las 6 de la mañana.

Ya el domingo, me levanto a las 11 algo resacoso (no entiendo muy bien por qué), desayuno y me pongo en marcha para ir haciendo cosas de desmontaje. Como comenté ayer, sin parar casi hasta las 20, que por fin nos vamos a por las tradicionales pizzas.

Si dentro de un año repetimos, os hablaré de #omicron2024.

De vuelta de #omicron2023

Por fin lo dejamos vacío.

Ya estoy en casa, después del que sin duda es el día más duro de las jornadas Omicron; el desmontaje. Desde que me he levantado (a las 11, que ayer hubo jarana) hasta prácticamente las 20:00 no he parado, pues son muchas las cosas que hay que hacer, como plegar y guardar mesas y sillas, embalar juegos, dejarlo todo más o menos limpio (lo de la foto, aunque con ayuda, lo he barrido yo), y luego en Bilbao volver a dejar las cosas en su sitio.

Una labor agotadora, pero si sirve para que la gente disfrute de las jornadas, tanto como yo disfruto otras, bienvenido sea. Además, han sido unas jornadas atípicas, porque entre la falta de tiempo para organizar y la práctica que habíamos perdido, esperábamos que iban a ser un poco desastrosas, pero a pesar de no ser ideales han acabado resultando unas Omicron bastante dignas. Mañana, si me veo con ganas, me explayo un poco más.

Cerrado por omicrones

Ahí me voy a pasar los siguientes cuatro días.

4 años después, me voy a Zalla a pasar la Semana Santa. Ahora a la lonja, para terminar de embalar las cosas y luego allí a seguir haciendo cosas, aunque hoy tocará una pronta retirada, pues mañana he de estar ya en marcha a las 8 de la mañana, para hacer el primer turno. 

A ver qué tal salen.

¡García!

El título es obviamente un aliciente.

Basada en el cómic homónimo, nos cuenta la historia de García, un superespía de la época franquista que tras pasarse décadas congelado despierta en la actualidad (¿alguien dijo "Capitán América"?) y se tiene que aliar con la periodista metomentodo que lo ha despertado por casualidad, para enfrentarse a una peligrosa conspiración, con malos muy malos e incluso supersoldados y científicos nazis.

Con un aire completamente pulp, esta es una serie ligerita de aventuras, con alguna cosa un poco mejorable (no pude con la actuación de Veki Velilla, demasiado recargada), pero que en general entretiene, y le dan un punto de personalidad propia algunos detalles muy carpetovetónicos, tales como que la base ultrasecreta donde permanece congelado García esté, dónde si no, en el Valle de los Caídos.

6 capítulos y un final abierto de una serie que no rompe esquemas pero se puede disfrutar.

Oso Vicioso

En inglés, Cocaine Bear.

La avioneta de unos narcotraficantes sobrevuela un parque natural, y cuando deja caer su mercancía (varios kilos de cocaína), estos van a parar a las inmediaciones de un enorme oso negro. Y de la misma manera que un humano puesto de coca se vuelve hiperactivo e incluso agresivo, aquí sucede eso, pero con una mole de pelo, colmillos y garras, que hará las delicias de los excursionistas, a la par que hay una trama de hampones de medio pelo buscando la droga. 

El resultado es una absoluta mamarrachada que combina clichés del cine de acción y del cine de terror de forma solvente, que no llega a enamorar pero entretiene, y es tan honesta con su premisa que se le perdonan sus obvios y esperables defectos. 

No es una genialidad, y tal vez no llega a saar todo el potencial que daba de sí una premisa tan gamberra, pero funciona correctamente

Finde preomicronero

A falta de una foto mejor, esta de los jugadores del Bilbao Basket celebrando la victoria.

Otro fin de semana que se nos va. Empieza el viernes, con algo de vagueo frente al ordenador (Pathfinder: War of the Righteous) antes de ir a la lonja a dejar cosas de los patrocinadores de las jornadas. Allí cojo a un par de socios y nos vamos a degustar unas patatas con bacon y queso en un sitio que había cerca de mi antigua casa, mientras arreglamos el mundo. Y para terminar de arreglar las cosas, tocaba solucionar una carencia, pues mi señora novia nunca había visto La jungla de cristal, cosa a la que ponemos remedio gracias a Disney+.

El sábado por la mañana lo dedico básicamente al tocamiento nasal y hacer la compra. Por la tarde voy al cine, a ver Oso Vicioso (Cocaine Bear) y luego acompaño a mi señora a ver una procesión de semana santa, antes de subir a Miribilla, donde disfruto de la victoria de mi equipo y por el camino me ceno un taco antes de retirarme a casa.

El domingo por la mañana más cosas de semana santa, viendo la procesión del borriquito y por la tarde formación previa de Omicron. Terminada esta una partida al Pelusas, luego una de charleta en un banco y finalmente a casa, que mañana toca madrugar.

Victoria contra los maños y equipo salvado

Hoy Reyes ha sido el rey.

El marcador final no termina de explicar bien lo sucedido durante un partido que servía para vengarnos de la paliza del año pasado y para conseguir la 11ª victoria, que sella la permanencia (en realidad este año tiene pinta de valer con menos, pero suele ser la cifra en la que normalmente está la salvación). Al descanso un pírrico 33-24 era la muestra de un partido de más acierto en defensa que en ataque (Zaragoza no metía triples ni con receta médica), y casi todo el rato ha estado Bilbao Basket en esa horquilla de 7-11 puntos arriba, pese a que cerca de terminar el último cuarto, Zaragoza ha pasado de ir 15 abajo a empatar.

Pero vamos al principio. En un partido en el que los dos equipos, prácticamente salvados, sabían que no se jugaban gran cosa, y tenían además unos cuántos lesionados (por nuestra parte Withey, Hakanson y Francis Alonso, que se ha unido a la fiesta de la enfermería durante el partido). Ha empezado tímidamente a ponerse delante Zaragoza, llegando a ir 6 arriba (6-12), pero entonces ha metido una velocidad más Bilbao Basket, y con los triples de Reyes ha terminado el 1º cuarto ganando (18-16).

En el segundo, una gran ventaja que dejaba a Zaragoza a 8, nos mandaba con 9 de ventaja al descanso, y esta cantidad iba creciendo, gracias a Smith, que ha despertado, hasta que al Zaragoza le han empezado a entrar los triples y han empatado a 46.

Saltaban las alarmas en Miribilla, con Alonso roto, Radicevic inoperante, Rabaseda amenazado por las faltas y un quinteto de circunstancias; Ubal-Barandalla-Reyes-Andersson-Kyser. Pero cuando peor pintaba la cosa, Ubal se saca una falta de tres tiros de la chistera, Reyes mete un par de canastas y conseguimos meter un parcial de 10-1, si no me fallan los cálculos, para llegar 56-47 al último cuarto.

Y cuando parecía que el equipo iba a empezar a dar muestras de desgaste, ha llegado el vendaval de los Men in Black, que con ventajas de hasta 16 puntos (gracias en parte a que Radicevic ha despertado y se ha acordado de que es jugador de baloncesto) han terminado por finiquitar el partido, y de paso la permanencia.