Tosar, siempre bien.
El portero de Mientras Duermes se sacó la carrera de enfermería, se trasladó a Galicia y se casó. Allí, encontró trabajo en una residencia, donde se dedica a putear al malo de Fariña.
Esta podría ser la sinopsis oficiosa de este thriller de Paco Plaza en el que Luis Tosar da vida a un personaje muy oscuro, con unas motivaciones y un proceder que generan la duda, sobre el cruel trato que dispensa a un narco ya senil, ya difunto, pero que tampoco lo pone fácil para que se empatice con él. También nos cuenta la historia cruzada de la trama mafiosa con los hijos del narco, continuando con su legado y en una guerra de bandas en la que pasa lo mismo, que son personajes con los que llegas a empatizar, pero no. O, mejor dicho, tal vez se consigue empatizar, entendiendo que eso no significa tener ni la más mínima simpatía por ellos, y vemos que ser un completo hijo de puta no impide sufrir. Ojo, que nadie piense que eso blanquea a nadie, porque también nos enseña que ser víctima no impide ser un despreciable cabrón. No son cosas incompatibles.
Como trailer está muy bien llevado, con escenas muy potentes y una tensión cinematográficamente muy de mi agrado, y logra que pese a ser más o menos previsible, el interés no se pierda. Le falla, en mi opinión, que tiene cosas puntuales, pero vitales para la trama, que chirrían demasiado. Chirría la forma de actuar del protagonista en cierta escena que implica un accidente de tráfico y chirría la patada jurídica que se marca la película con el tema de cierta herencia. Y, bueno, a juzgar por el rechinar de dientes de mi compañera de visionado de película mientras la veía, también se toma sus columpiadas en cuanto a la labor de enfermería que es el motor de la película. Y me da rabia, porque algunos de esos detalles son muy difíciles de pasar por alto, ya que el desenlace es consecuencia directa de ello, pero si me quedo con lo bueno, es una película bastante bien llevada. Aunque también muy sádica, con un Paco Plaza que se queda a gusto y a ratos hace que [REC·] parezca un capítulo de Aquí no hay quien viva.
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