Habitación Perdida es una miniserie que fue emitida hace un tiempo por Cuatro, que sin ser nada del otro mundo se deja ver, ya que entretenida es, y la premisa de la que parte es bastante curiosa. Eso, unido a que es bastante cortita (6 capítulos de 40 minutos cada uno) la convierte en una opción válida para pasar el rato.
La serie, eso sí, no es ninguna maravilla, e incluso se podría decir que a veces es bastante cutre, pues narrativamente es bastante chapucera, hay muchas cosas que se quedan colgando (con un final más abierto que las víctimas de Jack el Destripador) y los personajes son bastante sosos, salvo Wally Jabrowski, que es para mi gusto el mejor de la serie.
Lo dicho, si no esperas mucho de ella, puede estar bien, porque si no, hay partes, y en especial el último episodio, pueden dar ganas de tirar un zapato a la pantalla.
La serie trata sobre una misteriosa llave, que permite acceder a una mágica habitación de motel, que resulta ser un portal dimensional, ya que con la llave se puede acceder a la habitación desde cualquier puerta, y desde la habitación se puede salir a cualquier puerta en la que se haya estado antes.
Pero resulta que la llave no es el único Objeto (así con mayúsculas) que posee facultades mágicas, ya que todo lo que había allí tiene sus facultades, y así nos topamos con un bolígrafo que quema cosas, un billete de autobús que teletransporta a un lugar perdido en el culo del mundo, una petaca que quita la respiración, unas tijeras que hacen dar vueltas... y así unos cuántos. Algunos útiles y otros totalmente absurdos.
Como es de prever (y en esta serie hay muchas cosas que lo son) hay mucha gente interesada en los Objetos, y sobre todo en la llave, que cae en manos del agente Joe Miller (interpretado por Peter Krause, conocido por su papel en "A 2 metros bajo tierra") y toda una ralea de malos, entre los que destaca Kevin Pollack (le vimos en "Sospechosos Habituales") le persiguen para hacerse con la llave. Aunque a decir verdad, la mayoría de los malos resultan ser bastante ridículos.
Lo dicho, la serie cojea en muchos aspectos, y si me pongo a sacarle fallos me puede salir una entrada kilométrica (y repleta de spoilers) pero como es entretenida, y además la idea, aunque torpemente desarrollada, es muy buena, pues la serie pasa el filtro del aprobado.
Respecto a segunda temporada, no sé si la harán o no (me suena haber leído por algún sitio que sí) pero lo cierto es que se presta a ello, y sería bastante necesario, ya que quedan en el aire demasiadas incógnitas y demasiadas tramas inconclusas.
Y ya que estamos, me pregunto yo. ¿Cómo narices lo hizo para descubrir cómo funcionaba la moneda?
La serie, eso sí, no es ninguna maravilla, e incluso se podría decir que a veces es bastante cutre, pues narrativamente es bastante chapucera, hay muchas cosas que se quedan colgando (con un final más abierto que las víctimas de Jack el Destripador) y los personajes son bastante sosos, salvo Wally Jabrowski, que es para mi gusto el mejor de la serie.
Lo dicho, si no esperas mucho de ella, puede estar bien, porque si no, hay partes, y en especial el último episodio, pueden dar ganas de tirar un zapato a la pantalla.
La serie trata sobre una misteriosa llave, que permite acceder a una mágica habitación de motel, que resulta ser un portal dimensional, ya que con la llave se puede acceder a la habitación desde cualquier puerta, y desde la habitación se puede salir a cualquier puerta en la que se haya estado antes.
Pero resulta que la llave no es el único Objeto (así con mayúsculas) que posee facultades mágicas, ya que todo lo que había allí tiene sus facultades, y así nos topamos con un bolígrafo que quema cosas, un billete de autobús que teletransporta a un lugar perdido en el culo del mundo, una petaca que quita la respiración, unas tijeras que hacen dar vueltas... y así unos cuántos. Algunos útiles y otros totalmente absurdos.
Como es de prever (y en esta serie hay muchas cosas que lo son) hay mucha gente interesada en los Objetos, y sobre todo en la llave, que cae en manos del agente Joe Miller (interpretado por Peter Krause, conocido por su papel en "A 2 metros bajo tierra") y toda una ralea de malos, entre los que destaca Kevin Pollack (le vimos en "Sospechosos Habituales") le persiguen para hacerse con la llave. Aunque a decir verdad, la mayoría de los malos resultan ser bastante ridículos.
Lo dicho, la serie cojea en muchos aspectos, y si me pongo a sacarle fallos me puede salir una entrada kilométrica (y repleta de spoilers) pero como es entretenida, y además la idea, aunque torpemente desarrollada, es muy buena, pues la serie pasa el filtro del aprobado.
Respecto a segunda temporada, no sé si la harán o no (me suena haber leído por algún sitio que sí) pero lo cierto es que se presta a ello, y sería bastante necesario, ya que quedan en el aire demasiadas incógnitas y demasiadas tramas inconclusas.
Y ya que estamos, me pregunto yo. ¿Cómo narices lo hizo para descubrir cómo funcionaba la moneda?
No podíamos tener opiniones más divergentes de la serie. Hice una entrada sobre la serie hace un huevo y, en mucho aspectos, es opuesta a la tuya.
ResponderEliminarPara mi que si no salen tetas ya las pones mal...
¿Te has leído la entrada entera o solo trozos sueltos?
ResponderEliminarNo pongo mal a la serie, he dicho que está bien, lo cual no obsta para que sea muy chapucera.
También Heroes lo es en algunos momentos, y me encanta.
Recalco, en muchos aspectos es opuesta.
ResponderEliminarBievenido al fascinante mundo del crosscomment XD
a mi me gustó bastante, me pareció entretenida
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