La cola del paro, un mal sitio para pasar la tarde.
Hace un mes di por finalizada mi sección "Memorias de un ex-abogado", pero como ya dije, aún queda mucho que contar, y muchas anécdotas que rayan entre lo glorioso y lo patético, entre lo cotidiano y lo absurdo, y todas ellas con un denominador común. Tanto cuando ejercía como cuando me decidí a dejarlo, encesitaba una fuente de ingresos que me diera para mis gastos, y no siendo ningún secreto como está el patio, a nadie sorprenderá que me las viera en algunas situaciones indeseadas, y que algunas de las ofertas de trabajo con las que me topé, y algunas de las que llegué a aceptar, fueran dignas de película de terror.
Hoy es el día en el que laboralmente no me podrían ir mejor las cosas (vale, siempre podrían ir mejor, pero creo me van francamente bien) pero no siempre fue así, y en esta sección que hoy anuncio iré relatando todas esas anécdotas relacionadas con el tema, las que viví antes de tomar la decisión de opositar (alguna con la decisión ya tomada) esperando que tengan tanto éxito como mis memorias de ex-abogado.
¡Próximo estreno en este blog!
Hoy es el día en el que laboralmente no me podrían ir mejor las cosas (vale, siempre podrían ir mejor, pero creo me van francamente bien) pero no siempre fue así, y en esta sección que hoy anuncio iré relatando todas esas anécdotas relacionadas con el tema, las que viví antes de tomar la decisión de opositar (alguna con la decisión ya tomada) esperando que tengan tanto éxito como mis memorias de ex-abogado.
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