La familia Lyons viendo la tele.
Que nadie se deje engañar por la foto, que podría sugerir que estamos ante algún tipo de sitcom, porque no podría ser algo más alejado de la realidad. Years and years es una serie perturbadora y escalofriante, pero también con la capacidad de fascinar y tener al espectador pegado al asiento ante lo que para mí es sin duda la serie del año.
Esta mirada a un futuro muy cercano y muy parecido al que nos podríamos encontrar, es una distopía muy bien hilada en la que por desgracia no hay absolutamente nada que no me crea que podría llegar a pasar. Un poco en la línea de las primeras temporadas de Black Mirror (y muy británica ella), nos previene de las amenazas que nos trae el día de mañana y sobre cómo poco a poco los cambios en el paradigma nos van devorando sin darnos cuenta.
Centrado en la familia Lyons, es básicamente un "Cuéntame qué va a pasar" que desde los ojos de sus miembros nos va mostrando la evolución de la sociedad y la tecnología, con algunos momentos que hacen temblar de terror porque nos enseña el agujero por el que nos podríamos caer o de gritarle a la tele por reconocer en su ficción cosas que son muy reales.
Es una miniserie cortita (6 episodios de una hora) que se ve enseguida y que por si no queda claro recomiendo encarecidamente, y que cuando solo llevaba 15 minutos viéndola ya me pareció que estaba ante una maravilla. Tal vez no me termina de convencer el cierre, pero no llega a desmerecer el conjunto, que es soberbio.
Mención especial al espectacular trabajo de Emma Thompson, que consigue crear un villano memorable, tan monstruoso como creíble, y que consigue hacerse con el odio del espectador en el momento en el que aparece. Da mucho miedo ver que las Vivienne Rook también existen en el mundo real... y también funciona su estrategia.
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