La caja básica
Si hablamos de Carcassonne podríamos estar hablando de una bonita ciudad occitana, pero también de uno de los juegos de mesa más conocidos entre el público general.
Juego del año en 2001, Carcassonne consiste en ir ensamblando losetas para construir largas carreteras, prósperas abadías, grandes ciudades y campos que las abastezcan. Y para ello usaremos los meeples, que son estas características piezas de madera:
No son la versión minimalista de los Power Rangers
¿Y qué función tienen los meeples? ¿qué papel representan?
Pues depende de dónde se coloquen. Aunque antes de esto habría que hablar de las losetas y la mecánica del juego.
El juego consta de varias losetas (creo que 72 en la caja básica) que representan el territorio donde se juega, y son fichas que hay que ir encajando, como en el típico juego de los trenes, de manera que una pieza tiene que conectar con otra u otras y encajar para ser legal. Ahora veremos esto.
Al empezar su turno, cada jugador roba una loseta y la coloca (hay variantes, pero la modalidad oficial es esa) en el tablero, conectando con una que ya haya puesto.
Las básicas.
Como puede intuirse, las carretera (las líneas blancas) tienen que conectar con otras carreteras y las partes de ciudad (creo que eso es obvio) con otras partes de ciudad. Iguamente el campo (lo verde) conecta... correcto, con campo. Por último tenemos las abadías, que son esos edificios con aspecto de iglesia, que como están en mitad de la loseta, no conectan con nada por sí mismas (conectan el campo en el que estén y, en su caso, la carretera que sale de ellas).
Puesta la loseta, se puede poner un trabajador encima, y es cuando llega la magia de la transformación:
-Si colocamos un trabajador en un camino, será un bandido.
-Si colocamos un trabajador en una ciudad, será un caballero.
-Si colocamos un trabajador en una abadía, será un abad.
-Si colocamos un trabajador en un campo, será un granjero.
Regla importante: es relevante en qué parte de la loseta que acabamos de jugar, ya veremos por qué, pero es muy relevante.
Esta ficha, por ejemplo, tiene 4 colocaciones posibles: ciudad, campo de arriba, campo de abajo y carretera.
Otra regla importante a tener en cuenta es que no se pueden colocar trabajadores en una construcción (campo, ciudad o carretera) ya empezadas, de modo que puede pasar que al poner la loseta no podamos colocar trabajador, o que no podamos colocarlo cuando queramos. Sí puede pasar, claro, que dos construcciones empezadas se acaben juntando en una, y que cada una estuviera ocupada de antemano, con lo que se entonces sí tendría varios ocupantes.
Técnicamente son 4 ciudades distintas, pero si se pusiera una loseta en medio, podrían pasar a ser la misma.
Hay que tener en cuenta una cosa, y es que los trabajadores que tenemos son limitados, y si nos quedamos sin ellos no podemos seguir colocando, lo que es una desventaja seria. Losetas sí, claro, de hecho es obligatorio.
¿Cómo se recuperan los trabajadores, pues?
Cuando se completa una carretera (que en cada uno de sus extremos tenga una ciudad, una abadía o un cruce de caminos), los bandidos que tuviera vuelven. Cuando se completa una ciudad (completamente cerrada) vuelven los caballeros que tenga y cuando una abadía es rodeada del todo (8 losetas puestas a su alrededor, vuelve el abad.
Además, cuando eso pasa se puntúa.
-Las carreteras: un punto por cada loseta en la que esté esa carretera.
-Las ciudades: dos puntos por cada loseta, más dos extra por cada loseta con escudo que haya en la ciudad.
-Las abadías: 9 puntos.
Caso de que haya más de un propietario, el que tenga más bandidos/caballeros en la carretera/ciudad (en las abadías es lógicamente imposible), y si hay empate, ambos jugadores se llevan todos los puntos.
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Así que, cuando se coloca la loseta, se puntúa y sus trabajadores vuelvan a casa. Este orden es importante, ya que al poner primero el trabajador y luego puntuar, podemos poner un trabajador en la loseta con la que estamos cerrando una construcción (lo que es parte clave de la estrategia del juego).
Eh, un momento, ¿y los granjeros?
Ah, pues los granjeros no se recuperan hasta el final de la partida, ya que los campos no se cierran nunca. Pero tranquilos, que ahí puntuarán, y mucho.
Muy bonito, ¿pero cuándo acaba la partida?
Muy sencillo: en cuanto se coloca la última loseta, se termina la partida. Ahí se puntúan las construcciones a medio terminar (las carreteras uno por loseta, las ciudades uno por loseta y escudo y las abadías por cada loseta adyacente que tengan.
Luego se puntúan los campos, que puede ser un poco complejo de entender al principio, pero básicamente cada campo da a su controlador tres puntos por cada ciudad cerrada que toque. No es un concepto difícil, pero sí cuesta un poco visualizar dónde empieza y acaba cada campo. La regla es que un campo está delimitado por las carreteras, las ciudades y el borde del tablero.
En el ejemplo, el campo rojo toca una ciudad, el campo azul (en la imagen no se ve, pero ambos campos no se tocan) toca una ciudad y el amarillo toca 10.
Así, en cambio (suponiendo la carretera de abajo a la derecha), el amarillo tocaría 6 ciudades y el naranja 4.
Siendo un juego bastante sencillito, es verdad que en las primeras partidas puede costar un poco pillar el truco a los campos, pero al final es donde está todo lo gordo en los puntos. Por lo demás, pues un juego ligero, sencillo de aprender, fácil de jugar y repleto de expansiones. Pero con ellas no me voy a explayar, pues no las conozco todas y son unas cuántas.