martes, 30 de abril de 2019

Agur Twentyfit

La pulsera-llave que ya solo sirve de recuerdo.

Hoy ha sido la última vez que he ido al gimnasio al que estaba apuntado. No es que me vaya descontento, pues aunque reconozco que el ejercicio físico no es una de mis actividades favoritas para el tiempo libre, me venía muy bien al estar al lado de casa y el precio era muy barato. Concretamente 500 euros por dos años. 

Y esa ha sido la clave, que se me termina la permanencia, y ante mi futura mudanza ya no me pillará tan cerca, por lo que iré buscando otro gimnasio.

Así que hoy acaba una era del sudor, otra nueva empezará.

lunes, 29 de abril de 2019

Avengers Endgame

Epicismo 100%.

Una montaña rusa que cuando termina solo te pide volver a subir. Así es el glorioso cierre de la mejor saga de superhéroes del cine, que nos regala en Endgame una despedida por todo lo alto, con tres horas de diversión en estado puro, repletas de acción, humor y momentos muy emotivos.

Tiene, naturalmente, sus fallos, con algunas inconsistencias en el guion y detalles que se derrumban si se rasca un poco. Pero si se sabe ver con los ojos adecuados, uno puede sentirse como un niño pequeño ante un espectáculo de luz y de color, gritando "¡wala!" cada cinco minutos.

Me ha gustado, muchísimo, y creo que si no es la película de los Vengadores que siempre soñé con ver, se queda muy cerca. Marvel ha creado algo muy grande con esto, y consiguió que en el momento álgido de la batalla, cuando el Capi grita "¡Vengadores reuníos!" casi me saliera la lagrimilla.

Explisión de luz y de color, película palomitera y vuelta a la infancia durante un rato. 

domingo, 28 de abril de 2019

Finde electoral

Una sala de cine me esperaba.

Hay un evento fundamental, por encima de todos los demás, este fin de semana. Pero han pasado más cosas, y de ellas voy a hablar.

El viernes pasé la tarde en casa jugando al NBA 2K19, como calentamiento para el baloncesto de verdad, pues había que ir a las 21:00 a Miribilla, donde Bilbao Basket recibía a un muy flojo Canoe (posiblemente el peor equipo que he visto en todos estos años) y obtuvo sin esfuerzo una abultada victoria.

Al salir, como todavía no era muy tarde, me fui a la lonja, donde jugué (y gané) una partida al maravilloso Terraforming Mars.

Vamos al sábado y por la mañana me voy al gimnasio a corretear un poco, pasando el resto de la mañana en casa, y por la tarde me voy al cine, a ver "Lo dejo cuando quiera". Por la noche cena en un restaurante siciliano, con unos amigos que también cumplían años este mes. Comida fabulosa y mucho lambrusco.

Hoy domingo salgo más o menos pronto de casa para ir a votar (dudando hasta última hora de qué opción era mejor) y luego al cine, a ver una de las películas más esperadas del año: Avengers Endgame. Sin hacer spoilers (eso mañana), solo diré que la disfruto como un niño.

Luego algo de poteo, comer y a la lonja, con una nueva entrega de la campaña de Warhammer.

sábado, 27 de abril de 2019

Lo dejo cuando quiera

Pluriempleados.

Un grupo de profesores al filo de los cuarenta, uno de ellos profesor de química, deciden dedicarse a diseñar y vender droga para salir de sus vidas grises y sin futuro, pero se dan cuenta de que no tienen ni idea de cómo funciona ese mundillo y se irán metiendo en una espiral de caos de la que ya no podrán salir.

¿Recuerda a Breaking Bad? Bueno, no solo eso, sino que en la propia película hacen la coña al respecto. Aunque lo cierto es que más allá de compartir premisa, se parecen más bien nada, puesto que aquí va en todo momento a la comedia, a veces con el trazo un poco grueso, que lo que busca sobre todo es sacar la risa.

Tiene a su favor que es exactamente lo que parece que va a ser (algo menos cutre, añadiría), y eso siempre es un punto a su favor. Una historia que se va embrollando, muchas situaciones graciosas y un desenlace frenético. 

Cumple.

viernes, 26 de abril de 2019

Cultes Innommables

La portada es la misma.

Ya se sabía desde hace tiempo, pero ayer pude por fin ver la maqueta. Y es que el juego de rol en cuya elaboración colaboré, y en el que tengo a bien aparecer como autor, va a ser publicado en francés por la editorial Sans-Detour, lo que me permite presumir de ser un autor traducido a otros idiomas. 

¡Y eso farda mucho!

jueves, 25 de abril de 2019

Bu 12.0

Logo random robado de Google.

Pues otro año más estamos aquí para repetir los mismos tópicos de siempre. Y es que parece que fue ayer cuando, coincidiendo con la llamada de Gobierno Vasco para aquel ahora lejano trabajo en Vitoria daba inicio esta pequeña aventura que de forma casi diaria me ha unido a Internet, y en la que voy contando mis peripecias, vivencias y en general chorradas que pasan por mi cabeza.

Supongo que algún día dejaré de escribir y se terminará el blog, o puede que Blogger deje de dar servicio y tenga que migrar (si eso pasara, espero que no lo hagan a traición). En cualquier caso, aquí seguiré, que tengo cuerda para rato.

miércoles, 24 de abril de 2019

True Detective - Temporada 3

Por si quedaban dudas, Mahersala Ali es un monstruo de la interpretación.

La primera temporada de esta serie me gustó muchísimo, con esa ambientación de América profunda y ese aire tan lovecraftiano, y la segunda supuso una enorme decepción, cambiando de registro por completo para contar una historia de gangsters sin chispa que pese a contar con algunos momentos muy potentes nunca me llegó a enamorar y la terminé viendo por pura inercia.

Esta tercera la cogí sin más expectativas que las de estar protagonizada por uno de los mejores actores de la actualidad, un Mahersala Ali en estado de gracia que borda todo lo que hace y aquí no es la excepción.

Siguiendo la fórmula de la primera temporada, la historia se nos plantea en varios frentes; el caso original en 1980, sus secuelas en los 90 y la actualidad con los protagonistas ya ancianos. Recupera también es toque rural que tan buen resultado le dio en su primer caso, cambiando la jungla urbanita de Los Angeles para irse a la Arkansas de los rednecks y las escopetas.

Debo decir que a diferencia de la primera esta tercera no me enganchó demasiado, aunque sin duda más que la segunda, pues algunas tramas secundarias no terminaban de captar mi atención, pero consigue muy bien generar una atmósfera, y consigue también muy bien aprovecharse de la química entre un espectacular Ali, que resulta igual de creíble en sus registros de joven, maduro y anciano, y un excelente Stehpen Dorff como escudero, rebosando carisma.

martes, 23 de abril de 2019

La vida de Brian

Muy de estas fechas.

No era la primera vez que veía esta película, pero sí la primera vez que la veía en el cine y en versión original, carro al que me he apuntado con un par de amigos, aprovechando que la reestrenaban por Semana Santa.

La película, salvo algún chiste puntual, ha envejecido bastante bien y muchas de sus críticas sociales siguen muy vigentes, así como muchos de sus sketches icónicos siguen sacando la carcajada.

Con respecto a la traducción, los subtítulos eran bastante pobres, pues no solo no respetaban los términos de la traducción clásica, cambiando algunos nombres de personajes (Bigus Dickus no era aquí Pijus Magnificus, sino Pitus Largus) o mostrándose demasiado creativos algunas veces, como cuando traducen "splitter" (el "disidente" de toda la vida) como "tonto". ¿En serio?

Lo que sí que me alegro es de haber visto anteriormente la película, aunque fuera hace 20 años, doblada al castellano, pues de lo contrario algunos chistes me habrían pasado completamente desapercibidos, como los defectos del habla de Poncio Pilatos, que me veía incapaz de captar (no así con Pijus, que era más obvio).

lunes, 22 de abril de 2019

Omicrónica 2019

Ondeó durante los 4 días.

La historia que os voy a contar empieza el miércoles por la tarde, cuando voy a la lonja para empezar a empaquetar las cosas y cargarlas en coche. De ahí a Zalla, donde me acredito en la pensión y vuelvo al frontón para acometer las labores del montaje, con una pausa para cenar y sobre las 12 de la noche me retiro.

El jueves había que madrugar, ya que tenía el turno de mañana. Recibimos a la gente según va viniendo y después de comer es cuando viene la oleada, pues era un día muy lluvioso y la gente del pueblo viene a refugiarse al calor de los juegos de mesa en las jornadas. Por la noche, después de cenar, uno de los eventos clásicos de las jornadas: salir de fiesta.

Viernes por la mañana, dirijo actividad: un pase de "7 años y un día", y por la tarde juego una circense partida de rol en vivo "Aunque la mona se vista de seda", en la que doy vida a un místico hipnotizador francés. Ese día, para recuperar fuerzas, en vez de salir de fiesta me quedo un poco de charleta después de la cena y me retiro.

Sábado por la mañana nada especialmente reseñable, que recuerde ahora mismo, habiendo más cosas por la tarde, como la visita de la ETB (salimos en el Teleberri de esa misma noche) y el momento en el que otro organizador y yo salimos por la puerta de organización y unos chavales nos preguntan:

-¿Por ahí se puede entrar?
-No, es solo para la organización de las jornadas.
-¿Entonces por qué habéis entrado vosotros?

Yo, con mi chaleco azul de organizador, mirando estupefacto.

-No sé, ¿igual porque somos de organización? (Bonus track: media hora antes a ese chaval le había atendido yo en la mesa de organización).

Por la noche el fabuloso rol en vivo "Reinas", donde me toca nada menos que dar vida a Freddie Mercury (sin duda por mi sorprendente parecido físico) y salgo encantado de la partida. Y al acabar, pues el fiestón de las jornadas, que nos tiene bebiendo, bailando, riendo, cantando, charlando... casi hasta las 6 de la mañana. Con gusto me habría quedado hasta más tarde, pero sabía que el domingo iba a ser duro.

A eso de las 10:30 me levanto, desayuno, y como no tenía nada que hacer, me pongo a adelantar trabajo de desmontaje. Así cuando a las 14:30 terminamos la ceremonia de clausura ya había algo de trabajo hecho y eso nos permite estar a las 17 en Bilbao y comer antes de las 7 de la tarde. Como es ya tradición, nos fuimos al Domino´s a ponernos a pizza como gorrinos y a leer las encuestas de los asistentes.

domingo, 21 de abril de 2019

Terminaron las #omicron2019

¿Volveremos a encontrarnos, Frontón Mimetiz?

4 día de auténtica locura, poniendo fin al trabajo que hemos desarrollado durante meses. Noto cierto paralelismo con las representaciones de las obras teatro, en tanto a que es "hemos dedicado mucho tiempo a esto, y ya está, ya ha terminado. Lo siguiente que hagamos ya será una cosa nueva".

Agotado tras el trajín, y con la siempre agridulce sensación que queda por las cosas que podrían haber sido mejor, dejaré la crónica para mañana y me centraré en las sensaciones, con esta carta abierta a quienes han compartido conmigo la locura de organizar #omicron2019.

Ya está. Ya hemos cerrado el frontón y ya hemos dejado las cosas en la lonja, nos podemos ir a casa. Este año ha habido un montón de cosas que tal vez no han salido como nos hubiera gustado y durante momentos casi hemos sucumbido, y a veces sin casi, al estrés y el cansancio. Montar esto nos ha costado muchísimas horas, muchísimo esfuerzo y a veces dejar de lado otras cosas que son importantes. Es algo que también a veces ha podido generar roces, malos rollos o enfados, porque alguien no haya respondido de la forma que se esperaba, o también contra nosotros mismos (y en esto me incluyo), por no haber sido capaces de dar siempre la respuesta adecuada a las cuestiones que han ido surgiendo. 

También es normal pensar "esto es demasiado esfuerzo, no vale la pena, el año que viene paso". Es normal, tanto que lo contrario sería más raro. Es algo que hacemos por amor al arte, y que a priori no nos proporciona más que gastos y quebraderos de cabeza.

Pero entonces piensas y es cuando te das cuenta de que esto que hacemos es muy grande, de que hemos convertido las Ómicron en algo que para mucha gente es importante, una fecha marcada en rojo en el calendario y un evento que esperan con ilusión. Creamos un espacio que supone un oasis en la vida de mucha gente, igual que a nosotros nos suponen un oasis otras jornadas que montan otras asociaciones. Una parcelita importante en la vida de algunas personas. Personas que vienen año tras año a las jornadas, jornadas que hacemos en Abaco. Y eso, si lo pensáis, es la hostia.

Vale, no han sido las jornadas perfectas, ni lo van a ser nunca, pero son nuestro sueño, un pequeño sueño que hemos hecho realidad. 

Y quienes me leéis, y habéis portado el chaleco azul estos días, gracias por haber compartido este sueño y sobre todo gracias por haber compartido la aventura de hacerlo llegar a tanta gente.

jueves, 18 de abril de 2019

41

Dirk sabe por qué lo digo.

miércoles, 17 de abril de 2019

Enzallando: a #omicron2019

Esto sí que es una penitencia de Semana Santa: gastar las vacaciones en trabajar.

Pues así por la tontería ya es el cuarto año (quinto si contamos las minijornadas de 2015) que mi asociación organiza las Ómicron, y en cuanto termine de escribir esta entrada salgo rumbo a Zalla, donde estaré estos días, en vez de descansando las vacaciones como una persona normal.

El domingo podré dormir, espero. Pero sobre todo espero ver por ahí a mucha gente. 

martes, 16 de abril de 2019

Velando omicroarmas

Una pequeña parte de lo que hay que transportar.

Mañana empieza el evento friki más importante del año para la asociación Ábaco: las #omicron2019. 

Este año, con el cambio de trabajo y la compra de la casa, he podido implicarme menos que en años anteriores, pero eso no significa que no vaya a estar ahí los cuatro días haciendo turnos y estando un poco alerta de los marrones que puedan surgir, tratando de compartir con la gente el disfrute que yo he obtenido durante años en otras jornadas, gracias a que otros hicieron en su día lo que nosotros hacemos ahora.

Ya tenemos todo preparado para la ardua tarea del montaje, 4 días de locura y todos los imprevistos que nos toquen la moral. Pero si con eso hacemos que haya quien pase 4 días maravillosos, como los paso yo cuando voy a otras jornadas, pues habrá merecido la pena.

Pero de aquí a que terminemos el desmontaje el domingo por la tarde me estará cagando en lo más barrido y preguntando a todas horas quién me manda meterme en estos fregados.

lunes, 15 de abril de 2019

El registrazo

Los jefes, planificando.

Esta semana hemos empezado a recibir en el trabajo usuarios que vienen de mi ex-oficina de Nicolás Alkorta, a hacer trámites que antes se hacían allí, y que ahora vienen a hacer a mi nueva oficina. 

El ego podría invitarme a pensar que vienen porque, admirados por mi fabuloso saber hacer y mi estupenda atención, las masas acuden a ser atendidas por mí, pero la realidad es otra.

En un maravilloso ejemplo de gestión y saber hacer, mi ya ex-jefe, el mismo que firmó un informe por el que con 13 administrativos se podía sacar el trabajo del servicio, y que hizo que 6 nos tuviéramos que marchar, se dio cuenta al irnos los administrativos de que solo con 13 no podía hacerse todo el trabajo, y pidió que se quitara el registro, lo que le han concedido. Por eso, allí ya no hay registro.

Por una parte me alegro, por mis compañeros de allí, que bastante asfixiados iban a estar con el recorte de personal, pero me fastidia bastante, por dos motivos. Uno, que todo el registro que ya no se hace allí nos va a venir a nosotros, pero el otro y más importante, que este tema ya salió antes de que nos recolocaran, y cuando en una de las reuniones le pedí al jefe que en vez de quitar personal y tareas peleara para no quitar ni una cosa ni otra, ni me contestó.

No voy a emitir palabras feas en esta entrada, pero creo que mi opinión sobre su proceder es bastante clara.

domingo, 14 de abril de 2019

Finde preomicron 2019

Un billar al año no hace daño.

Al lío del fin de semana, que llevo desde el jueves sin tocar esto. Y no porque haya estado especialmente liado, todo lo contrario, ha sido un fin de semana tirando a tranquilito, como procedo a relatar.

El viernes, que por la mañana sí fue bastante ajetreado en el trabajo, dio de sí una tarde relajada, entre estar en casa (ambas casas), y pasar a última hora por la lonja, a jugar una partida de Homeland.

Tampoco tuvo mucha historia el sábado. Por la mañana a hacer compras, a mediodía comilona en el Wok (cumpleaños del señor Rubio) y por la tarde, tras la ronda de billares, a Fnac, donde mi asociación hacía demostraciones del juego de mesa "Juego de Tronos" (a la que no vino prácticamente nadie, por cierto).

Por la noche, como me dio una alergia galopante, me retiré a casa, donde me vi la floja película de Netflix "¿Qué te llevarías a una isla desierta?".

El domingo por la mañana fue algo más productivo, pues me dio por cocinar y hacer unas torrijas, siguiendo mi propia receta. Por la tarde a Miribilla, a ver la sufrida victoria (62-59) contra el correoso Melilla y por último a la lonja, a jugar el cierre de una nueva sesión de la campaña de Warhammer.

jueves, 11 de abril de 2019

Se materializa el traslado de plaza

Primer plan de ordenación de empleo de la historia.

Pues nada, aunque en la práctica no me afecta, ya que sigo en mi comisión de servicios en Laguntza, hoy se ha materializado el cambio de adscripción de mi plaza, que ayer dejó de estar en el departamento de Empleo para estar a partir de hoy (y a poder ser como mucho hasta el siguiente concurso de traslados) al de Acción Social en Ugasko. Aunque realmente ni siquiera han tenido la decencia de notificármelo oficialmente.

De no haber optado por el tema de la comisión, hoy habría empezado en el sitio nuevo, y ayer habría sido un día muy duro. Por suerte, aunque no pude evitar que me echaran, al menos sí pude evitar la bala de Ugasko. Algo es.

Menos suerte ha tenido otra compañera, también expulsada de Zabalburu, que se iba a venir también en comisión a Laguntza, y no le dejan porque con los nuevos criterios de esta santa casa dicen que no quieren que haya movilidad de administrativos hasta después del examen de la oposición, que es el 8 de junio.

Santos cojones que digan que no quieren que haya movilidad, cuando nos han movido precisamente hoy. Santos cojones...

miércoles, 10 de abril de 2019

¡Shazam!

Tiene el poder de reconocer canciones.

Era muy escéptico con esta película, pues el tráiler me evocaba un poco a "película de Adam Sandler con superpoderes" y olía a cutre que echaba para atrás, a pesar de lo cual decidí darle una oportunidad. Y salgo del cine tremendamente contento por haberme equivocado en la apreciación, pues me ha regalado dos horas de diversión pura y la película más fresca y divertida que ha salido de DC, que parece que sigue por el buen camino.

Cogiendo a un superhéroe que pese a tener muchos años y una larga tradición no es de los más conocidos (al menos en España), nos cuenta una entretenidísima historia de adolescente con poderes, con enormes reminiscencias a la genial Big, toques a lo Gran Héroe Americano e incluso algunos momentos muy propios de los Goonies, como si quisiera atizar al niño interior del espectador adulto. Y lo hace todo con muchísima gracia, conectando muy bien con tropos del S. XXI (¿qué haría un adolescente con poderes? ¡Hacerse youtuber!) y haciendo crecer el universo DC, con sus guiños y referencias. 

Una sorpresa muy agradable, llena de épica, humor y momentos emotivos, con personajes que sin duda se hacen querer. Y dos escenas postcréditos, por cierto.

martes, 9 de abril de 2019

El móvil no cargaba

El rayo no aparecía.

El lunes pasado apoteósico, pues unido a la enfermedad que me tuvo toda la semana en la cama apareció un problema con el móvil (Un BQ Aquaris U2 que compré en octubre), y es que lo enchufaba al cargador y no cargaba. No salía el icono del rayo, el piloto rojo que se suele encender al enchufarlo se encendía de forma intermitente y lo que es peor, la batería no cargaba.

Probé con otros cargadores, otros enchufes y otros adaptadores y nada. Y esos mismos enchufes, cargadores y adaptadores, iban perfectamente con otros dispositivos. En efecto, era problema del móvil.

Me empiezo a cagar en lo más barrido: móvil nuevo y ya estropeado. Lo cubre la garantía, claro, pero llamar al servicio técnico supone tener que mandarlo, estar un par de semanas sin él y que te lo devuelvan formateado. Serio engorro.

Consigo, a ratos, enchufarle el cargador de forma acrobática y a veces sí que carga. Entre eso, y que no lo toco casi nada, sobrevive hasta que ya recuperado y sin fiebre (las desgracias nunca vienen solas) buceo un poco por Internet y veo problemas parecidos, con soluciones que me sirven para parchear. Procedo a probar y veo que si el móvil está encendido no carga, pero que si está apagado sí, si lo cargo por USB con el ordenador. 

Doble alivio. Por una parte veo que es problema de software y no de hardware, y por otra que el móvil no muere del todo. Incluso descubro que si apago el móvil, lo enchufo al ordenador y lo enciendo, sí que se carga. No es la solución óptima, pero algo es.

Pero ahora llega cuando la matamos. El viernes por la noche al acostarme, por no andar con el ritual del ordenador a esas horas, activo el modo ahorro de energía, con la idea de por la mañana hacer lo del ordenador.

Pues bien, cuando por la mañana quito el modo ahorro de energía y hago la prueba de enchufarlo al cargador normal, a ver si cuela, veo que el problema se ha solucionado mágicamente y el teléfono se carga ya con completa normalidad.

lunes, 8 de abril de 2019

Cementerio de animales

Hotline Miami: la película.

Enésima adaptación de Stephen King a la pantalla grande. Una película con aires de telefilme de sobremesa de  Antena 3 y que resulta bastante aburrida durante la mayor parte de su desarrollo, salvándose los últimos 15-20 minutos, que generan una atmósfera bastante interesante y un final impactante, casi pareciendo que el sentido de la película fuera ir rellenando como excusa para poder meter esa escena.

En cuanto a si es fiel o no al libro que adapta, pues al no haberlo leído, tampoco puedo decir gran cosa, aunque picoteando la Wikipedia he visto que se toma sus licencias y se deja fuera una gran parte del rico trasfondo que ofrece la novela. 

Pero como esto va de opinar sobre la película, pues lo dicho al principio: nivel telefilme.

domingo, 7 de abril de 2019

Finde con croquetas

Crujulicioso.

Como es domingo por la noche, pues ya sabemos cómo va esto.

El viernes por la tarde fui, como indicaba aquí, a ver Dumbo, y luego a casa a coger ideas de diseño y almacenaje. El sábado por la mañana seguí tomando medidas y dibujando croquis, antes de quedar con mi señora madre para ir a Bergara, donde teníamos comida familiar. Hacía bastante que no iba y estuve bastante a gusto.

A la vuelta, donde me tocó venir conduciendo (y sufriendo el terrible chaparrón de lluvia) me fui a la lonja. Ahí puedo probar el Fiasco, curioso concepto de rol sin director de juego, donde creamos una divertida partida de toque lovecraftiano en una estación en la Antártida. Luego algo de juegos de mesa y a casa.

Domingo por la mañana lo dedico a descansar y meter caña al Wolfenstein the New Order, por la tarde me voy al cine a ver Cementerio de Mascotas y como cierre al mercado medieval de Irala.

Ale, eso ha sido.

viernes, 5 de abril de 2019

Dumbo

Yo nunca vi a un elefante volar.

Dumbo es una de las películas icónicas de mi infancia y había miedo por ver qué hacía Tim Burton con ella, si hacía algo bueno o si por contra se marcaba un Juan Carlos Borbón con el elefantito.

Lo cierto es que me ha gustado, pues es una película que pese a lo simple de la historia (el original no es que dé mucho de sí y no deja de ser cine infantil), divierte y conmueve (confieso haber sufrido una ligera irritación ocular en alguna escena), y el elefantito es lo más simpático del mundo.

Aquí prescinden de hacer un calco de la película original y pasarla a 3D, optando en su lugar por reinventar completamente a Dumbo y ofrecer una visión más "realista" (dentro de lo realista que puede ser un elefante volador, entiéndase) en la que los humanos tienen mucho peso que en la película original, lo que tampoco era muy difícil. Pero me gusta porque conserva la mayoría de los tópicos de la original, y así podemos ver a Dumbo con sus icónicos disfraces, los lisérgicos elefantes rosas, al ratón Timoteo y unas formas muy ingeniosas de meter las canciones del clásico de Disney. Se echa en falta a los cuervos, pero es cierto que su planteamiento racista, producto de su época, hacía que tuvieran difícil encaje.

La verdad es que no esperaba mucho de ella, y diría que cinematográficamente "firmaba un empate", pero me ha sorprendido de forma grata, haciéndome pasar un buen rato en el cine. Tal vez lo que menos me haya gustado es que el villano fuera tan rematadamente inoperante e inepto, hasta el punto de que con que se hubiera comportado como una persona medio normal un par de veces a lo largo de la película, se habría salido con la suya. Que vale, una película infantil, pero no pasa nada por poner un villano capaz de respirar sin cagarse encima.

Pero lo mejor, sin duda, el elefantito. Un auténtico extractor de lágrimas y sonrisas a partes iguales.

jueves, 4 de abril de 2019

Fecha para el cambio de adscripción

¡No me quiero ir, señor Stark!

Aunque oficialmente a mí no se me ha notificado nada, ayer me pasaron la resolución en la que ya se pone fecha para el cambio de adscripción definitiva de mi plaza, que pasará de estar en el departamento de Empleo a estar en Acción Social a partir del 11 de abril.

Realmente esto me afecta poco, dado que durante una larga temporada espero no ocupar la plaza de la que soy titular y seguir en la comisión de servicios en la que estoy tan ricamente, y lo mismo me daba 11 de abril que 3 de marzo, pero leerla me ha removido un poco y supongo que también, aunque sabía que era imposible, muy en el fondo albergaba una ingenua esperanza de que esto quedara en agua de borrajas.

Así, el 11 de abril mi silla se irá a Ugasko, pero se irá vacía, que yo de momento aquí sigo tan ricamente en la silla que me han prestado en el edificio Biblioteca.

miércoles, 3 de abril de 2019

Llegó la cama

Sin desembalar.

Seguimos con los elementos que componen una casa, hoy ha sido el turno de la cama, una lustrosa cama de 1,90x1,50, que me habría gustado que fuera más grande, pero no me cabía en el cuarto. Así, la que venía con la casa ha sido desplazada al cuarto de invitados, a la espera de que me compre una cama para tal uso (aunque ahí me iré a una de 0,90) y entonces será despedida con honores.

A ver si poco a poco esto ya va pareciendo una casa.

martes, 2 de abril de 2019

Comisionado

Pero no de la policía de Gotham.

No es que me haya cambiado de trabajo, y eso que estuve a punto de hacerlo la semana pasada cuando recibí una tentadora oferta de TAG (licenciado en Derecho, para entendernos) en el Ayuntamiento de Zamudio (hasta el último minuto estuve dudando), pero sí que hoy cambia oficialmente mi situación laboral.

Mi plaza, en tanto que no se resuelva el plan de ordenación de empleo que me sacó del sitio en el que había estado más de 11 años, sigue todavía allí (y eso que nos dijeron que para primeros de marzo querían tenerlo hecho), pero ante la perspectiva opté por irme en comisión de servicios a donde estoy ahora. Pero era tal la necesidad de personal ahí, que me fui a la comisión por vía de urgencia (es decir: hasta que se resuelva la comisión de servicios, ocupaba yo el puesto) mientras me inscribía a la comisión como tal.

Finalizó el plazo, se resolvió el proceso y yo sacaba la comisión, siendo hoy el día en el que he tomado posesión del "nuevo" puesto. O lo habría hecho, de no ser por una demoledora gastroenteritis que me ha tenido todo el día en la cama y con fiebre.

lunes, 1 de abril de 2019

¿Qué te juegas?

Cartel muy de comedia genérica.

La película no empieza con muy buen pie, y aunque luego se va enderezando, el principio me pareció un tanto cutre, demasiado caricaturesco y sin gracia.

La historia va de dos hermanos muchimillonarios, ella recta y responsable, él un vivalavida, y para ganar una apuesta él decide contratar a una humorista para que seduzca a su hermana, pero como suele pasar en estas historias, se acabará enamorando él.

Es una película de muchos altibajos, con algunos momentos muy graciosos, que cumple bien en su faceta autorreferencial riéndose un poco del género, y con algunos gags bastante buenos de las escenas en las que Leticia Dolera tiene sus monólogos, y en general la película tiene ese puntito entrañable que deja buen sabor de boca, aunque a veces lo estropea buscando demasiado el retruécano o algunos personajes que no terminan de encajar ni con cola.

Visible y (pre)visible.