Ayer fue un día triste, pues nos dejaba el entrañable autor del que para muchos niños de mi generación fue el primer libro que leímos (Fray Perico y su borrico) y el que fue el primero para otros muchos también de mi generación (El pirata Garrapata), dejando un vacío en el corazón de nuestros niños interiores.
Sin embargo, la tristeza no es completa, ya que nos queda el consuelo de que, como era bastante activo en Twitter, tuvimos la oportunidad de demostrarle en vida todo el cariño y admiración que le profesábamos, y se pudo ir siendo consciente de su legado. Y ese es motivo para que podamos recordarlo siempre con una sonrisa.
Basada en el libro homónimo, esta película nos habla de los últimos días de la primerra guerra mundial y sus horrores, desde el punto de vista de un soldado aleman, que se alista al principio con entusiasmo, pero ese entusiasmo le dura poco al verse, rodeado de tanta muerte y tanta trinchera, al tiempo que los mandatarios alemanes tratan de negociar una paz lo más honrosa posible con el alto mando francés, evitando que las muertes se sigan multiplicando. Pero ya sabemos cómo terminó aquello.
No tan representada en el cine como la segunda, la verdad es que la primera guerra mundial a también pie a historias fascinantes (y grandes pelíuculas, como 1917 o la sensacional Senderos de Gloria), y aquí se recrea a la perfección, con una fotografía que nos hace sentir la sangre en la boca y la sangre en las botas, una película en la que casi se puede oler el hedor a muerte que sobrevolaba los campos de batalla del frente occidental de la gran guerra, y consigue hacer que el espectador disfrute, a pesar de sus dos horas y media de duración, y sufra a la vez.
Me quedo con la pena de no haberla podido ver en el cine. Esta película merecía pantalla grande.
Keep the heroes out, uno de los juegos del viernes.
Hace nada que empezó el año y ya se está terminando febrero. Y lo que se termina es el fin de semana, que empezó con partida de Delta Green el viernes y, siguiendo en la lonja, una de juegos de mesa (The game), cena y más juegos de mesa (expliqué el Keep the heroes out y luego me fui a jugar a Dune Imperium).
El sábado por la mañana fui al gimnasio, y comprobé que el apaño de la tablet para ver las series es bastante menos cómodo de lo que pensaba (entre otras cosas porque la tablet que tengo, la pobre, no tiene una pantalla muy grande y va bastante peor que el móvil), y tras sudar un pintxopote. Por la tarde visita a Etxebarri, a ver al retoño recientemente nacido del amigo Rockstone, y ya de vuelta en Bilbao cenamos unos tacos en el Food Kill, antes de que la lluvia y el cansancio nos hagan retirarnos.
Domingo por la mañana, sofá, tele y pintxopote, y por la tarde, tras la preceptiva siesta, probamos el escenario Insert coin, del juego Unlock Heroic Adventures, que nos cuesta pese a ser fácil (somos un poco torpes, todo hay que decirlo), pero nos lo pasamos bien.
Era la crónica de una muerte anunciada. Ayer fui al gimnasio y, como suelo hacer, abrí la aplicación de Netflix que viene instalada en la máquina de cardio, introduje mi usuario, introduje mi contraseña y daba error. Comprobé con el navegador web de la propia máquina que hubiera metido bien la contraseña y accedía a la cuenta, pero no reproducía vídeos.
La temida amenaza de Netflix se había hecho realidad, de modo que cuando llegué a casa, yo hice realidad la mía, anulando la suscripción. De nada me sirve pagar la cuota por una cuenta cuyo principal uso es ver series en el gimnasio cuando no puedo ver series en el gimnasio, y como salvo que me lleve la máquina a casa no la voy a poder conectar a mi wifi doméstica, me temo que es un problema sin solución posible.
Me jode, porque he disfrutado muchísimo de estos años con Netflix, puesto que pese a sus incomprensibles políticas de cancelar series, su catálogo seguía siendo una maravilla y su aplicación la mejor del mercado. Pero ellos solitos han decidido matar su producto.
La dualidad, un concepto muy presente en la película.
En este drama costmbrista ruso, el nombre de cuyo director no soy capaz de escribir sin buscar en Google, nos cuentan la hitoria de Elena, una mujer rusa, casada con un hombre adinerado, que se debate entre sus roles de esposa y madre, pues tiene hijos de una relación anterior, y el conflicto surge cuando Vladimir, su marido, antepone (cosa que es de entender) a su hija biológica que a los hijos de su esposa (con problemas económicos), siendo esta hija, Katya, indigna a los ojos de Elena. El conflicto se agravará cuando un problema de salid de Vladimir saca a la luz el siempre incómodo asunto de la herencia, lo que hará que Elena tenga que tomar decisiones difíciles.
La historia, que no es ningún alarde de originalidad ni lo necesita, es el vehículo que entre otras cosas nos muestra la confrontación entre dos realidades, con Elena como lo tradicional y lo "correcto", frente a Katya, que representa la ruptura con esos esquemas. También muestra dos realidades diferenes, con la opuencia de la vida de lujos de Vlad, y la pobreza de los hijos de Elena, recordando en este sentido un poco a Parásitos.
Peca, para mi gusto, de un cierto abuso de planos estáticos, que le confieren una cierta neititud al ritmo, si bien no llega a aburrir, dado que su metraje no es excesivamente largo. Dura lo que tiene que durar para contar lo que tiene que contar y mostrar lo que tiene que mostrar, y en eso funciona bastante bien.
Una interesante aproximación al mundo ruso, y una película con espacio para la reflexión.
Hoy he recibido un mensaje en el que mi hijo (o mi hija, no lo tengo claro) me decía que se le ha roto el teléfono móvil (vayapordiós), y que tenía un número temporal, pero que no podía llamar desde él, aunque sí podía comunicarse con mensajes de WhatsApp a través de WhatsApp (no soy ingeniero de telecomunicaciones, pero creo que sí, ese es el cauce habitual para mandar mensajes de WhatsApp), aunque algo me ha hecho soscpechar que ese mensaje no me lo estaba enviando ninguno de mis hijos, ya que... un momento... ¡Yo no tengo hijos! O sea, creo es el tipo de cosa de la que me acordaría, y supongo que en algún momento lo habría comentado en el blog. Pero no, según mis últimas informaciones, padre no soy.
Eso nos lleva a que pudiera ser un malintencionado timo, que pretende, con fines oscuros, que escriba a ese número de teléfono, imagino que para sacarme pasta o mandar virus.
En mi caso era fácil, ya que no costaba darme cuenta de que ese mensaje era más falso que un billete de 4 euros, pero la estrategia es clara: lanzan ese mensaje a cientos de números, y alguno picará. Te pilla despistado, te lo crees y entras.
Por eso, consejo: cuando un contacto, o alguien que diga ser un contaco, mande un mensaje sospechoso (sobre todo si ese mensaje tiene enlaces o adjuntos), comprobar siempre con la persona si de verdad lo ha enviado.
Aún con la resaca del evento del sábado, hoy sigue creciendo la colección superheróica, con estos dos de nombre esdrújulo. Y aunque nunca he sido especialmente fan de Gámbito (soy bastante poco amigo de la época noventera de Marvel), me puede el completismo, así que a la saca que se ha venido también.
Ahora queda la cosa en un escenario inédito hasta ahora, en el que me voy de la tienda sin saber qué expansión será la siguiente, pues aún no ha habido anuncios ni filtraciones. ¿Qué será lo próximo?
No confundir con la película homónima de Michael Douglas.
Estamos ante uno de esos juegos cuya explicación es tan simple que uno lee las reglas y piensa que las ha entendido mal, pero que luego lo pones en práctica y funciona a las mil maravillas, siendo un juego cooperativo tan simple como desafiante.
El objetivo del juego es colocar en la mesa las 98 cartas numeradas (del 2 al 99), cosa que obviamente no se hace de cualquier manera, que tendría gracia, sino formando 4 columnas: dos ascendentes y dos descendentes.
Aspecto de una partida.
Al principio de la partida se despliegan las 4 cartas iniciales; dos unos y dos cienes, y se reparten las cartas a los jugadores, en función de cuántos sean (a 2 jugadores, por ejemplo, son 7), y se empieza a jugar.
El turno es simple: debes jugar al menos dos cartas de tu mano, y luego todas las que quieras, pero en las columnas ascendentes (las del 1) siempre números cada vez mayores y en las descendentes (las del 100) siempre hacia abajo. Y no puedes decir a tus compañeros lo que tienes ni mostrar tus cartas, aunque sí puedes decir "dejadme esta columna libre" o "tengo todo cartas altas". Así, se irán formando pilas de cartas.
Para dar algo de chicha, tenemos la regla del +/- 10, lo que quiere decir que si tenemos una carta que vale exactamente 10 más o 10 menos que la pila superior de alguna carta, la podemos poner, independientemente de que sea superior o inferior. Es decir, que si en una pila hay 87, 82, 81 y 79, como norma general solo podría jugar algo inferior al 79, pero si tengo un 89, sí que puedo ponerlo, lo que genera estrategias y sinergias muy interesantes.
El turno termina cuando un jugador deja de poner cartas (recordemos, minimo dos, máximo todas las que tenga en la mano), y entonces roba tantas como haya jugado. El juego termina hasta que se han podido colocar todas las cartas, que se gana El Juego (no es fácil) o a un jugador le llega el turno y no puede jugar carta. Entonces se cuentan las que se han quedado sin jugar y cuanto menos mejor.
Ya está. Así de simple y ya tenemos un juego ligero, sencillo y desafiante.
Las cartas que diseñamos específicamente para el evento.
Es domingo y toca, así que al lío.
El viernes por la tarde una de juegos de mesa ligeros en la lonja, como el Secret Hitler y el Hombres Lobo de Castronegro, un poco para hacer tiempo antes de ir al cine, a ver Antman, película que disfruté, aunque no terminó de enamorarme.
Sí que quedé encantado el sábado, que montábamos el evento de Marvel, al que al final vinieron 26 participantes. La mañana de juego libre, la espera para las pizzas y por la tarde el plato gordo, la épica batalla contra Mojo, en la que conseguimos nuestro propósito de dejar a los asistentes con el culo torcido.
A eso de las 20:30 terminamos, recogimos, nos quedamos un rato de tertulia y ya sobre las 0:00 me retiré.
Hoy domingo, por la mañana gimnasio y pintxo pote, luego una partida al interesante Aeon´s End (¡quiero mi revancha!) y un paseo antes de retirar, que mañana hay que madrugar.
Una nueva entrega de las aventuras de Scott Lang, en la que se trata de dar un giro hacia una historia más épica y fantasiosa, totalmente aventurera, que no sé si podríamos encajar en el género de la ópera espacial, explorando exóticos paisajes en el reino cuántico, y conociendo a todo tipo de personajes pintorescos que bien podrían ser secundarios de cualquier película de Star Wars. Y también se pasa de enfrentar a Antman a malos de andar por casa a plantar un villano que sí supone una amenaza de escala global (como que será el malo de la fase 5, vaya).
Sin embargo, y aunque tiene sus cosas buenas, no es una película que me haya terminado de entusiasmar. A ratos es muy divertida, ojo, pero también tiene sus momentos valle, y la trama se me hacía un tanto caótica. Además, la escena postcréditos me estropeaba un poco la película, ya que en cierto modo invalidaba gran parte de lo que nos acababa de contar.
La he disfrutado, pero también creo que tenía más humo que fuego.
El estreno de Antman: Quantumania es el segundo evento Marvel que con más ganas espero de este fin de semana, siendo el primero el encuentro que hemos organizado, y con el que esperamos sorprender a los asistentes. Para ello, lo hemos planteado de manera que no sabrán a qué se enfrentan hasta que la partida vaya avanzando y tengan que abrir sobres con nuevas instrucciones, que es algo que no hemos inventado nosotros pero le va bien al formato.
Y hoy, tras varias peleas con la impresora, por fin he podido imprimir los dichosos sobres.
La Dirección de Operaciones Especiales (Special Operations Executive, SOE) fue una organización creada durante la Segunda Guerra Mundial por Winston Churchill y Hugh Dalton para llevar a cabo espionaje, sabotaje y reconocimiento militar y especial contra las Potencias del Eje en la Europa ocupada por la Alemania nazi, y muchos de sus miembros eran lógicamente mujeres. Mujeres que no solo protagonizaron increíbles (y por desgracia finalmente trágicas), sino que son también quienes protagonizan este juego de rol.
De corte intimista, y con un profundo componente de cuentacuentos, este juego de rol sin Director de Juego nos propone un viaje a las vidas de algunas de estas espías, sus inicios en el SOE, sus misiones más exitosas, su captura y su interrogatorio, usando un esquema de escenas prefijadas que entiendo que pueda espantar a los más puristas del esquema convencional de los juegos de rol, pero que ofrece grandes posibilidades narrativas.
Sin un número predeterminado de jugadores (yo lo probé a cinco), el juego nos pide que primero creemos la identidad de nuestra espía, y la dotemos de motivaciones, personalidad, una fortaleza y una debilidad, personajes cruciales en su historia y un pequeño trasfondo, aunque nada impedirá desarrollarlo más tarde.
Hecho eso, la mecánica de juego funciona con un motor de cartas, que pueden plantear una escena más o menos predefinida (Andrée Borrel fue conducida al piso franco y al día siguiente deambuló por el pueblo, mirando a los soldados y a los abarrotados trenes, recogiendo información sobre identificaciones y uso de cupones de racionamiento) o más abierta (esta escena implica éxito y miedo, relacionado con tu debilidad), pudiendo cada escena ser, a decisión de su jugador protagonista, meramente narrada, intepretada de forma más o menos teatral (con el apoyo del resto de jugadores como PNJs) o una cosa mixta. Incluso puede dar juego a toques más de rol en vivo. Las posibilidades son infinitas.
En cuanto a la secuencia, cada jugador empieza con 6 cartas, una para cada escena y una sexta de destino, que usa en el epílogo. Estas son básicamente cartas de poker, asociando los palos a éxito, amor, muerte e infortunio y los números a la actitud propuesta para el personaje en esa escena.
Por orden, se van jugando las escenas (no deberían durar más de 5, a lo sumo 10 minutos cada una, y en realidad funciona muy bien siendo minimalistas con algunas), que son:
-La llegada
-La misión
-Interludio
-La captura
-El interrogatorio
Previa a cada una de las escenas se desvelará una de las cartas (cada jugador tiene las suyas) y adecuará la escena a lo que esta le indique, y durante la última escena cada jugador decide si se queda con su carta de destino o se lo entrega a otro.
¿Y qué hacen las cartas del destino?
Si no tienes ninguna, tu personaje no sobrevive al interrogatorio y es ejecutada. Si tiene dos cartas sobrevive a la guerra (pero la única forma de tener dos cartas es que alguien te haya dado la suya), y si tiene una, su destino es ser enviada a los siniestros campos de la muerte. ¿Sobrevivirá? Eso lo dirá el azar: si es roja sí, si es negra no.
Un juego con una propuesta muy particular, que cuando lo jugué dio lugar a momentos muy tensos y otros muy emotivos (con el epílogo casi salía alguna lagrimilla), y sin duda una experiencia muy diferente.
El juego, aunque todavía en inglés, saldrá publicado en castellano por la editorial Colmena de Papel, por lo que habrá que estar atentos.
Este sábado tenemos, como ya anuncié, evento de Marvel Champions, y aunque no puedo detallar aún en qué va a consistir, sí que hemos filtrado dos de las cartas que se utilizarán. Unas promocionales que hemos cutremaquetado (damos para lo que damos) y que serán de uso exclusivo para el escenario que vamos a plantear. El sábado desvelaremos su contenido.
Y como era inevitable que pasara, nada más terminar de imprimirlas he descubierto que se nos han colado erratas gordas en una de ellas, a pesar de haberlo mirado varias veces. Tocará imprimir una versión corregida.
Recién aterrizado en casa, toca hablar del fin de semana, que viene en lunes y más cargado de lo habitual, ya que como señalaba el viernes, he estado de viaje, en una casa rural de roleros en A Lama, Pontevedra.
Y esto empieza el viernes, con un terrible madrugón (el avión salía a las 7 de la mañana), vuelo a Coruña y desde ahí tren a Pontevedra, donde me recogen y vamos a tomar algo, el pintxopote con tortilla y empanada, y luego a meternos una buena ración de pulpo. Hacemos algo de compra, y un incidente con una llave de coche que desaparece nos hace llegar a la casa más tarde de lo previsto. Vaya casoplón, por cierto.
Nos instalamos, salimos a cenar algo algo al bar del pueblo y empieza el rol, donde dirijo otro pase de mi vivo 7 años y un día. Por la noche estos siguen jugando, pero yo me retiro pronto, que estaba que me moría. La verdad es que esa noche, como la calefacción tiene la feliz idea de no encenderse, duermo fatal, pero el problema se resolvió al día siguiente, así que bien.
El sábado por la mañana se nos va un poco entre pitos y flautas y nos vamos a la comida, que como hace bueno la hacemos en el exterior, con un exquisto arroz bomba, acompañado por empanada, mucha empanada.
La tarde trae partidas. Jugamos El asesino de Nostradamus, una partida de FATE, ambientada en el Seattle de 1972, que no alcanzamos a terminar, pero que queda muy satisfactoria y peliculera, y por la noche, después de cenar, más rol, y pruebo Slayers (nada que ver con el anime homónimo) y a dormir.
El domingo por la mañana va de descansar, y para comer nos vamos a un sitio donde nos dan ingentes cantidades de cocido, con más carne que un capítulo de Juego de Tronos, y tanto postre que acabamos pidiendo que nos lo pongan para llevar.
Por la tarde probamos una joyita de rol intimista, a medio camino entre el storytelling y el rol en vivo que es Cool and lonely courage, sobre mujeres espías en la segunda guerra mundial, muy emotivo, y por la noche empezamos una de Dark Cthulhu ambientada en Delta Green, pero pese a que estaba interesante, el sueño me vence y abandono la mesa antes de terminar.
Llega el lunes. Un poco de incertidumbre mañanera, pues nuestro anfitrión tiene que salir a resolver unos asuntos urgentes, y además se queda sin móvil, así que tenemos ese momento de "¿y qué hacemos ahora?", pero por fortuna todo se resuelve y tras recoger todo, nos vamos a Pontevedra a recoger. Pero aún quedaría emoción, pues un error en la estimación horaria hace que, tras prácticamente esprintar, llegue a la estación a las 16:48 para coger un tren que salía a las 16:50.
Sudando, con las pulsaciones a 100 y la comida aún en la garganta, llego al tren, que media hora más tarde me dejaría en Santiago de Compostela. Y como tengo un margen amplio, aprovecho para acercarme a la plaza del Obradoiro y ver, aunque sea muy por encima, la famosa catedral.
De ahi un taxi que me lleva al aeropuerto, donde sin incidentes cojo el avión, que resulta ser pequeño pero cómodo (y como no va lleno me dejan coger el asiento que está junto a la salida de emergencia) y llega a Bilbao media hora antes de lo previsto, donde mi intención de volver a casa en autobús se ve truncada al ver que faltaban 36 minutos, cosa que me hace decidirme por un taxi.
En su afán por hundir su propio modelo de negocio, la que se colocó como plataforma de referencia de video por streaming, Netflix, parece haber hecho realidad aquel farol que llevaba plantando durante años contra las cuentas compartidas, algo que fue clave para su éxito y colocarse como líder del sector, y ha planteado una serie de medidas draconianas que, de hacerse efectivas, harían que su propio producto fuera inútil, pues no contentos con las costantes subidas de precio, ahora han tenido la ocurrencia de dificultar la conexión desde dispositivos que no se encuentren en el mismo domicilio.
En mi caso particular, el mayor uso que doy a Netflix actualmente es ver series en las máquinas del gimnasio cuando hago cardio, o con el móvil cuando estoy de viaje, y así como lo segundo podría apañarlo, lo de la máquina del gimnasio se complica, pues no creo que me dejen llevármela a casa.
He disfrutado muchísimo de esta plataforma, creo que su catálogo es interesante y su app estupenda, pero al primer problema de conexión que detecte, cancelo mi suscripción, que con Disney, HBO, Filmin... tengo alternativas de sobra.
Este fin de semana estaré fuera de Bilbao, y es que el amigo Xosé me invitó a una kedada de roleros que ha organizado en una casa rural en A Lama (Pontevedra), cuyo plan es beber, comer y jugar mucho a rol.
Esta será mi primera visita a Galicia como adulto, y creo que la primera vez que voy desde 1988, de modo que decir que me acuerdo poco sería exagerar. Vuelo a Coruña, de ahí tren a Pontevedra y el lunes vuelta vía Santiago de Compostela.
El título de la película hace referencia al término que utilizan los cirujanos plásticos para hablar de la arruga que se forma entre las cejas, algo que se suele arreglar con Botox, algo que sería muy de pijos y superficiales, pero sobre todo de gente con dinero, que eso no es barato.
Y no es baladí el apunte, ya que de eso va esta inclasificable película, que con una curiosa sátira confronta dos realidades, la de los ricos y gente que nace de pie para vivir en una burbuja con la de los curritos que sacan adelante el trabajo sucio (comentario que tampoco es casual) y son invisibilizados por los primeros.
La película, en tres actos muy diferenciados, parece centrarse en Charlie y Yaya, dos cotizados (y guapísimos) supermodelos, que vertebran la historia, primero en una escena que nos va presentando el mundo y su relación, luego en un crucero de lujo, en el que pasan cosas, y por último en un inesperado tercer acto, donde también pasan cosas.
Sin duda me parece una película llena de lecturas, con mensajes algunos más obvios y otros más sutiles, pero que a mi parecer peca en exceso de su regodeo por lo escatológico, y aunque yo no la entendí de esa manera, a juzgar por las reacciones de la gente que estaba en el cine, habrá quien se la tome como una disparatada comedia.
En cualquier caso, me alegro de haberla visto sin saber siquiera de qué iba.
Hoy me ha dado por hacer el tonto con ChatGPT, una inteligencia artificial capaz de mantener conversaciones y responder con una cierta coherencia a lo que le decimos, y entre las múltiples gilipolleces con las que he probado está la de pedirle que me haga la sinopsis de una sitcom ambientada en el siglo de oro español, que es la que da título a la entrada, y luego le he ido pidiendo que escriba los capítulos, a cada cual más delirante, y con eso ya tengo juguete, así como entradas de relleno para cuando no sepa qué poner en el blog, así que anuncio esta nueva serie virtual, tal y como la ha descrito una IA (de esas que en el futuro dominarán el mundo y nos arrepentiremos de haber alimentado, sí):
La sitcom se llama "Pluma y Tinta" y sigue a un grupo de famosos autores del Siglo de Oro español mientras tratan de escribir sus obras más grandes. Cada episodio presenta a los personajes lidiando con los desafíos y alegrías de la vida cotidiana mientras trabajan en sus respectivas obras de teatro, poesía y novela.
Miguel de Cervantes, el autor de "Don Quijote de la Mancha", es el líder del grupo y el cerebro detrás de muchos de los planes para resolver sus problemas. Lope de Vega, un prolífico dramaturgo, es el mejor amigo de Cervantes y siempre está dispuesto a ayudarlo en cualquier situación. Tirso de Molina, otro talentoso dramaturgo, es el personaje más tímido y reservado del grupo, pero su ingenio lo convierte en una fuerza imparable cuando se trata de escribir.
Además de los tres protagonistas principales, la serie también presenta a otros autores famosos del Siglo de Oro, como Francisco de Quevedo y Calderón de la Barca, quienes aportan sus propios desafíos y alegrías a la dinámica del grupo.
Cada episodio presenta situaciones cómicas y aventuras mientras los personajes trabajan en sus obras y navegan por la vida cotidiana en la España del Siglo de Oro. Al mismo tiempo, la serie también ofrece una mirada a la época y a la cultura, y presenta a algunos de los autores más importantes y talentosos de la historia de la literatura española.
Durante el Siglo de Oro en España, las mujeres tenían pocas oportunidades para participar en la vida pública, incluyendo la literatura. Sin embargo, aquí van algunas mujeres famosas que podrían ser incluidas en la sitcom "Pluma y Tinta" como personajes secundarios o como inspiración para las obras de los autores principales:
Sor Juana Inés de la Cruz - Una monja y escritora mexicana considerada una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer.
María de Zayas - Una novelista y poetisa española conocida por sus obras satíricas y feministas.
Leonor de Almeida de Portugal - Una poetisa portuguesa que escribió durante el Siglo de Oro español.
Ana Caro - Una dramaturga española conocida por sus obras teatrales satíricas y feministas.
Estas mujeres podrían ser incluidas en la serie como musas inspiradoras para los autores principales o como personajes secundarios que luchan por sus derechos y su voz en una sociedad dominada por hombres. Al igual que los autores principales, estas mujeres también podrían enfrentarse a desafíos cotidianos y tener aventuras mientras luchan por su lugar en la literatura y en la sociedad en general.
Ha costado, pero tras una larga odisea, el libro físico de este juego de rol del que ya hablé hace unos años, por fin obra en mi poder. Y ha sido una odisea porque la campaña de Kickstarter fue hace nada menos que tres años, justo antes de la pandemia, y cuando por fin mandadon los libros, el mío se traspapeló, y he tenido que esperar casi un mes más. Y aunque sin los dados (que pagué), hoy he recibido el libro y la baraja de cartas de PNJs.
Ahora me toca leerlo (aunque siendo en inglés me temo que me costará algo más) y dirigir, que es unas risas.
Los juegos de mesa que salen al rebufo de películas/series/videojuegos/novelas... pueden dar lugar a maravillas (Battlestar Galactica) o infamias (Alatriste), y luego está este juego de roles ocultos de La casa de papel, que consigue transmitir las mismas sensaciones que... la última temporada de la serie, que para quien se bajara a tiempo adelanto que era bastante atroz.
Por si el símil no fuera claro, adelanto que este es, sin lugar a dudas, uno de los peores juegos de mesa que haya jugado nunca y, sin lugar a dudas, el peor de todos los que he probado de roles ocultos. Tan malo es que cuando leí las reglas no daba crédito a lo que leía, y estaba convencido de haber ententido algo mal. Pero no, es tan malo como parece.
Hay dos facciones enfrentadas (atracadores y rehenes), sin que nadie sepa quién es qué (cada uno conoce su propia facción, aunque ya puestos, tanto daría que no supiera ni eso), y el objetivo es, para los atracadores llegar a una cantidad X de dinero y para los rehenes que no se llegue. Hasta aquí bien.
Para esto, tenemos cartas de roles, que se reparten en secreto al principio de la partida y se corresponden con los personajes de la serie (ojo el jugador que lleve a Denver, que se tiene que aguantar la risita) y cartas de dinero, y de sabotaje (luego hay algunas con modificadores extra, que van de -500 a +500) pero no merece la pena extenderse en ellas.
Este reparto hará que tengas una carta de facción y una combinación de 5 cartas, que podrán ser positivas o negativas (sí, puede pasar que empieces con 5 cartas desfavorables a tu facción).
Sabes que has tocado fondo en la vida cuando reparten los personajes y te toca ser Arturo.
Mecánica de juego
El juego consta de 5 rondas, y lo primero es elegir al jefe de la banda, donde está la única frase graciosa del juego, pues el criterio es "el último que haya atracado un banco". Una vez elegido, cada jugador elige una de sus cartas de dinero o sabotaje y la pone boca abajo frente así.
Una vez todos han hecho eso, tienen que convencer al jefe de la banda para que elija (o no) su carta, de modo que si eres atracador y has puesto una positiva te interesa que la coja, igual que si eres rehén y has puesto una de sabotaje. Pero si has puesto una contraria a tus intereses, quieres que no la elija. ¿Y por qué narices ibas a poner una carta contraria a tus intereses? Pues porque son cinco rondas y vas a tener que juga tus cinco cartas. Efectivamente, cero poder de decisión.
La cuestión es que el jefe de la banda deberá elegir su carta (que sabe cuál es) y X cartas de las que han puesto los demás jugadores (en una partida a 8 jugadores tendría que elegir la suya y otras 4), sin disponer de ningún tipo de información, más que la propia palabra de los demás jugadores. "Hola, soy un atracador y mi carta es de mucho dinero. Fuente: patata".
Pero por si esto no fuera ya lo suficientemente absurdo, cabe señalar que los jugadores ni siquiera saben de qué tienen que convencer al jefe de la banda, puesto que no conocen su facción. Exacto, puedes ser un rehén, haber jugado un sabotaje gordo y convencido al jefe de la banda de que eres un atracador, pero como él también es atracador, tu carta se va fuera.
Una vez elegidas las cartas, se barajan, para no saber cuál ha jugado quién, y se cuenta si ha habido más de dinero o de sabotaje, calculándose la puntuación según el resultado.
Una vez hecho eso, se nombra un nuevo jefe de la banda y se sigue jugando, hasta completar las 5 rondas.
Lo único salvable: el meeple de jefe de banda.
Poderes especiales
"¡Esto es absurdo!", grita el aplicado alumno de la cuarta fila, "¡ni siquiera podemos llamarlo juego!". Cierto, pero ahora es cuando toca hablar de que hay dos personajes con poderes especiales que le dan chicha al juego (prometo que me ha costado aguantar la risa mientras escribía la frase), que son la Inspectora y el Profesor.
La Inspectora: En la segunda ronda, después de que se hayan jugado las cartas y el jefe de la banda haya seleccionado cuáles van dentro, todos cierran los ojos y ella, si quiere, selecciona una de las cartas que se han quedado fuera, la mira y la cambia por una carta de las que hayan sido seleccionadas. Así, a ciegas y sin saber qué es lo que ha quitado. ¿Quiere esto decir que puede añadir una carta que le perjudique y quitar una que le beneficie, sin poder evitarlo? Correcto, la vida es así de dura.
El Profesor: En la cuarta ronda, después de que todos hayan puesto las cartas, y antes de que el jefe de banda elija, todos cierran los ojos, menos el astuto Profesor, que puede mirar una carta de rol de un jugador cualquiera. ¿Y para qué le sirve esto? Uno podría pensar que para decir a los demás que la ha visto, pero obviando que no tiene absolutamente nada que lo demuestre y eso se puede convertir en un festival de jugadores proclamando "soy el Profesor, y mi mujer también es el Profesor", esta información llega ya con el 60% de la partida jugada, así que un poco tarde. Pero eso no es lo peor, no, ya que hay una regla adicional, y es que si al final de la partida, después de contados los puntos, la Inspectora adivina quién es el Profesor, se lleva un montón de puntos, que le pueden servir para dar la vuelta a la partida.
Es decir, que los poderes especiales, lejos de ser inútiles, son directamente perjudiciales y es mejor no usarlos. Aunque, a decir verdad, lo mejor es no jugar a este despropósito, solo recomendable a gente que sea muy fan de la serie y quiera hacerse con todo el merchandising o personas que necesiten urgentemente un posavasos.
Ya ni presento la entrada y me voy al tema, aunque de lo que hice el viernes ya hablé, que fue estar haciendo pruebas para el evento de Marvel Champions de dentro de dos semanas y luego por la noche al cine, donde veo "Llaman a la puerta".
El sábado fue temático, pues en la lonja teníamos el día de Uwe Rosenberg, prolífico diseñador alemán de juegos de mesa, y ahí pruebo Le Havre (derrota desastrosa) y Atiwa (victoria), además de jugar a Bohnanza (donde no gano), Not Alone (donde sí) y ¡No, gracias! (donde también gano alguna).
Hoy domingo, con la excusa de que la amiga Mai se había quitado de en medio sus exámenes de las oposiciones a Gobierno Vasco, nos hemos ido a deglutir unas hamburguesas al Baka Vieja (que en mi caso no es que hubiera queso en la hamburguesa, es que había una hamburguesa en el queso) y luego a dar una vuelta, antes de terminar tarteando por el Arenal y de ahí despedida y a casa.
Una familia se prepara para pasar un idílico fin de semana, cuando un grupo de armados (pero amables) secuestradores amenaza con mandar todo al traste. Y recalco lo de amables, pues es algo realmente importante en la trama, ya que las motivaciones que tienen estos son fundamentales para el desarrollo de la historia. No lo hacen por maldad o por dinero, ni siquiera porque les apetezca hacerlo. Hay un motivo que les obliga a ello, ya que se ven envueltos en una de esas situaciones en las que hay que hay que hacer algo terrible para evitar algo aún más terrible.
Lo descrito arriba nos lleva a esta peculiar historia de home invasion (dicho en inglés parece que queda más cool), en la que todo fluye bastante bien, y donde consigue que empatizemos con los personajes. El guión no tiene grandes giros, como suele caracterizar a Shyamalan (de hecho, no sé si decir esto es spoiler), pero funciona, y la película consigue ser muy disfrutable.
Se parece bastante a lo que esperaba de ella, y eso siempre es positivo.
Simbionte Rabioso, una carta que nos dio muchos quebraderos de cabeza.
Faltan dos semanas para el encuentro de Marvel Champions que organizamos en Abaco, y hoy hemos estado limando algunos flecos para que el escenario que hemos probado funcione, pues son muchas las cartas y combinaciones posibles, y siempre puede aparecer alguna que sea disruptiva y se cargue el equilibrio del juego. Si eso pasara, tenemos un plan B, pero nunca está de más tener previstas la mayoría de situaciones posibles.
No puedo decir con completa seguridad si será un escenario fácil o difícil, pero con arreglo a las pruebas que hemos ido haciendo sí puedo decir que nos ha quedado muy original y divertido.
Esta película es básicamente un remake de la estupenda Big Bad Wolves, de la que ya hablé aquí, con lo que poca sorpresa había para el argumento, pues es prácticamente igual, con algunos cambios menores en la trama, pero que en esencia es la misma. Tal vez eso ha hecho que la disfrutara menos que la otra, pero más por mérito de aquella que por demérito de esta, pues sigue siendo plenamente disfrutable, y las actuaciones brillan a gran nivel. Javier Gutiérrez, que no es ninguna sorpresa, así como Adriana Ugarte y Rubén Ochandiano están tremenos.
Habría agradecido tal vez que en alguna escena fueran un poquito más sutiles con las escenas de tortura, no porque sea algo que me moleste particularmente, sino porque habría sido más impactante sugerir que mostrar, pero en general un thriller bastante bien llevado y con un giro final que si bien es casi un estereotipo, funciona bastante bien.
Sin duda esta sería la mejor escena musical del UCM, pero no es a lo que me refiero hoy.
No es ningún secreto que me gustan mucho las películas y series de Marvel, y hoy me apetecía hablar de su música, pues a lo largo de las distintas bandas sonoras han ido saliendo algunas muy buenas que, unidas a la escena que acompañan, hacen que tengan su toque memorable, y por eso, aunque soy muy malo haciendo rankings, voy a intentar hacer uno.
Para esta lista voy a utilizar solo canciones que no son propias del UCM, sino que son temas que ya estaban de antes, lo que excluye temas como Portals, de Avengers Endgame, el leitmotiv de Spiderman No Way Home y genialidades como It was Agatha all along o Rogers: The Musical.
Sin más dilación, a ello voy.
10. Back in black (ACDC) - Ironman
Me parecía correcto empezar el ranking con la misma canción con la que empezaba a rodar el UCM. Un despreocupdo Tony Stark debutando a bordo de un trasnsporte militar, para dar pie a una película de la que, honestamente, no esperaba mucho, pero que me encantó y que fue el pilar de carga sobre lo que se sostuvo todo lo que vendría después.
9. Hooked on a feeling (Blue Suede) - Guardianes de la galaxia Vol. 1
No será esta la única aparición de las aventuras de Starlord y sus amigos, que se presentaban en el trailer con este pegadizo tema, que nos dejaba claro cuál iba a ser el tono dinámico y desenfadado de la película cuando nos mostraba a los personajes en la escena de la cárcel.
8- Smells like teen spirit (Malia J) - Black Widow
Black Widow no es de las películas más redondas de Marvel, es verdad, pero entre sus virtudes está ese impactante comienzo en el que una jovencísima Natasha Romanoff es separada de su familia y entregada a las garras de la habitación roja, en unos impecables títulos de crédito iniciales.
7 Come and get your love (Ratbone) - Guardianes de la galaxia vol. 1
Chris Pratt es gilipollas, es verdad. Pero es innegable que Peter Quill rebosa carisma por los cuatro costados, y lo demostraba en esta escena de presentación de Guardianes de la Galaxia, donde nos dejaba ver cómo habría sido el hijo de Han Solo con Indiana Jones.
6 Inmigrant song (Led Zeppelin) - Thor Ragnarok
Thor Ragnarok es la película que reinventó a Thor, y la escena del asgardiano partiendo la cara a todo un Surtur a ritmo de Rock&Roll era una carta de presentación ideal para este casi reinicio del personaje. No está entre mis películas favoritas, pero esa escena es muy cañera.
5- End of the world (Skeeter Davids) Eternals
Amada por unos, odiada por otros (a mí me gustó), Eternals es una película de superhéroes bastante diferente, una de cuyas virtudes era la belleza visual que tenía su fotografía, obra de su directora Chloe Zhao, y la canción empleada para el trailer me parece que encajaba muy bien con esa belleza, consiguiendo ser muy evocadora y también pegadiza. Me transmitía paz espiritual y ganas de ver la película.
4. Surrender (Cheap Trick) - Guardianes de la galaxia Vol.2
Ya avisé de que los Guardianes de la Galaxia aparecerían más por aquí, y esta vez con una canción que adornaba un epílogo con la divertida escena de Kraglin intentando tomar el testigo de Yondu, de manera un tanto desastrosa, pero con una canción con mucho ritmo y que nos dejaba una sonrisa en los labios.
3. Lift me up (Rihanna) Black Panther: Wakanda forever
De todo sale algo bueno, y aunque Wakanda Forever no me entusiasmó, he de decir que la parte del homenaje a Chadwick Boseman me pareció muy bonita, y esa escena final con Suri honrando la memoria de su hermano, con este tema de fondo, me tocó un poco la patatita, así que al ranking que va.
2. Father and Son (Cat Stevens) - Guardianes de la galaxia Vol. 2
Y si de tocar patatitas y honrar a muertos se trata, no podía quedarse fuera el funeral de Yondu, uno de los secundarios más carismáticos de la saga espacial, que pasaba de villano a antihéroe y cerraba su ciclo de redención con un sacrificio heróico y un homenaje por todo lo alto, que casi sacaba la lagrimilla.
1. Daydream Believer (The Monkees) - Wandavision
Que Wandavision me parece una de las mejores cosas que ha parido Marvel es algo que sabe cualquiera que me haya escuchado durante más de cinco minutos, y este puesto no podía ir a otro sitio que al final del capítulo en el que se desvela todo el pastel, dejándome con ganas del siguiente capítulo y convirtiendo una serie que ya me estaba gustando mucho en una leyenda que se me incrustó para siempre en el corazón, dejando de paso esta canción perpetuamente instalada en mis tímpanos.
Menciones de honor
Normalmente cuando hago este tipo de rankings suelo tener dos o tres posiciones muy claras y el resto varían en función del momento en el que los hago, y por eso voy a mencionar algunos temas que perfectamente podrían haber aparecido, como It´s been a long long time (Harry James), la canción del baile con el que Steve Rogers y su querida Peggy Carter cerraban Avengers endgame, y que daba pie a unos títulos de crédito que podría ver una y mil veces; Blinding Lights (The Weeknd), del trailer de Miss Marvel, serie que no fue del gusto de mucha gente pero que a mí no me disgustó; Sweet child of mine (Guns and Roses), con el arreglo para sonar más épico en el trailer de Thor Love and Thunder, Just a girl (No doubt), con la Capitana Marvel pateando culos en los 90 o, en general, la banda sonora completa de las dos entregas de Guardianes de la galaxia que, siendo sinceros, podría haber rellenado por sí sola un ranking de estas características.