lunes, 30 de noviembre de 2020

Empezó 30 monedas

Manuel Vergara, sucesor espiritual de Ángel Berriartúa.

Ayer empezó una de las series más esperadas de la temporada, de la que sabía muy poco, pero lo que sabía me bastaba para querer verla: es de Álex de la Iglesia. De hecho, ayer se estrenó y ayer reactivé mi cuenta de HBO, expresamente para poder verla. Y no me arrepiento de nada, pues esta serie nos ofrece al mejor Álex de la Iglesia, generando una atmósfera tan repulsiva e hipnótica como inquietante y demostrando su gran talento a la hora de sacar lo mejor de los actores que trabajan con él.

Poco sé de momento de qué va la cosa. Sé que es una historia que perfectamente podría ser una historia de rol en la que alguien o algo está tratando de recopilar las 30 monedas de plata que Judas recibió a cambio de traicionar a Cristo, y que parece que dan poderes a quien las porta.

Una de esas monedas aparece en Pedraza (Segovia), un pueblo perfecto para generar esta atmósfera, y que ya dio lugar a una de las mayores y más perturbadoras películas de terror del cine español: el anuncio de la lotería de 2013.

Tengo grandes esperanzas en lo que dará de sí esta serie, que me ha generado en su primer capítulo un hormigueo que no vivía desde El ministerio del tiempo.

Ahora, un homenaje rolero, utilizable en Cultos Innombrables, con la ficha de uno de los protagonistas.

Esta serie ES una partida de Cultos Innombrables.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Otro finde y se termina noviembre

Para variar, comiendo sano.

Llega otro domingo en esta especie de semana de la marmota que es 2020, pero aún así, siempre hay cosas que contar del fin de semana, al menos para evitar la sensación de que son todos el mismo. 

Se mantiene lo de tomarme de vacaciones el viernes para descansar bien e ir luego al gimnasio, y por la tarde voy a la lonja, para una nueva sesión de Gloomhaven, terminando con holgura para estar a la hora convenida en casa.

El sábado por la mañana no voy al gimnasio, ya que me quedo cocinando y hago algo rematadamente simple, pero que nunca había hecho, como es una crema de calabaza, zanahoria y patata, que no está bien que yo lo diga, pero me queda deliciosa.

Receta:

-660 gramos de calabaza (ya pelada)
-3 zanahorias
-2 patatas

Hervir eso durante media hora, pasar por la batidora, mezclando con 250 cl. de nata de cocinar, echar sal y nuez moscada, y ya tenemos comida para 4 días. Por la tarde seguimos con la costumbre de hacer la ruta por Bilbao, y esta vez nuestros pasos nos llevan a recorrer la isla de Zorrozaurre.

Domingo por la mañana sí que voy al gimnasio, luego un paseo por el Arenal. Después de comer me veo el primer episodio (espectacular) de 30 Monedas y por la tarde, a falta de bares, nos juntamos un pequeño grupo (4 personas) en el local, para tomar unas cocacolas y arreglar el mundo.

Eso ha sido el fin de semana.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Hogar

9 de cada 10 ferreterías la recomiendan.

Que Javier Gutiérrez es uno de los mejores actores españoles del momento y que se mueve como pez en el agua en su papel de psicópata mentiroso con carisma, como ya demostró en El Autor, es un hecho constatado, igual que es un hecho que hace tiempo que Mario Casas alcanzó la madurez y puede por fin ser llamado actor.

Pero con eso no basta para hacer una buena película, y este thriller, que da la sensación de haberlo visto antes, se queda bastante cojito. En primer lugar por su premisa, que no termina de encajar, pues nos cuenta la historia de Javier, un publicista que se queda en paro después de haber estado en la elite y tiene que dejar su casa, un simpático casoplón de alquiler al que parece tener bastante apego. Tal es el apego, que sin venir muy a cuento se dedica a colarse en la casa de vez en cuándo, pues conserva la llave y nadie se molestó en cambiar la cerradura, y a putear a los nuevos inquilinos, pues parece que lo que quiere es recuperar su vida anterior, y lo que en la cabeza del protagonista parece tener todo el sentido del mundo, argumentalmente hace agua por todas partes. 

Existen teorías que afirman algo que daría sentido a lo que pasa, en las que todo sería realmente una fabulación en su cabeza al haberse ido su cordura a la mierda, a lo El club de la lucha, y es cierto que hay alguna que otra pincelada que podría interpretarse en ese sentido. Pero me parecería una explicación muy pobre y, sobre todo, insuficiente para salvar la película.

Moraleja: si compráis o alquiláis una casa nueva, cambiad la cerradura. 

jueves, 26 de noviembre de 2020

Llegó el Pandemic 0

El pájaro está en la jaula.

La tercera entrega de Pandemic Legacy es una precuela, que se ambienta en la guerra fría y los jugadores son agentes secretos que deduzco que tendrán que evitar algún tipo de catástrofe bacteriológica, aunque sin saber más no puedo sino intuir cosas. No sé más porque la gracia de este tipo de juegos está en sentarse a la mesa, abrir la caja y ponerse a jugar, dejándose sorprender por sus mecánicas y giros.

Imagino que la semana que viene empezaremos, y si sigue el esquema de los anteriores, en unas 10-12 sesiones ya lo habremos terminado. Y entonces daré mi opinión, con y sin spoilers, de lo que ha dado de sí esta temporada cero de Pandemic Legacy.

Opiniones temporada 2.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Test serológico

Siempre negativo, nunca positivo.

Ayer fue día de pinchazos, pues no solo tocó la vacuna contra la gripe, sino que por la mañana fui a sacarme sangre para hacer un test serológico en busca de anticuerpos contra el coronabicho, y de paso quitarme la duda de si llegué a pasarlo en marzo o no, y el resultado ya nos lo dice el amigo Van Gaal: negativo, no tengo anticuerpos contra el bicho, de modo que no podré ir por ahí lamiendo pomos con alegría. 

En fin, esto me pasa por no haber estudiado lo suficiente.

martes, 24 de noviembre de 2020

Vacunado contra la gripe

¡Ahora con 5G!

Las vacunas son el tema de moda, pero mientras esperamos a la del coronabicho es importante que no nos olvidemos de que existen otras enfermedades, entre ellas la de la gripe. Y dado que en el trabajo nos ofrecieron la oportunidad de vacunarnos contra las de este año y yo soy propenso a coger todo tipo de miasmas respiratorios, pues ahí que me he ido, a que me chuten de virus defectuososo y mi organismo se encargue de hacer el resto. 

Espero que luego eso no me impida seguir pidiendo canciones de Miguel Bosé la próxima vez que vaya a un karaoke.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Memorias de un ex-demandante de empleo [XXVIII]

Eran camiones, pero esta foto me hacía gracia.

Vivimos tiempos turbulentos en los que las patatas fritas ya saben a cualquier cosa menos a patata, y la guerra salvaje que iniciaron las patas con sabor a huevo frito abrieron una guerra que no parece tener fin. Eso me ha recordado al tema que viene a continuación.

El almacén de Matutano.

Allá por finales de 2006, cuando me encontraba yo preparando mis primeras oposiciones, compaginaba el estudio con días de trabajo suelto en la ETT, y aunque generalmente operaba con Randstadt, también recibía encargos de Select, y uno bastante recurrente era el de ir al almacén de Matutano en Arrigorriaga.

Recuerdo bien que cuando me llamaban tocaba madrugar bastante y tirar de coche, pues esto estaba ya en la carretera, así como recuerdo que la primera vez me costó bastante encontrarlo, ya que estaba al acabar el pueblo, casi en Miraballes, pero una vez aprendido el camino, era ridículamente fácil.

El trabajo era agradable, y aunque podía ser duro, no era extenuante. Básicamente era estar ahí cuando llegaba el camión, vaciarlo y llevar las cajas al almacén. Solían ser trailers bastante amplios, con lo que vaciar uno llevaba varias horas, y como solíamos estar de charleta y la gente era bastante maja (el encargado, no recuerdo su nombre, me parecía un solete), se hacía fácil. 

Y lo más importante, que es lo que todo el mundo se estará preguntando. Aunque no era lo más frecuente, sí que de vez en cuándo alguna de las cajas sufría un horrible accidente, se abría una bolsa de patatas sin querer, y bueno, una vez abierta, pues... Recuerdo también la vez que me quedé a solas con una caja de huevos Kinder (no eran Kinder, eran de la marca de Matutano, pero nos entendemos), y bueno: un Jokin, una caja de huevos de chocolate, la intimidad... Comprenderéis que un caballero no hable de esas cosas.

El trabajo era lo que era: vaciar el camions y barrer un almacén, pero servía para sacar unas pelillas y reconozco que las veces que fui, estuve muy a gusto. 

domingo, 22 de noviembre de 2020

Finde sin Entrerevs

Resultado de un sábado andarín. 

En este año de perderme eventos, este es el fin de semana en el que posiblemente habría ido a Madrid, al congreso/kedada de rol en vivo Entrerevs, que si bien es cierto que se hacía online, no he participado, ya que los sustitutos online de los eventos me dejan entre frío y mohíno, ya que no dejan de ser un "quedarse en casa delante del ordenador" y además me recuerdan que no se ha podido hacer algo que me apasiona.

En su lugar, el viernes tras el gimnasio quedé con unos amigos para tomar unas cocacolas en el local (no nos juntamos más de 5 personas y mantuvimos las distancias), nos cogimos unas pizzas para cenar y a la hora preceptiva en casa (bueno, confieso que llegué 5 minutos más tarde de lo legalmente permitido).

El sábado por la mañana gimnasio, una vuelta por el parque, y tras comer al cine. Después un largo paseo por la zona de San Inazio, en total, un día de 30.000 pasos. Que se dice fácil.

El domingo por la mañana idéntico al del sábado, con gimnasio y paseo, pero la tarde más sedentaria, con partida del juego de mesa Narcos, donde logro hacer que Pablo Escobar sea presidente de Colombia. 

Y eso ha sido más o menos el fin de semana. Añadimos partidillas puntuales a Borderlands 3 y capítulos de Scrubs, Utopía y la recién empezada Borgen.

sábado, 21 de noviembre de 2020

El año que dejamos de jugar


Nazis y conejos, pero no es Jojo Rabbit, ni se le parece.

Berlín, 1933. Hitler está a punto de hacerse con el poder y los Kemper, una familia de judíos abiertamente detractores al emergente nazismo, optan por abandonar su país para evitar lo que les pueda venir encima, convirtiéndose así en una familia de refugiados que, primero en un pueblecito de los Alpes y luego en París, tratan de sobrevivir ganándose la vida y pasando de ser una familia adinerada, con una vida acomodada, a vivir el día a día y las penurias económicas, mientras tienen que ver en la distancia cómo su país se va a la mierda, y de paso lidiar con ser extraños en todas partes.

Una problemática muy real, pues no solo se parece demasiado a cosas que siguen ocurriendo hoy en día, sino que además la novela en la que se basa es el relato autobiográfico de la autora, en quien se inspira directamente la niña que protagoniza la película.

Una película muy vital, a veces incluso empalagosa, es una película de las que diríamos bonitas, con enormes dosis de optimismo, de saber salir adelante y de la familia que pertenece unida, se quiere mucho y gracias a eso sale adelante. Tiene su drama, por supuesto, y muchos momentos que buscan descaradamente el lagrimón. Pero pese a tocar el tema que toca, no llegaría a calificarla de dramón.

Bueno, con tanta película sobre familias a las que les fue mal, tampoco está mal, y menos en estos tiempos que corren, que de vez en cuándo haya alguna a la que le fue un poco mejor.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Gatimotxo

Cruce de gatinto con gatacola.

Ya que estamos con toque de queda y sin bares, hay que buscar alternativas para las noches de los fines de semana, y ningún animal representa mejor la noche y el quedarse en casa que el gato, de modo que con el único fin de compartir una foto que me ha hecho mucha gracia (la de la izquierda) le he buscado compañía para unir las dos en esta tontuna felina. Y así relleno el blog.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Toponimia Yanki (III)

¿Cuál es el estado que debe su nombre a un señor que sale en los billetes?

Con esta tercera entrega termino con las explicaciones de los nombres de los estados USA.

New York​: En origen Nueva Amsterdam, pasó más tarde a ser Nueva York, en honor a la ciudad inglesa de York. Yendo al significado de York, antes Eboracum (de origen incierto, aunque hay varias teorías), y más tarde llamada Jorvik por los vikingos, pasando por Yerk, Yourke o Yarke. El Jorvik vikingo se traduciría como "Bahía del semental".
Nuevo Hampshire​: Hampshire, de donde viene lógicamente el nomnbre, es uno de los condados de Reino Unido, y su nombre es la combinación de shire (condado) y Ham, que ya no lo tengo tan claro. Antiguamente por ahí estaba Hantoun (lo que ahora es Southampton), siendo -toun un claro antepasado de town (pueblo), pero sigo sin tener muy claro qué es el Ham (además de jamón), pero aparece en Hamlet (aldea). Bien pensado, creo que ya que hay un York, sí daré por bueno lo del jamón, y New Hampshire será el nuevo condado del jamón.
Nuevo México​: Otra fácil, que el país que tiene justo debajo se llama México, nombre que viene de sus antiguos habitantes, los mexicas (lo de llamarlos "aztecas" realmente es una modernez de nuestros tiempos).Lo que no parece tan fácil de averiguar es de dónde viene el término mexica, pues se pierde en la noche de los tiempos. 
Ohio: Después de unos cuántos estados que se llaman como otros sitios pero con el adjetivo "nuevo", toca otro estado con nombre de río, y Ohio en iroqués significa "gran río", "río largo" o "río bello".
Oklahoma: Aquí tampoco hay mucho misterio, pues su nombre proviene de okla humma, que en idioma chocktaw significa "gente roja, en obvia alusión a los habitantes originales del continente. 
Oregón:​ A falta de una, son tres las teorías sobre el nombre de este estado. Opción A: viene del francés ouragan (huracán); opción B: viene de orejón, que es el nombre que los colonos dieron a sus nativos; opción C: se deriva del orégano, planta que no era difícil encontrar por allí. Cada cual que escoja la que más le guste.
Pensilvania​: Literalmente "la selva de Penn", que no era el actor Sean Penn, sino el almirante William Penn, fundador de la colonia. El origen del apellido ya, para quien le apetezca bucear en libros de inglés arcaico. 
Rhode Island: Aunque tenga ese nombre no es una isla, pero sí tiene islas, y la mayor de ellas, en origen Aquidneck ("en la isla" o "en la masa de tierra flotante") que también se llama Rhode Island, le debió de recordar a alguien a la griega isla de Rodas (la del coloso), si bien otra explicación es que podría venir del neerlandés "isla roja".  La Rodas griega, por cierto, da para largo, pero en resumidas cuentas, su nombre parece venir de la flor de la rosa o el granado.1
Tennessee: Parece ser que viene del pueblo chereokee de los Tanasi y significa "río tortuoso" o "río sinuoso". Vaya, otro estado con nombre fluvial.
Texas​: Viene del español, vaya sorpresa, pero encuentro dos teorías, aunque ninguna nos va a hablar de esas piezas de cerámica que se ponen en los tejados de las casas. Una es la derivación del nombre de los indios tejas o taysha (amigo o aliado) y otra nos lleva al árbol del tejo, o mejor dicho, al ciprés calvo de los pantanos, que se le da un aire. 
Utah: Utah se pronuncia Yuta, y este dato no es baladí, pues es el nombre con el que los colonizadores españoles llamaron a los nativos ute, "protectores de las montañas". Aunque ellos se hacían llamar nocht, "hombres".
Vermont: Fue colonia francesa, y eso se nota en su nombre, pues vert mont significaba... monte verde. ¿Fácil, verdad?
Virginia y Virginia Occidental: Volvemos a estados con nombres de persona. ¿Y quién era la tal Virginia? Pues la reina Isabel I de Inglaterra, conocida como "la reina virgen", dado que nunca contrajo matrimonio. El origen del nombre Isabel, por cierto, tiene tela, y es que, según copio de la Wikipedia,  una hipótesis poco probable afirma que proviene del latín «Isis bella» («Isabella» en italiano moderno), en honor a la diosa egipcia de la fecundidad Isis, cuyo culto era muy popular entre los soldados romanos, más el epíteto «bella», subrayando su feminidad. Al parecer, se habría ocultado el origen pagano del nombre presentándolo como una variante del hebreo «Elisheva» («Elisabet») que significa ‘juramento de Dios’, ‘promesa de Dios’ o ‘Dios es mi juramento’.​ También se refiere a la combinación del nombre de la diosa egipcia Isis, y Bel el principal dios babilónico. Otra raíz etimológica para "Isabel" es su procedencia del vocablo «Ish-baal», que significa «hija de Baal», siendo Baal la principal deidad de los cananeos
Washington: Aunque no se debe confundir Washington DC, donde está la capital, con el estado de Washington, que está en la otra punta del país, ambos comparten el origen semántico, que obviamente no es otro que el de George Washington, héroe de la patria, padre de la nación y el señor que sale en los billetes de dólar. Y aunque pueda parecerlo, la palabra washington no significa "lavadero", ni nada que tenga que ver con el verbo to wash, sino que viene del anglo-sajón wassa, que se relaciona con cazador o líder de tribu, inga  (familia) y ton (pueblo o colonia).
Wisconsin: Va otra vez de ríos. El Wisconsin, cuyo origen semántico no queda muy claro, pero debe de tener algo que ver con el color rojo, pudiendo ser una derivación de Meskonsing, "se encuentra roja". 
Wyoming: Aunque resulta tentador ahondar en el chiste y explicar que fue fundada por espectadores de La Sexta, la realidad es que este territorio coge su nombre del valle de Wyoming de Pennsylvania, que se deriva de la impronunciable xwé:wamənk, "en el gran río plano".

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Social run

¡Te atraparé, Nicole_968 de Boulder!

El otro día descubrí por casualidad una aplicación que tienen las máquinas del gimnasio al que voy, que aplican la gamificación al ejercicio cardiovascular de forma bastante graciosa, y ayuda a sudar la camiseta, pues no miento si digo que hoy he sudado tanto que la mascarilla ha terminado literalmente empapada en sudor, tanto que era transparente.

Al paseo virtual, que ya estaba de antes, han añadido avatares, de forma que al correr "compites" contra otros corredores que están conectados a la red, en cualquier parte del mundo, y no solo puedes ver la distancia a la que los tienes, sino que puedes ver y adelantar sus avatares, lo que le da ese componente pique que invita a correr hasta dejarse los pulmones, mientras disfrutas la sensación de ir dejando otros corredores atrás y es el estímulo que viene bien para hacer ese plus de esfuerzo que tanto suele costar hacer.

Una chorradilla graciosa y, en realidad, bastante práctica.

martes, 17 de noviembre de 2020

Ni de coña

El título responde a la pregunta "¿es esta una buena película?"

Desde el trailer ya se podía adivinar lo que nos iba a ofrecer esta película: un recital de humor casposo y facilón, lleno de tópios rancios y famosetes jugando a ser actores, más pendientes de pasarlo bien que de lograr un producto de una calidad que jamás pretendió tener. 

Un truño anunciado, por supuesto, pero yo sabía dónde me metía, y no me voy a quejar, pues es lo que me apetecía, un guilty pleasure de manual, en el que se salva poco más allá de ver a humoristas (que algunos en su faceta de humoristas me gustan bastante) haciendo un rato el tonto. Evasión en estado puro, sí, aunque sin un ápice de nada cinematográficamente salvable. 

Un resort turístico donde parejas con problemas van a hacer terapia (me recordaba un poco a "Todo incluido", de Favreau, Vaughn y cuadrilla, pero en cutre) es la excusa para esto, y el título hace referencia a las reacciones de los señoros parejiles cuando su pareja les propone acudir a dicho resort.

En su defensa diré que era lo que esperaba y lo que en ese momento me apetecía ver. No me juzguéis.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Diecisiete

Dos hermanos y un perrete.

Daniel Sánchez Arévalo es un director que me sorprendió en Primos, me gustó mucho en Azul oscuro casi negro y Gordos, y aunque no tanto, también me gustó en La gran familia española, por lo que Diecisiete era una apuesta que iba casi sobre seguro. Y no se equivicó mi instinto, pues aquí vuelve a ofrecernos una película vital, llena de personajes entrañables y que nos hace terminar con una sonrisa, después de haber bordeado la lagrimilla, quedándose mano a mano con Primos en la pugna por ser su mejor película.

Nos cuenta la historia de Héctor, un chaval que está a punto de cumplir los 18, y que termina en un centro de menores, donde como parte de un programa ocupacional del centro conoce a Oveja, su perro y su único amigo, pues Héctor es inteligente, pero incapaz de conectar con las personas.

Cuando se ve obligado a separarse de Oveja, se embarca en una alocada búsqueda para recuperar a su amigo, acompañado por su hermano mayor Ismael (un soberbio Nacho Sánchez) y su abuela, lo que les llevará a profundizar en su relación y las raíces de su familia, con algunos momentos cómicos y otros muy emotivos. ¡Y un perrito con tres patas!

Muy contento con la película, me quedo con la pena de no haberla podido ver en el cine, ya que salió directamente en Netflix.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Otro fin de semana sin bares

Casaiñigo no es un lugar.

Este fin de semana ha sido un poco más largo, que el viernes no trabajé, y empieza el jueves de madrugada, con una broma del karma, que decide responder a la entrada en la que hablaba de vecinos ruidosos con unos anormales montando una fiesta en el patio a la 1, con gritos y música a tope. Por suerte esta vez sí tenía la llave y pude bajar a pedirles, de forma no del todo amable, que redujeran el volumen.

Lo de "por la mañana fui al gimnasio" me lo ahorro, que fue común a los tres días y me voy a la tarde. A falta de bares, unas cocacolas y un par de colegas, arreglando el mundo en la lonja, y para cenar, compramos algo de comida en el chino y damos buena cuenta de ello. Pero todo legal, a las 21:59 en casa.

El sábado por la mañana lo dicho, y por la tarde ciberkedada, por ser el cumpleaños del amigo Sappia. Más tarde un paseo por Olabeaga y ya en casa, me veo la película Diecisiete, que le tenía ganas.

El domingo, que no hace tan buen tiempo, la tarde es para jugar al RDR2, ver la clásica Merlín el encantador de Disney y dar un paseo cuando para de llover.

Eso ha sido este fin de semana.

viernes, 13 de noviembre de 2020

The Mandalorian

El hombre que se vestía de Boba Fett.

Si tuviera que resumir lo que opino en una palabra sería fácil: decepcionante. No me mintió mi instinto cuando la anunciaron y no me llamó nada, pero la serie tuvo mucho éxito y la ponían por las nubes, llegando muchos a decir que era de lo mejor que había dado Star Wars desde la trilogía clásica, así que tocaba verla. 

No es ya que no haya alcanzado las expectativas generadas, sino que se ha quedado a varios kilómetros, hasta el punto de que después de 5 capítulos de aburrimiento, creo que ya he visto lo suficiente como para saber que no merece la pena seguirlo intentando. 

Es una especie de western espacial en la que el protagonista es un cazarrecompensas, que en una de sus misiones se encuentra con un bebé de la raza de Yoda (el famoso bebé Yoda que hemos visto hasta en la sopa) y la serie va de sus idas y venidas de un lado a otro, desfaciendo entuertos y pegando tiros. Un poco como El equipo A o El coche fantástico, pero con mayor presupuesto.

Puede ser por el formato procedimental (cada capítulo va de una historia), que no me suele gustar, o puede ser porque el protagonista se me hacía más soso que un pan sin sal (en general no he visto ningún personaje que me suscitara el más mínimo interés, más allá de alguna monería puntual de Bebé Yoda), pero cuando uno está más atento al teléfono móvil que a la tele, sabe que ha llegado la hora de abandonar la serie.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Los vecinos ruidosos

No eran tan silenciosos como en la foto.

La historia tiene ya un par de años, pues si la hubiera contado entonces es bastante posible que, escrita desde el calentón, esta entrada tuviera muchas más palabrotas, ya que va sobre gente poco considerada con el descanso ajeno ylas normas más elementales de convivencia.

En la casa en la que vivía antes las paredes eran de papel, lo que unido a que tengo bastante buen oído, por las noches era fácil que oyra cualquier ruido de la casa de al lado, hasta el punto de que les oía si roncaban (eso también me pasa ahora, por desgracia) o incluso el sonidito del teléfono si les llegaba un mensaje.

De eso no tienen la culpa, pero sí de poner la tele a alto volumen y de hablar de viva voz pasadas las 10 de la noche. Que a las 22 no era muy problemático, pero a la 1 empezaba a incordiar.

A veces golpeaba la pared y bajaban el tono, pero era cansino andar siempre así, por lo que un día coincidí con el vecino, le pedí amablemente que tuvieran más cuidado, y así fue... al principio. No mucho después, volvieron a las andadas. 1 de la mañana y a viva voz.

Golpeé la pared y oí gritar al otro lado "¡como vuelvas a golpear la pared, te pongo la tele a tope!".

Monté en cólera, salí al rellano y les toqué el timbre, para ver si eran tan amables de repetirme eso en persona. Pero nada, cuchicheos al otro lado y silencio.

Total, que un par de días después me crucé con el vecino en el rellano y la conversación fue tal que así:

-¿Oye, la otra noche qué? ¿La tele a tope?
-No era la tele, estábamos hablando.
-Sí, a gritos y a la 1.
-¿Es que no puedo hablar en mi propia casa?
-Hombre, no si eso hace que yo no pueda dormir en la mía.
-Pues mi mujer trabaja en fiscalía, y muchas veces tiene que atender llamadas telefónicas a cualquier hora.
-Por mí como si es churrera, pero que no se ponga a hacerlo a voz en grito al lado de la pared que da a mi cuarto.
-Mira, lo que tienes que hacer es llamar a la policía. Ahora bien, como sepa que has llamado a la policía y resulta que el volumen es el permitido, pienso poner la tele a tope.

La conversación que vino a continuación voy a moldearla para que no parezca tan grosera y malsonante como fue en realidad.

-Estimado vecino, no se moleste si le digo que creo que su actitud es la equivocada.
-Bueno, no creo que deba ser usted tan crítico conmigo.
-¿Y cuáles serían las consecuencias de que yo siguiera siendo crítico, caballero? Insisto en que usted se equivoca en su actitud.
-Le comprendo.
-Tenga usted un buen día.
-Igualmente.

Total, que un par de días después (era verano), coincidí con él otra vez en el rellano, que iba con las maletas (deduje que de vacaciones) y ambos nos asesinamos con la mirada, por lo que la opción de saludarnos quedó descartada de mutuo acuerdo. Pero mira, se iba de vacaciones, eso me dejaría unos días de tranquilidad, aunque ya me veía a su vuelta llamando a la policía.

¿Y cómo acabó la historia? Dos o tres días más tarde, no más, había alguien de la inmobiliaria enseñando el piso (entiendo que estaban de alquiler). Uno podría pensar que la discusión fue la causa de aquello, pero calculando los tiempos, más probable parece que para entonces ya supieran que se iban a ir, lo que hace que aquella discusión de rellano fuera todavía más absurda.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Erlauntza (Enjambre)

Gauza oso txarrak.

Una cuadrilla de amigas se va un fin de semana a una casa rural, para celebrar la despedida de soltera de una de ellas, que se va a casar, y aunque al principio todo es armonía y buen rollo, no tardarán en salir a la luz mierda y rencores del pasado que harán que las cosas no vayan por donde ellas se esperaban.

Y todo ello da para una divertidísima comedia, con momentos verdaderamente descacharrantes, algunos muy macarras, pero también con su espacio para tratar el amor, la amistad, las relaciones de pareja, la maternidad, la presión social por agradar a los demás... Muy bien llevada y una de estas películas con las que te lo pasas tan bien, que no quieres que se termine.

No sorprende ver que es la versión cinematográfica de la obra teatral del mismo nombre (incluso con las mismas actrices), ya que es una obra de seis personajes y que se desarrolla casi íntegramente en el salón de la casa, y las actuaciones me han parecido francamente soberbias, especialmente la de Aitziber Garmendia, que se comía la pantalla. 

Además aquí tengo la suerte de conocer el euskera, idioma original de la película y poder pillar algunos de los chistes que ni siquiera los subtítulos consiguen salvar (aunque me ha matado, eso sí, que tradujeran "Amoroto" como "Sebastopol").

Una sorpresa muy recomendable, especialmente para salir del cine con una sonrisa.

martes, 10 de noviembre de 2020

The Banner Saga

Rook y Alette.

Con una estética de animación 2D que recuerda mucho a Ralph Bakshi y una ambientación en la era mitológica de los vikingos, The Banner Saga es un juego de batallas tácticas con una hermosa banda sonora y una historia tan épica como dramática, a la que acompañan algunos personajes con los que es fácil encariñarse, pero también poco recomendable, ya que puede suceder que, dependiendo de las decisiones que tomemos, nos abandonen de forma trágica.

El juego se desarrolla en tres planos. Por una parte tenemos los diálogos, que mueven la historia, donde conversaremos con otros personajes e iremos conociendo cosas sobre el mundo de los humanos, los Varl (gigantes) y los Dredge, una fuerza antagónica y oimnipresente, que bien podrían ser una especie de orcos blindados. También tenemos el menú de viaje, donde tenemos una caravana de gente a la que mantener, evitando perder componentes por el camino y debiendo encontrar el equilibrio entre viajar rápido y descansar, sin descuidar ni la moral ni la salud ni por supuesto las provisiones, pues si nos quedamos sin comida y en medio del páramo... mal asunto. Aquí, además de acampar, podremos consultar el mapa de su mundo, lo que es una gozada, pues permite ver el grado de mimo y detalle que los autores pusieron al juego, creando un marco geográfico que encaja de maravilla y va muchísimo más allá de lo que vemos durante el juego.

En tercer lugar, y desde luego no menos importante, están las batallas, en las que como si de un juego de mesa se tratara, iremos moviendo los personajes por turnos y haciendo acciones, de una forma que recuerda un poco al X-Com, donde cada uno tiene sus capacidades y donde podemos obtener puntos de experiencia (prestigio) para mejorarlos. Pero ojo, que este prestigio funciona también como dinero, y si nos lo gastamos todo en mejorar personajes, no podremos comprar comida u objetos.

Esa suma de elementos (música, historia, gráficos y jugabilidad) hacen de The Banner Saga un juego precioso y muy envolvente, que nos capturará con su aura de melancolía y nos arrastrará a un mundo lleno de peligros, haciéndonos sentir un vikingo más.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Toponimia yanki (II)

El perro de Henry Jones Jr.

Seguimos con los orígenes de los nombres de los estados USA.

Illinois: Como viene siendo habitual, este estado toma su nombre del río homónimo y una palabra nativa, aunque afrancesada, pues Illinois es el nombre que los colonos franceses dieron a los Illiniwek, una congregación de tribus de esa zona, y que significa en su idioma "los hombres". 
Indiana: Aquí no se comieron mucho la cabeza, pues significa "tierra de indios". Y su capital, Indianapolis, otro alarde de originalidad.
Iowa: Toma su nombre de la tribu homónima que habitaba estas tierras, oh sorpresa. Aunque el término Iowa es la versión anglificada de lo que los franceses llamaban Aiouez, transcripción de la palabra que en el idioma Dakota significaba, según he podido leer, "algo con lo que pintar o escribir". El estado lápiz, vaya. Para una explicación más larga y académica, la parrafada en inglés. 
Kansas: No es que estas tierras fueran agotadoras para colonos españoles con ortografía punk, sino que es, como otras tantas, el nombre de una tribu local, los indios kansas, que por lo que veo significa, igual que Arkansas, "viento del sur", si bien por ahí he leído que significa solo "viento", lo que tendría su cierto sentido. 
Kentucky: El estado del pollo frito es otro de tantos con nombre de río. El origen no queda muy claro, pero la versión más aceptada es que proviene del iroqués Kenhtake, que significa "pradera".  
Luisiana​: Evidentemente toma su nombre de un tal Luis, la cosa es ver de cuál. Y el afortunado es Luis XIV de Francia. Ahora, si buscamos el significado del nombre Luis, copio vilmente de la Wikipedia: su forma primitiva proviene del fráncico (lengua germánica de la que descienden las lenguas bajo fráncicas), Hluot-wig o Hlodowig (Hlod, 'ilustre, famoso, reconocido'; wig, 'combate'), que quiere decir “Ilustre en el combate” o “Ilustre en la batalla”. Por lo mismo Luis es la forma moderna del nombre Clodoveo del que derivan también Ludwig (alemán), Ludovico (italiano) y Louis (francés).
Maine: Aquí hay tres teorías, las tres bastante razonables. Una dice que podría ser una derivación de "mainland" (tierra firme), otra que toma su pueblo de Boroadmayne (lugar de nacimiento del fundador de la colonia, Ferdinando Gorges) y la tercera que toma su nombre de la provincia francesa de Maine (Triangulando traducciones del francés, veo que dicha provincia tomaba su nombre de la tribu de los cenómanos, pero ahí ya le pierdo la pista a la etimología).
Maryland: Nos topamos con otro estado que tiene nombre de persona, en este caso con el de Enriqueta María de Francia, esposa de Carlos I de Inglaterra (el mismo de las Carolinas, sí).
Massachusetts: Lo que ahora conocemos como bahía de Massachussetts era también conocida, por los colonos, como colinas azules, y precisamente de esas colinas viene el nombre, pues la palabra massachusset significa "gran colina" en el idioma algonquino, y de ahí su forma plural y actual. 
Míchigan​: No sorprende ver que el estado se llama así por el famoso lago, cuyo nombre actual es una variante del original Meshi-Gami, que significaba... gran lago. 
Minesota: El nombre del río Minesota viene, a grandes rasgos de Mni (agua) y Sota (lechoso, nebuloso) y leo que los nativos lo llamaron así al ver a los colonos derramando leche en el agua (si bien yo a eso no le doy mucho crédito). 
Misisipi: El río que que Pepe Navarro cruzaba todas las noches toma su nombre del idioma ojibwa, donde significa "grandes aguas" o "padre de las aguas".
Misuri​: Podría parecer que comparte raíz sermántica con el anterior, pero la explicación es otra, ya que toma el nombre de los missouria una tribu sioux también llamada fueron llamados ouemessourita o wimihsoorita​ y significa "los que han tallado canoas".
Montana: Estas tierras estaban habitadas por una tribu de indios admiradores de Miley Cyrus que... es broma, claro, y el origen del nombre es fácil, pues viene del español "montaña", que creo que no hace falta explicar lo que significa. Como curiosidad, este estado pudo haberse llamado Soshone, en honor a los indios soshones, cuyo nombre viene de de shishinowihs o shishinoats hitaneo "serpiente, víboras" (aunque ellos se hacían llamar numa, "pueblo").
Nebraska: Aquí hay dudas en cuanto a su origen, pues no queda claro si viene del chiwere Ñí Brásge o del omaha Ní Btháska, aunque no en cuanto a su significado, pues en ambos idiomas significa "agua plana", referida al  río Platte (o sea, "plano"). 
Nevada: Suena a español, entre otras cosas porque es de origen español y signfiica exactamente lo que parece, pues una cordillera que había por ahí fue bautizada como Sierra Nevada, en honor a su homónima granadina. 
New Jersey:​ Nueva Jersey, que además de una abrigada prenda de vestir es una isla del Canal de la Mancha (no confundir con Guernsey, que se llama parecido y además está al lado). En cuanto al origen de su nombre, llamada Andium por los romanos, más tarde pasó a llamarse Insula Gersoi, que significa "isla con mucha hierba" (en inglés grassy island).

Sobre el nombre de Andium, no he encontrado la traducción exacta, pero sí referencias en taxonomía y una explicación de que es la versión latinizada del prefijo céltico "andion", que significa "grande" y se parece sospechosamente al euskera "handi", que significa exactamente eso.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Primer finde sin bares

Revisitando clásicos.

No es que los fines de semana de esta época de pandemia sean muy apasionantes, pero de algo hay que hablar, de modo que siguiendo con los clásicos, resumo el fin de semana.

El viernes por la tarde fui al local, para jugar una partida de Scythe, ganando con holgura, y a las 20 ya estaba en casa, para evitar aglomeraciones y dedicarme al consumo de series vintage, con capítulos de Scrubs, Utopia y, ejem, Al salir de clase, que la pongo de fondo mientras hago otras cosas.

Sábado por la mañana, entre hacer nada y nada, me voy al gimnasio a sudar y por la tarde cine: Las Brujas de Roald Dahl. 

Domingo clónico, con gimnasio, paseo por el parque y por la tarde partida de La furia de Drácula, donde el señor de los vampiros gana hasta jugando con solo un tercio de la vida inicial. Gran juego, pero muy desnivelado.

Y eso ha sido más o menos todo. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Las brujas

Anne Hathaway, en su salsa.

Un remake de una película que no vi (empezamos bien) adapta un libro que no he leído (venga, dale), lo que me obliga a juzgarla como película y no como remake ni adaptación (aunque aquí mi señora, que sí ha leído el libro, le da el visto bueno), y como tal es una entretenida película de fantasía y aventuras, infantil pero nada ñoña, de hecho, algunas escenas me parecen un traumatizaniños de manual, pero también con momentos muy tiernos y emotivos.

El argumento, muy de cuento, va de unos niños a los que unas brujas pirujas (a las que solo les falta la escoba) convierten en ratones, y con la ayuda de la abuela de uno de los niños las tienen que derrotar, provocando todo tipo de situaciones trepidantes y caóticas. Una historia simple, pero no exenta de sorpresas argumentales.

Visualmente muy lograda, con unas maravillosas transformaciones de las brujas (aquí iría el chiste de que hacen que parezca que Anne Hathaway tiene boca de tamaño normal) y unos ratoncitos muy expresivos, así como un apartado sonoro, con los efectos y la música, de bastante alto nivel.

Teniendo en claro lo que es, una película infantil, me ha parecido una propuesta adecuada para una tarde de sábado. 

viernes, 6 de noviembre de 2020

Noviembre sin hostelería

Bares vacíos.

Hoy se han publicado las nuevas medidas restrictivas antiCovid de Gobierno Vasco que anunciaron ayer, de las que lo más destacado es el adelanto del toque de queda a las 22 (a esta norma en concreto no termino de verle mucho sentido, la verdad) y el cierre total de la hostelería, que es tristemente necesario (no nos engañemos, esto no era "cerrar bares VS no cerrarlos" sino "cerrar bares VS cerrar bares Y todo lo demás"), resulta un incordio, además de una putada muy seria para toda la gente que vive del sector, que en España no es poca.

La parte del ocio nocturno no es que me vaya a afectar mucho, que lo de salir de fiesta es algo que ya antes de la pandemia cultivaba poco, pero la restauración diurna sí que la voy a echar de menos, por la parte de comer (cocinaré más), y sobre todo la de desayunar fuera de casa, que yo sin mi pintxo de tortilla matutino no soy persona (y obviamente no me voy a levantar una hora antes para ponerme a hacer tortilla). 

Pero, en fin, todo sea porque algún día nos libremos de esta mierda.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Toponimia Yanki (I)

Este árbol hablaba euskera. Abajo explico por qué.

Ahora que estamos con los resultados de las elecciones estadounidenses arriba y abajo, y que algunos de sus estados están en boca de todos, me ha dado por hacer una pequeña recopilación etimológica para saber de dónde vienen y qué significan sus nombres. 

Alabama: Este estado toma su nombre del nombre del río Alabama. ¿Ya está, no? Venga, vale, ¿y el río? Su nombre proviene del nombre de la tribu nativa choctaw, que se autodenominaba Alibamu, lo que viene a significar "yo elimino la maleza". O sea, que libremente podríamos decir que Alabama es "Tierra de desbrozadores".
Alaska: Toma su nombre de la cantante que... obviamente no. Alaska viene de Alaxsxaq, que aunque suene a personaje secundario de novela de RR Salvatore, es una palabra de origen aleutiano que significa "objeto al que es dirigido la acción del mar". ¡Toma ya!
Arizona: Aquí hay dos teorías muy extendidas: una que dice que es una contracción de "arida zona" (sentido desde luego no le falta) y otra que sitúa el origen del nombre en el euskera; "Haritz Ona" (buen roble), y aunque solo sea para barrer para casa, me quedo con la segunda.
Arkansas: Significa "viento sur", y Arkansas es el nombre con el que los indios algonquinos se referían a los habitantes de estas tierras, los indios qapaws. ¿Y tiene algo que ver con Kansas? Cuando toque hablar de Kansas lo veremos. 
California: El nombre viene de la novela de caballería "Las sergas de Esplandián", donde se describía una isla llamada California. "Pero si California no es una isla". Ya, ahora lo sabemos, pero al principio pensaban que sí lo era, y por eso llamaron a estas tierras así. Vamos, como si yo descubro un planeta y lo llamo Tatooine. 
Carolina (del Norte y del Sur): Como puede imaginarse, esto no va de que hubiera dos señoras llamadas Carolina una de Asturias y otra de Málaga, sino que ambos estados se llaman así por lo mismo. ¿Y quién es esa tal Carolina? Pues de ninguna, sino que el nombre deriva del rey Carlos I de Inglaterra, siendo su nombre (realmente Charles) derivado del germánico Karl, "hombre libre". 
Colorado: Otro de tantos estados que recibe el nombre de un río, en este caso el Colorado, al que llamaron así por los sedimentos rojizos del lodo de sus orillas.  
Connecticut: Seguimos con estados de nombre fluvial (de hecho, esto se llamó antes "Colonia del río") para ir al río Connecticut, palabra de origen indio que viene a significar algo parecido a "río largo de marea". 
Dakota (del Norte y del Sur): Esta es fácil, pues el nombre viene de la tribu india de los Dakota, que en su idioma significa "amigo". Dakota, el estado colega.
Delaware: El río Delaware (anda que les gusta reutilizar nombres) se llama así en honor a Thomas West. Dicho así puede parecer que no explica gran cosa, pero si tenemos en cuenta que el tal West era el señor de De la Warr, pues la cosa cambia, ¿verdad?Y este "de la Warr", significa lo que parece: "señor de la guerra" en francés antiguo. 
Florida: Lo que es obvio es que el origen del nombre es español y significa lo que ya sabemos: llena de flores. La duda es si este nombre se lo dio Ponce de León en 1513 por la frondosidad de su paisaje o por la Pascua Florida, que es la fecha en la que se descubrió. 
Georgia: Comparte nombre con la república ex-soviética (que realmente se llama Sakartvelo) y en cierto modo origen semántico, pues en ambos casos el nombre se deriva de Jorge. Aunque son Jorges distintos, pues el país europeo lo toma del santo, mientras que el estado americano debe su nombre a Jorge II de Inglaterra. Este nombre, por cierto, viene del griego Georgios, y significa "el que fertiliza la tierra". 
Hawái: No sorprenderá saber que el término Hawaii procede de idiomas polinesios, y aunque hay varias teorías, las más comunes que he visto convergen en que más o menos viene a significar "Patria". Si bien, también he visto otras que señalan a "Hogar de los Dioses" o a algún héroe legendario de la antiguedad. 
Idaho: He encontrado varias explicaciones al nombre de "Áydajo", de las que sin duda la más divertida, y la que por lo tanto tomaré como buena es esta que copio de la Wikipedia: Idaho es quizás el único estado en ser nombrado prácticamente a consecuencia de un error. A comienzos de los años 1860, cuando el Congreso de Estados Unidos entreveía la posibilidad de administrar un territorio en las Montañas Rocosas, el excéntrico e influyente George M. Willing sugirió la denominación de «Idaho», alegando que derivaba de una voz shoshone que significaba «el sol que nace en las montañas» o la «gema de las montañas». Willing aclaró más tarde que él mismo inventó el término.1​ Como resultado, el Congreso tomó la decisión de llamarlo Territorio del Colorado en febrero de 1861.2​ Sin embargo, la palabra «Idaho» no desapareció. El mismo año que el Congreso creó Colorado, fue fundado al este de Washington un condado llamado Idaho, en honor a un barco de igual denominación que había anclado a orillas del río Columbia en 1860. No está claro si el barco fue anterior o posterior a la declaración de Willing. A pesar de ello, una porción del territorio de Washington que incluía al condado de Idaho fue utilizada para crear el estado homónimo en 1863. Dejando de lado la falta de información sobre el origen del nombre, muchos libros de texto del siglo XX concordaron en que provenía del shoshone «ee-da-how». 

De momento paro aquí, proximamente más entradas con el resto de estados.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

The Boys

Los Siete

Libremente basada en el cómic homónimo, The Boys es una gamberrada de serie en la que nos cuentan cómo sería el mundo si existieran los superhéroes, huyendo de toda épica y mostrando una visión completamente distinta de los supers, que aquí son verdaderas superestrellas mediáticas, que ocultan tras la capa personalidades complejas y atormentadas o incluso verdaderos psicópatas.

Tiene un punto transgresor, en cuanto a que aparte de sexo, palabrotas y violencia explícita a raudales, da cera por todas partes y se mete mucho con los medios de comunicación, la manipulación mediática y política, la instrumentalización de las figuras de los superhéroes y su hipocresía de mostrar una visión pública completamente alejada de su yo real. Atiza también con bastante acierto bastante a las relaciones de poder (ese comienzo que es puro Harvey Weinstein) y al discurso del odio de los adeptos de la altright trumpista, con algunas escenas, que son oro puro.

Uno de sus pilares fuertes está en sus personajes, todos ellos interesantes, desde los malos hasta los, ejem, buenos, si es que se puede hablar de buenos, pues es una serie con más antihéroes que héroes, pero todos con una tremenda carisma, destacando además de a Karl Urban a unos maravillosos, a la par que odiosos Anthony Starr y Aya Cash.

Esperando con ganas que llegue la tercera temporada de esta genial macarrada.

martes, 3 de noviembre de 2020

Una de privatizaciones y externalizaciones

Gracioso y cierto.

La imagen, que vi el otro día, me trajo a la memoria un hilillo que escribí en Twitter al respecto, sobre las privatizaciones y su supuesta mejora de eficiencia, junto con su supuesto ahorro. Este es un ensayo completamente subjetivo en el que me limitaré a relatar cómo lo vi yo desde dentro.

Como de sobra es sabido en este blog, llevo desde 2007 trabajando en la Diputación de Bizkaia, que hasta 2012 llevaba la RGI, y en 2010 la acumulación era tal que se decidió externalizar parte del trabajo, el de grabar expedientes nuevos, a una empresa subcontratada (¡ahorro y eficiencia, bien!), aunque la cosa estaba lejos de ser tan bonita como lo pintan algunos. Los trabajadores de la empresa subcontradada (sub-sub-subcontradada, en realidad), estoy seguro de que eran igual de voluntariosos que nosotros, y que lo hacían todo lo mejor posible (a pesar de que cobrarían mucho menos que nosotros), PERO. 

No solo estaban menos formados (ellos tuvieron que aprender en dos semanas lo que nosotros llevábamos años haciendo), sino que tenían menos medios (nosotros teníamos acceso a los expedientes históricos y otros datos, ellos no), por lo que tardaban mucho más en hacer lo mismo. Cada vez que hacía falta mover un papel de sitio, había que hacer un albarán de mensajería y todo el ritual que acompaña a sacar documentos de un edificio público con datos personales de un edificio público. 

O sea, lo que para nosotros era "necesito el padrón que entregó en 2007, me levanto, subo al archivo y lo cojo" para ellos era "tengo que hacer la solicitud, rellenar el albarán y sacrificar una cabra para que busquen y me manden ese padrón". Que sí, que esto último lo he exagerado un poco (¡ni un hilo sin su chiste de cabras!), pero es verdad que "tiempo invertido en andar 10 metros y coger tú mismo un papel" es mayor que "tiempo invertido en pedir un papel a una persona que está en otro edificio". 

Además de esto, cuando nos mandaban los expedientes ya grabados, los teníamos que revisar. Y aquí a lo mejor mi memoria exagera, pero recuerdo que muchos teníamos que andarlos corrigiendo, porque llegaban con errores (y aunque no, había que revisarlos igual). 

La realidad es que externalizar no sirvió para que se hiciera el trabajo mejor y más rápido (todo lo contrario, a veces nos daba más trabajo que hacerlo nosotros) y estoy bastante seguro de que tampoco un ahorro, pues aunque los trabajadores sub-sub-subcontrado cobraran menos que nosotros entre medias habría muchos jefes que tendrían que meterse dinero en el bolsillo, y creo que no hay que explicar mucho sobre cómo meter intermediarios encarece un producto o servicio. 

Moraleja: cada vez que alguien dice que privatizar o externalizar es la panacea, me da la risa.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Pandemic Legacy (Temporada 2)

El mapa inicial es muy distinto.

Toca comentar este juego cuya campaña empezamos a finales de septiembre y por fin hemos terminado (con éxito), la segunda temporada de Pandemic Legacy, que para nuestra sorpresa era mucho más diferente de lo que esperábamos a la 1, lo que nos ha agradado bastante y paso a reseñar ahora, procurando no hacer spoilers gordos hasta la segunda parte de la entrada.

No voy a detenerme en explicar cómo funcionan el Pandemic y la primera temporada del Legacy (sírvanse consultar los enlaces ofrecidos para ello) y partiré de la base de que ya se conocen ambos juegos, para centrarme en las diferencias entre ambas temporadas.

La primera es un salto en el tiempo, dado que se supone que han pasado 70 años entre un juego y el otro, quedando el mundo hecho un cisco, lo que significa que la mayor parte del mapa está sin explorar, y es toda una caja de sorpresas. Hay muy pocas ciudades, por lo que a diferencia del juego normal, aquí hay varias copias de cada ciudad, y al principio están saliendo todo el rato las mismas, así hasta que vamos descubriendo ciudades nuevas, por medio de las acciones de explorar y trazar ruta. Así, a medida que vamos abriendo el mapa, va variando el número de ciudades y la baraja, que va engordando (eso tiene su lado bueno y su lado malo).

Otro cambio muy gordo es que aquí no aparecen cubos de enfermedad (aparecen, pero no de la misma manera), sino que se quitan cubos de comida de las ciudades. El problema aquí es el hambre, y en vez de ir por el mapa quitando cubos, hay que ir poniéndolos, porque si sale la carta de una ciudad y no hay comida que quitar (algo que en las primeras partidas pasa mucho), hay que poner un contador de plaga (eso es malo) y bajar el indicador de estallidos (eso es muy malo, puesto que igual que pasaba en el otro, perdemos si llega a 8). Esto le da un interesante factor estratégico al despliegue inicial, pues hay que colocar los cubos iniciales, que al principio hay de sobra, pero a medida que avanza la partida van siendo más escasos, y puede pasar que antes de empezar la partida ya nos hayan reventado un par de estallidos en la cara.

Aparece una variable nueva, que es la población de las ciudades, que puede ir de 0 (despobalada) a 8 (completamente restaurada), y que lógicamente habrá cosas que hagan crecer o menguar la población. De primeras, sabemos que los cubos de plaga hacen menguar la población y los laboratorios que construyamos harán que crezca, además de poder aumentar las ciudades con puntos de experiencia, pues al igual que en la temporada 1, hay puntos de experiencia para mejorar personajes, cartas y ciudades. 

Otro cambio es que al principio los personajes son muy débiles, con unos poderes que parecen la versión cutre de sus pares del juego normal, lo que aumenta la sensación de "el mundo se ha ido a la mierda, somos los pobres que tratan de subsistir con las 4 mierdas que tienen", aunque luego se va mejorando, incluso diría que demasiado, pues eso lleva a un punto oscuro del juego, que parece que la curva de dificultad no termina de estar bien medida, pues al principio es exageradamente difícil, pero llega un momento en el que el juego se termina por convertir en un paseo. 

Y ahora, tras la foto, los spoilers.

Los héroes del hambre.

Como en el anterior, tratando de ser más o menos cronológico, empezamos con el granjero (dar mejor de comer nos parecía clave), la constructora (para hacer laboratorios a cholón), el aristócrata (impagable la movilidad que da el grupo) y no me acuerdo el nombre, el que puede dar cartas a los compañeros, también importante para hacer laboratorios. Sacamos las dos Américas relativamente pronto, pero se nos atascó un poco lo de sacar Europa y África. De hecho, llegamos a perder un par de febreros seguidos (empezaban a salir plagas y nos dejaban el culo fino), y aunque luego ganábamos, seguíamos encajonados, si bien una vez sacamos esos continentes, la cosa fue como un tiro.  Estuvo muy simpático lo de la aparición de los "desalmados", y sobre todo fue genial descubrir que éramos los desvaídos de la primera temporada.

A lo largo de la campaña cometimos dos errores, que básicamente se resumen en uno: éramos demasiado conservadores. Demasiado conservadores por no rascar todas las cartas de rascar en cuanto nos era posible y demasiado conservadores con las cartas de producción, que al no hacerlas reventar, llegaba un momento en el que solo lastraban el mazo. También cometimos un error, viniéndonos demasiado arriba en cuanto el juego nos dio la opción de inoculando y purgando el mazo de infecciones, que nos habría venido mejor ser un poco selectivos.

Tuvimos mucha suerte (y buen tino) a la hora de sacar Asia, que entre el Explorador y los Escoltas sacábamos con una sola carta roja, y ahí iba todo tan rodado que llegamos a ganar 6-7 partidas seguidas. Pasamos un poco de dejar radios permanentes (no merecía la pena gastar 3 PX para algo que se hace con dos cubos de comida) y nos volcamos en tener ciudades seguras, teniendo en Chicago nuestro puerto franco, en el que con 2 de comida ya era inmune (hasta que salieron los desalmados, claro).

Pero lo dicho, la cosa iba bien, tuvimos un noviembre espectacular en el que hicimos en tres turnos la misión de llegar a Utopía, y nos plantamos en diciembre con un objetivo claro: llegar al lago Baikal y coger la cura. Lo de llegar bien, pero un fallo de estrategia hace que se empiece a llenar el tablero de desalmados como si no hubiera mañana y perdemos, teniendo que enfrentarnos a un segundo intento de diciembre en el que nos jugamos el todo por el todo.

Y ahí ya sí, sin cometer la cagada de dispersar los desalmados por todo el mapa con las torres, hacemos la contraria, que es juntarlos y cazarlos con el saboteador, y en unos pocos turnos nos alzamos con la victoria.

Ahora a por la temporada 0, que ya debería haber salido.

domingo, 1 de noviembre de 2020

Finde halloweenesco

Aunque la noche en cuestión tocó aullar desde casa. 

Vamos con el repaso del fin de semana del pronto recogimiento, por aquello del toque de queda. El viernes fue bastante simple, ya que llegué a casa del trabajo, comí y luego fui al gimnasio. Pero allí noté que no me encontraba bien del todo, y aunque los síntomas no eran ni parecidos a los del coronabicho, me pareció más sensato irme a casa y ya quedarme ahí, que el exceso de precaución no es malo.

Como ya intuía, no era nada por lo que alarmarse, dormí bien y el sábado me desperté perfectamente, así que una de gimnasio, luego a dar una vuelta por el parque y la ría y a casa a comer. Por la tarde noche paseo con unos amigos y pronta cena en la pizzería de Los Argentinos, aderezada con un rico helado del Pelati Pelati y a las 23:00, como los niños buenos, en casa.

Hoy domingo una de monte. Autobús hasta La Peña, para desde ahí dar una vuelta por el parque Montefuerte, que es eso que había visto mil veces con el coche pero nunca había estado. Mucho andar, luego comida oriental (Udon), sobremesa y a casa, que mañana es lunes.