O, como lo llamamos cariñosamente, "El señoro de los anillos".
El señor de los Anillos: Viajes en la Tierra Media es un juego cooperativo en modo campaña en el que los personajes, a elegir entre Bilbo, Legolas, Aragorn, Gimli, Beravor y Elena (las dos últimas creadas por Fantasy Flight) se enfrentan a través de peligrosas misiones a las fuerzas del mal, en un formato de juego que se parece mucho a juegos como Descent o Imperial Assault, o apurando ya mucho al clásico Heroquest (referencia que hago para los no tan versados en juegos de mesa).
Sin embargo, a diferencia de estos, el papel del malo no lo ejerce un jugador, sino que una app nos va diciendo qué fichas poner, qué hacen los malos, los parámetros de la misión, etc.
La aplicación, siempre dispuesta a putear a los jugadores.
Antes de empezar la campaña, cada jugador elegirá un personaje y una profesión (capitán, guardián, cazador, batidos, bardo o ladrón, aunque puede cambiar a cada aventura) y cogerá, junto con las 5 cartas básicas, las 5 de su personaje y las 3 básicas de su profesión, con las que hará su mazo inicial. Cogerá también su equipo inicial, que pondrá boca arriba junto a su personaje, y se empieza a jugar.
Cada escenario tiene sus propias peculiaridades, pero básicamente esto funciona así:
Primero es la fase de acción, donde los personajes hacen sus acciones (cada uno dos), que pueden ser viaje (moverse hasta dos casillas), interactuar con personajes, amenazas o eventos o atacar. Viajar permite ir desplegando nuevas casillas, y es necesario porque es malo tener fichas inexploradas, pero peligroso, porque puede ir sacando más y más, con monstruos y amenazas. Interactuar generalmente suele requerir una "tirada" (luego explico cómo va) y atacar, bueno, hay figuras de monstruos y hay que pegarse con ellos, aunque ojo, que se defienden.
Las tiradas consisten en robar tantas cartas como tenga en el atributo a tirar, y los resultados de la carta (tienen unos iconos para eso) pueden ser éxito, fallo o destino. Los resultados de destino pueden convertirse en éxito gastando fichas de inspiración, que cuesta más conseguirlas que gastarlas.
Si hay que tirar "Vigor", Gimli mostraría 4 cartas, pero Bilbo solo 2.
Después de que los personajes actúen, llega la fase de las sombras, en las que sube el contador de amenaza (si llega a una cantidad prefijada el escenario termina en derrota), los monstruos atacan y de vez en cuándo suceden eventos desagradables. Los monstruos no hacen tiradas (y si las hacen las calcula la app en secreto), aplican directamente el daño, que pueden ser heridas o miedo. Son cartas que se roban normalmente boca arriba, hacen un efecto negativo y se ponen boca abajo. Y si acumulamos más heridas o miedo que lo que somos capaces de resistir, hay que hacer una prueba de resistencia desesperada o morir (lo que suele dar con la partida perdida). Siguiendo con la imagen de ejemplo, Bilbo Bolson tendría que enfrentarse a la muerte si roba tres cartas de daño, pero necesitaría robar 7 de miedo para verse en las mismas.
Hecha la fase de sombras, llega la fase de reagrupamiento, donde se roba normalmente una carta (el juego es muy tacaño) y se sigue jugando. Así hasta que se gana o se pierde.
El juego, aunque de momento solo he jugado 5 sesiones, es divertido, pero a veces es exageradamente tramposo y le gusta jugar con los jugadores, llegando a extremos un poco ridículos en su búsqueda de sorprender y el argumento es un poco pegote. La dificultad, además, nos da la sensación de que es un poco descompensada, sobre todo al principio, al menos hasta que uno se va haciendo con las cartas, pero todavía es pronto para opinar en este sentido. Sí que parece que el azar influye, y que a veces la aplicación hace alguna trampa, pero el resultado, es un juego divertido, y eso es lo que importa. Además, todo hay que decirlo, los materiales son muy bonitos.