lunes, 22 de mayo de 2017

Noche de Venganza

Traducirlo por algo que tuviera que ver con el título original y la película estaba de más.

Una película de Liam Neeson sin Liam Neeson, una película de acción, malos muy malos y muchos tiros, que de haberse hecho en los 90 la habría protagonizado Wesley Snipes.

Noche de Venganza (aunque nadie se vengue de nadie) es una película sobre policías corruptos (o de bomberos corruptos, a juzgar por algunas ideas que tienen algunos de los personajes) en la que el robo de un gran alijo de droga y el secuestro del hijo de un policía son las causas que desembocan el caos en un casino de las vegas, con todos y cada uno de los clichés del género, incluido el de que los personajes sean todos idiotas.

Creo que no hay una sola decisión que tomen los personajes principales que tenga el más mínimo sentido. Desde dejar 25 kilos de cocaína y una pistola por ahí tirados, donde los puede coger cualquiera, a dejar esa droga en una taquilla, donde puede cogerla cualquiera, a intentar hacer pasar 25 kilos de azúcar por cocaína. O cuando tienes que irte rápidamente del casino sin que te maten, desde el vestíbulo principal, meterte a la cocina y el garaje para que puedan perseguirte en condiciones, no sea que yéndote por la puerta principal y llena de testigos puedas salir a la calle. O cuando sabes quién es el malo, a tu espalda y armado, en vez de llegar a comisaría y detenerlo... ¡haz que descubra que le has pillado! O una que me encantó: somos una enfermera altamente cualificada y un adolescente asustado. Tenemos un herido de bala, que la enfermera vaya a pedir ayuda mientras el chaval evita que se les muera el paciente. ¡Bravo!

No llega a niveles de Flashforward, pero sí que por momentos cae en el ridículo. Escenas muy chulas de acción, que a pesar de su nula credibilidad (algunos deus exes, además de imposibles son excesivamente predecibles) son divertidas, pues esto al fin y al cabo no busca otra cosa que ser una película de acción a base de clichés. Y en ese contexto, pues entretiene.

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