Sufrida victoria contra los portugueses

Con prórroga y todo.

No vamos a engañar a nadie, en todos los guiones venía que Bilbao Basket era favorito para ganar hoy su partido de competición europea contra Porto. Lo que no venía en tantos es que fuéramos a sufrir tanto. Sí se esperaba que fueran a intentar ganar y dar guerra, pero pardiez, no tanta.

El primer cuarto ha empezado con los portugueses respondones y metiéndolas todas, que incluso han llegado a abrir algo de brecha (14-21), y han terminado el cuarto mandando en el marcador (21-23).

No pasa nada, todos contábamos con enderezarlo fácil, pero aunque iban asomando tímidamente algunas ventajas en el marcador para Bilbao Basket, nunca se iban, y al descanso se ha llegado 38-39. Venga, paciencia y buena letra, esto se rompe después del descanso.

Y vaya si ha cambiado. Bilbao Basket, que tampoco es que hubiera hecho un homenaje al deporte de la pelota naranja en la primera mitad, se ha desconectado del todo, y fallaba todo en ataque mientras los portugueses se hinchaban a meter puntos. El rival, muy inferior sobre el papel, sobre la pista estaba avasallando a los locales, hasta terminar el cuarto 12 arriba (50-62).

Quedaba tiempo, pero la cosa pintaba mal, y a cada canasta de los men in black le respondía una de los lusos. Pero entonces ha llegado la reacción. Un par de arreones de Bilbao Basket, un poco de defensa y levantan el partido para ponerse 68-68 a falta de cuatro minutos. El público ruge, pero no tarda en callarse cuando un par de errores en defensa y ataque provocan un 0-7, que deja un feo 68-75 en el luminoso. Sin embargo, nunca hay que perder la fe, pues la calidad local se ha impuesto, llevando el partido a la prórroga, con 77 iguales (y bola para haber ganado). 

Lo que no suele funcionar, que es intentar ganar un partido jugando solo 5 minutos, hoy parecía funcionar. Quedaba la prórroga, pero aunque ha empezado con triple visiante (Porto no había venido a Bilbao solo a ver el Guggenheim), la igualdad ha estado todo el rato ahí, hasta que un triple de Andersson ha roto el partido y una victoria tan inesperada como lo ha sido el sufrimiento de hoy, pone a Bilbao Basket matemáticamente primero de grupo, haga lo que haga la semana que viene.

Se ha jugado muy mal, pero lo que cuenta es el resultado. Y al final ha sido positivo.

Robot Dreams

Una historia de AMOR.

Que nadie se deje engañar por la aparente simpleza del cartel, pues Robot Dreams es posiblemente una de las mejores películas de 2023 y esconde, tras su colección de monerías y detalles simpáticos, una historia profunda de amor, desamor y la radiografía de una ruptura, con personajes que, pese a ser un perro y un robot, son extremadamente humanos.

La historia nos lleva a New York, a mediados de los años 80. Un perro llamado Perro vive solo en su gris apartamento, comido por la rutina y la soledad, hasta que se compra un robot, que resulta ser su alma gemela, y entre ambos nace una relación muy bonita e idílica, hasta que pasa algo y se separan, y tienen que aprender a sobrellevarlo, en una triste aunque preciosa alegoría de la ruptura, y de tener que rehacernos cuando perdemos una parte importante de nuestras vidas.

El estilo de animación es en apariencia simple, pero recrea a la perfección la gran manzana y puebla la pantalla de pequeños detalles, algunos más sutiles, otros más obvios, que nos harán sonreír más de una vez. La música, casi otro personaje más de la historia, nos invita también a sumergirnos en esa época, y ya no podremos quitarnos de la cabeza la canción September, de  Earth, Wind&Fire, así como tampoco podremos contener sin esfuerzo alguna lagrimilla cuando se termine la película.

El cartel no exagera: es una joya.

Un mal día lo tiene cualquiera

Una noche de furia.

Sonia es el perfecto ejemplo de buena chica, que siempre cumple las normas y aspira a vivir una vida sin sobresaltos. Pero todo se tuerce cuando la noche previa a defender la tesis en la que lleva trabajando un montón de años, sale un momento a bajar la basura y se encuentra con una amiga. ¿Sabéis esa clásica historia que todos tenemos de "quería salir de tranqui y me liaron"? Pues aquí hecho película, pero todo más loco y caótico.

En una visión moderna de las Luces de Bohemia de Valle-Inclán, Sonia se verá sin cartera, sin llaves y sin móvil, en mitad de Madrid, corriendo contra el reloj y enfrentándose a situaciones rocambolescas que pondrán a prueba su cordura (spoiler: pierde la cordura).

La película, con sus altibajos, resulta entretenida, y la saca muy bien adelante una carismática Ana Polvorosa, aunque hay momentos que, por pretender ser excesivamente paródicos, resultan ridículos, y el final queda muy pegote. Pero para obtener de ella 85 minutos de entretenimiento sin pretensiones, funciona correctamente.

Último finde prelaguntza

Culturas chocando.

No se ha dado mal el fin de semana en lo lúdico ni en lo deportivo. El viernes otra sesión de Aventureros al tren Legacy, donde rompo una racha de varias partidas sin ganar y consigo hacerme con la victoria. Por la noche empezamos una partida al Clash of Cultures, pero se nos hacía tarde, así que la dejamos a medias.

El sábado por la mañana me dedico a vaguear por casa, y no salgo básicamente hasta la tarde, que voy a Miribilla a ver el partido. Con resultado positivo. Luego me voy al cine, donde veo "Un mal día lo tiene cualquiera" (cosa que dirían ayer los jugadores del Zaragoza).

Domingo por la mañana un poco de no hacer nada y por la tarde juego (y gano) una partida de Clank! Caracumbas, para después dar una vuelta, cenar sushi (y un pintxo de tortilla) y a casa.

Mañana lunes, sí, pero el último lunes en mi actual puesto de trabajo. El que viene será otra historia.

Zaragozando y (zarasufriendo)

Killeya Jones, el hombre del partido.

Había hoy cierto miedo, o si se prefiere respeto, pues el partido era importante, y es verdad que haberlo perdido nos habría puesto en una situación incómoda en la clasificación. Lo cierto es que la cosa ha empezado regulera, con tímidas ventajas visitantes (6-12 han llegado a ir), pero un par de arreones han hecho que Bilbao adelantara a su rival, y ya nunca ha dejado de ir por delante.

Sin embargo, no ha sido un partido exento de emoción, pues aunque ha llegado a haber ventajas de 14 puntos (al descanso se ha llegado con +13, con una fiesta  a la que se unúia hasta Tsalmpouris, con un triple sobre la bocina), pero una jugada tonta lo ha cambiado todo (que no digo que haya sido la causa, pero sí el punto de inflexión). Tira Zaragoza dos tiros libres, falla el segundo y coge el rebote De Ridder, pero con tan mala suerte que cae sobre la línea de fondo. Bola para Zaragoza, que mete triple. Jugada de 4 puntos para ellos, que se envalentonan y empiezan a apretar. Se arregla un poco el desaguisado y se llega al último cuarto creo que 6 arrriba. Pero con empujones al tanteador de uno y otro equipo, y con el visitante McFadden, que convertía en canasta de tres todo lo que tocaba, se llegaba al último minuto con una ventaja casi mínima. A falta de 12 segundos, tres arriba Bilbao, bola para Zaragoza. Falta nuestra, falta suya, 10 segundos y todo sigue igual. Pero en su último tiro, taponazo de Killeya y, consultado el "VAR", los árbitros dan la bola a Bilbao Basket, que 3 arriba y con un segundo por jugarse, sabe que la victoria es suya (86-83). Consiguen no liarla con el saque y octava para el zurrón.

A destacar que han marcado casi todos los jugadores y que el nuevo fichaje, Hornsby, no parece que vaya a ser un crack desestabilizante, pero aporta y hoy ha metido ocho puntitos.

No voy a decir nada de los árbitros y de que durante gran parte del encuentro a Bilbao se le hubieran pitado el doble de faltas, porque soy consciente de que en esto ni soy ni tengo particular interés en ser imparcial ni objetivo.

Confirmada oficialmente la fecha para el traslado

La comunicación oficial.

Ahora sí, ya puedo decir que el 2 de febrero será mi último día aquí. Ya lo sabía de antes, pero ofcialmente nadie me había comunicado nada, hasta que ya hoy me ha llegado el aviso con el correo, annciándome que la plaza que ocupo se va a cubrir, y que por eso me tengo que ir a mi plaza. Nada que no supiera ya, pero el trámite de avisarme tenían que cumplirlo.

No negaré que me da un poco de vértigo el cambio, pero a diferencia de hace cinco años, aquí he tenido todo un año para mentalizarme, y lo cojo incluso con cierta ilusión.

Una etapa que se cierra, para dar paso a otra nueva que se abre.

La zona de interés

Probablemente fuera del cine.

La idea es buenísima, y cuenta con virtudes en su narrativa que no seré yo quien le niegue. Pero adolece del terrible defecto de ser cuando menos plomiza en el 90% del metraje, con planos largos y tediosos, cuando no machacones, en los que Jonathan Glazer vuelve a demostrar su talento para aburrir a las ovejas, que ya me tocó padecer en Under the skin.

Nos cuenta, o mejor dicho nos muestra, la vida de Rudolf Höss, quien entre otras ocupaciones tuvo la de ser  el comandante de Auschwitz y su familia, con una visión costumbrista en la que vemos cómo llevaban una vida normal, casi idílica, a escasos metros de unos muros tras los cuales se perpetraban algunas de las mayores atrocidades cometidas por el ser humano. Y me gusta mucho el enfoque que emplea para ello, cómo los gritos y los disparos son una parte sutil pero sempiterna del ambiente, que escuchamos con insensibilidad, y se convierten en algo tan inherente al entorno como el ruido de los coches en la ciudad o el de los pájaros en el campo. Algo que está ahí y no le damos importancia. A diferencia de otras películas sobre tan trillado tema, aquí no nos enseñan nada de ese horror, invitándonos a permanecer tan ajenos a él como sus protagonistas. Pero aunque no miremos, sabemos que está ahí, y nos lo recuerda a todo momento, con ligerísimas pinceladas, aunque a veces sí busca incomodar, con planos largos y un sonido recargado y cansino.

El problema es que la historia de lo que ocurre en la casa, si es que hay alguna, no nos lleva a ninguna parte, y viene ya lastrada por un insoportable comienzo, en el que a unos largos segundos de literalmente nada, le sigue una presentación que se hace tan apasionante como ver el vídeo de la comunión del vecino del sexto. Cierto es que luego mejora, pero la tentación de abandonar la sala cuando la película llevaba cinco minutos, ahí ha estado.

Tampoco ayuda el final, con un salto en el tiempo que no tengo del todo claro qué es lo que nos quiere contar, pero que desemboca en una nueva orgía de ruido de nevera, en la que ya lo único que cabe es entregarse a la esperanza de que vengan los títulos de crédito a rescatarnos.

Me temo, amigo Glazer, que vas directamente a la parte roja de mi libreta.

Fecha para el traslado

Mis futuros usuarios.

Aunque de forma no oficial, ayer me comunicaron la fecha en la que cambiaré de trabajo, pues el concurso de traslados se resuelve... el 5 de febrero. Por tanto, en principio el 2 de febrero debería ser mi último día aquí. Y digo debería, porque cabe que por operativa se retrase la cosa uno o dos días, ya que la persona que obtiene la plaza en la que estoy tiene que renunciar a su comisión, pero no sé si eso es automático o no. 

En cualquier cualquier caso, antes de que me lo comuniquen oficialmente, y aunque sea un mero trámite, tiene que firmar antes la aceptación del cargo. Pero vamos, que ya me queda poquito en el que ha sido mi puesto durante casi cinco años. 

Cuando acecha la maldad

La escena del hacha, y no doy más detalles, me pilló totalmente a contrapié.

No defrauda mis expectativas esta película de terror argentina, ganadora en Sitges y que coge un tema tan manido como el de las posesiones infernales pero le da un giro al trasladarlo en la Argentina rural, y nos lo ofrece con una crudeza visual que consigue ser impactante. 

Tiene además su mérito que me haya gustado, ya que dentro del cine de terror, el subgénero "poseídos" (o, como los llaman en la película "embichados") me suele dar bastante pereza. Sin embargo aquí, consiguió captar mi atención desde el principio, y disfruté como un enano de su truculencia. Porque si una cosa la caracteriza es que no se priva de mostrarnos el horror en todo su ser, y tampoco tiene miedo de saltarse algunas convenciones del cine, con lo que consigue ser bastante imprevisible en algunos momentos.

Sí se le puede echar en cara que el argumento es a veces un tanto confuso y hay escenas que, si bien son visualmente muy poderosas, se quedan demasiado en el aire (la de las cabras, sin ir más lejos), pero la orgía visual que supone en sus puntos más álgidos lo compensa. Puede penalizarle también el desigual nivel de las actuaciones, con algunas brillantes (¡joder con los niños del colegio!) y otras que resultaban tal vez mejorables. Pero el conjunto consigue sobresalir, haciendo que esta maldad que acecha nos ofrezca un producto bastante más que digno.

El Correo

Sale Tosar, pero poco.

Daniel Calparsoro, la historia de un chaval de barrio que se pone a trepar en la banda de un mafioso (que es Luis Tosar) y tiene un romance prohibido con la hija del mafioso. Flashes del Vietnam me recuerdan a la soporífera Hasta el cielo. Para más inri, la protagonizan Arón Piper y María Valverde, que son guapos a rabiar pero sus cualidades actorales no me harían ponerlos en un top-100. Pero como me viene incluida en el pase anual de Cinesa y no tengo planes mejores, me animo a ir a verla, a ver qué tal.

Y oye, ni tan mal. Aquí Calparsoro se marca una película muy al estilo de Scorsese, con una historia de gansgsters, con génesis, auge y caída del protagonista, donde los coches de alta gama, las drogas y las fiestas de culos y tetas muestran en la pantalla esa fantasía del pelotazo, que además se ambienta en un contexto muy adecuado para ello, como es la España de principios de siglo. La trama nos habla de Iván, un chaval de Vallecas que va trepando, de forma algo inverosímil, todo hay que decirlo, en una organización de blanqueo de capitales a gran escala, de esas que tocan todos los palos del poder y que cuando se desarticulan llenan portadas y portadas (no le falta a la película su moraleja-denuncia, recordándonos que por mucho que mole esa vida de lujo y pilinguis, el fraude es malo y hace que la gente de a pie viva peor). 

La película, con sus peros, funciona bien y aunque la trama sea bien simple y el cerebro tenga que dar volteretas para creerse algunas de las cosas que pasan, es divertida y en ningún momento llega a hacerse cansada.

Finde rolero y lúdico

Jornadas del sábado.

Otro domingo más toca dar el parte. El viernes, con la barriga aún llena por la celebración del cumpleaños de mi señora madre, tocó partida de rol, con una nueva sesión de Aquelarre, y por la noche una de Unlock (el de Sherlock Holmes, que nos gustó mucho, hasta ahora el que más). Luego retirada a casa, con resbalón y caída gracias al desaprensivo que tuvo a bien comer sandía en la calle y dejar las cáscaras tiradas en mitad del suelo. La hostia fue gorda, pero por suerte no me rompí nada.

Del sábado lo más destacable las jornadas que organizábamos en Abaco, donde por la tarde juego una de rol (básicamente Alien) y por la noche una al HEAT, otra al Caylus y a casa.

Y del domingo poca cosa reseñable, más allá de haber ido al cine a ver El correo, sobre la que mañana escribiré.

Valle de sombras

Pasarlas canutas en la nieve, la moda que arrasa entre los milennials.

La sinopsis nos dice lo siguiente: Cordillera del Himalaya, año 1999. Quique, Clara y el pequeño Lucas disfrutan de sus primeras vacaciones juntos en el norte de la India. Una noche, durmiendo al raso durante una tormenta, sufren un brutal ataque por unos bandidos. Horas después, Quique es rescatado por un nativo y trasladado a una remota aldea aislada en las montañas. Allí, incomunicado y sin posibilidad de regresar a la civilización, deberá permanecer hasta la llegada del invierno, que permite la formación de la única vía de salida de la aldea: el río helado. El camino de vuelta, lleno de peligros, en compañía de varios niños de la aldea, pondrá a prueba todo lo que Quique ha aprendido durante su estancia en el corazón del Himalaya.

Debí fiarme de mi instinto cuando me advirtió sobre esta película. Es cierto que tiene muy buena pinta, y entre sus virtudes, que no se las voy a negar, cuenta con una fotografía magistral mostrándonos planos vistososo y evocadores, de la grandeza del Himalaya, con paisajes y aldeas que nos permiten trsasladarnos allí. Nos brinda también escenas muy potentes, algunas de las cuáles casi nos hacen sufrir el dolor que sufre el protagonista, e incluso la premisa de la que parte es sumamente interesante.

¿Entonces cuál es su problema? La película tiene dos partes muy diferenciadas. Por un lado está la odisea del protagonista, con ese comienzo casi bucólico y su transformación en tragedia, y ese azaroso viaje de vuelta, donde tiene que sortear un sinfín de peligros, así como la impotencia de luchar contra un enemigo invisible en un mundo extraño, cuando consigue volver a la "civilización". Esa parte está francamente bien, pero en contraposición, toda la parte introspectiva de la aldea me resultó un soberano coñazo, que a duras penas conseguía captar mi interés y que lastraba las ganas de disfrutar de la parte puramente aventurera del final. Entiendo que es necesaria para contar y dar sentido a la evolución del protagonista, así como para mostrarnos su desesperación y su impaciencia para que llegue el invierno y poder salir de ahí (cosa que yo como espectador compartí con él), pero termina pesando de forma demasiado negativa en una película en la que me temo que las cosa malas terminan por superar a las buenas.

Comisiones y falsas alarmas

El aviso de marras.

Hallábame yo atendiendo gente cuando me llega al e-mail del trabajo un correo electrónico, avisándome de que tengo una notificación interna. Lo miro y, como sospechaba, es el anuncio de la fecha en la que tengo que cambiar de puesto. 

Sin embargo, terminado el horario de público, y ya con más calma, releo el aviso, porque no me termina de cuadrar, ya que si fuera eso, habrían avisado a otras compañeras que están pendientes del concurso. Lo miro de nuevo y analizo la documentación que adjunta, acordándome de que la semana pasada me preguntaron si quería prorrogar la comisión de servicios y dije que sí, hasta que se resuelva el tema del concurso, para no provocar desbarajustes en el cuadrante de la oficina.

Lo miro y no termino de entender. ¿Habrían interpretado al revés el mensaje en el que les dije que sí prorrogaba? A ver, tampoco es que me quitara mucho el sueño, pues no va a diferir mucho la fecha, pero ya estaba con la mosca. Pero ya analizada la orden foral, he entendido de qué va la jugada. Técnicamente la comisión en la que estoy ahora empezó hará unas semanas dos años, que es cuando la anterior titular de mi puesto se fue, y como la duración normal es de dos años, en febrero es cuando se me terminará y empezará la prórroga. Y de eso es de lo que me estaban avisando.

Afortunadamente me he podido dar cuenta antes de anunciarlo a bombo y platillo del todo.

La app de RTVE Play

La web más o menos. La app...

Una serie a la que me he aficionado recientemente es Line of Duty, de la que ya hablaré cuando termine. La cuestión, sin entrar en demasiados detalles, es que en Netflix solo tienen la quinta temporada (que yo me vi pensando que era la primera, así de listo soy), y posteriormente descubrí que las primeras cuatro están en RTVE Play.

¿Una plataforma de streaming gratis? ¡Mola!

La cosa va bien, y con sus pegas, pude verme la primera temporada. ¿Por qué sus pegas? Primero, que para iniciar sesión ya es bastante coñazo, teniendo que escanear el QR o meter el código que sale en la tele, y tiene por costumbre cerrar la sesión sola. Además, la interfaz es lenta y dolorosa, quedándose bloqueada cada dos por tres. Las preferencias de idioma las ignora y no siempre pone el capítulo que le hemos mandado. Por si fuera poco, los tiempos de carga me hacen recordar casi a los tiempos del Spectrum. Y eso cuando carga, porque ha habido días en los que no iba en absoluto, de modo que intentar ver algo ahí es una lotería.

¿Y otros medios? Intenté con el navegador de la Xbox, pero el resultado parecido: nulo. Incluso peor que con la Smart TV.

¿Soluciones? Tirar de teléfono móvil, o de verla en el ordenador, aunque no lo tengo conectado a la sala, y tengo que tirar de silla y monitor de 19". Así que supongo que si quiero ver la serie no me queda otra que tirar de móvil (por suerte ahí parece que sí tira) y recuperar el Chromecast, que a saber dónde lo tengo.

Mundo de Tinieblas Completo vol. 1

Como dicen, sale más caro piratearlo.

Vi la oferta cuando lo anunciaron, y la verdad es que me llamó muy poquito la atención. Sin embargo, antes me ha dado por mirar, y aunque mucho de lo que hay ya lo tenía, sí que había unos cuántos manuales que me apetecía picotear, y como me salía más barato este pack que los manuales sueltos, me he animado, y madre del amor hermoso la de cosas que trae. Sé que mucho de lo que incluye no me lo voy a llegar a leer, pero 20 euros no es dinero, y además Vampiro fue mi juego de rol de cabecera durante años, así que le guardo un enorme cariño.

¿Le daré uso lúdico? Improbable. ¿Me dará horas de entretenimiento leer y hojear? Sin duda. Y, en cualquier caso, no es un gran desembolso de dinero, que en cosas peores me lo gasto a veces.

Como puede verse, trae bastante mandanga.

Beekeeper (El protector)

Jason Statham matando y haciendo fantasmadas es un subgénero en sí mismo.

En lo que podría ser el nacimiento de una nueva franquicia, Statham da vida a Clay, un tranquilo apicultor, y muerte a todos los sicarios que se le ponen por delante, pues resulta que era miembro de una agencia supersecreta y de ultraelite del Gobierno de los EEUU. En esta ocasión, el blanco de sus iras es una empresa que se dedica a realizar estafas online a personas vulnerables, y en especial a jublados.

Eso nos lleva a una ola de mamporros, explosiones e incendios, donde vemos cómo crujen los cráneos de los sicarios, las leys de la física y todo lo que conocemos de seguridad informática, en una escalada que acabará enfrentando a Clay a gente del más alto nivel. Pero si te enfrentas a un personaje interpretado por Jason Statham, ya sabes lo que toca.

Su mayor virtud, dar exactamente lo que ofrece.

Fin de semana con jornaditas

El menú del sábado.

Se pasa otra semana, y aún no se desvela la incógnita de la fecha del cambio de trabajo, pero entre tanto van pasando cosas. Lúdicas esta vez.

El viernes me vi un capítulo de Echo (bastante meh, la verdad) y luego a la lonja, a seguir con la campaña legacy de Ticket to Ride, que me está encantando pero empecé muy bien y en cuanto a puntos me estoy desinflando demasiado. Por el contrario me inflé, a pizza, cenando luego con mi señora novia en el Papa John´s.

Vamos al sábado, que teníamos jornadas internas de juegos roll&write y flip&write. Allí pude jugar dos partidas a Welcome to (las únicas que gané en todo el día), Fliptown, Motor City y el flip&write de La isla de los gatos.

Luego a tomar algo por ahí, y cenar ligero, llegando a casa reventado porque no había dormido muy bien la noche antes y por no sé qué motivo, cuando intenté ir al baño del centro comercial, fui recibido por una humareda (pero no de tabaco, sino de papel quemado) que me hizo salir de ahí antes de entrar, y dejándome un tanto aturdido y con los ojos llorosos. Me tragaría una bocanada que, lógicamente me sentó mal.

Y de hoy, poco relevante. Pintxopote matutino y por la tarde cine, con The Beekeeper, del subgénero "Jason Statham dando hostias como panes".

El virus que vino (y se fue)

El mensaje que salía de forma incesante.

El otro día tuve un feo susto con el ordenador. Andaba yo buscando cosas turbias en sórdidos rincones de Internet (en concreto una copia en pfd del suplemento Colonia Siniestra que editó La Factoría a principios de los 2000) cuando aterrizo en una página sospechosa, y aunque la cierro de inmediato, me sale ese aviso. 

El botón "Elimina el virus ahora" me lleva a una página aún más sospechosa, que replica el diseño de McAfee, pero con un dominio que no tiene nada que ver. Cierro y reinicio el navegador pero plof, sigue saliendo el aviso. Cierro, se vuelve a abrir. Cinco o seis ventanas emergentes como esa.

Paso el antivirus, no detecta nada. Reinicio ordenador. Todo sigue igual, con el puñetero aviso. Siguiente paso: borrar el Chrome y reinstalarlo.

Cruzo los dedos, pero en cuanto lo abro, ahí está el puñetero mensajito. Pruebo a instalar el Avast, y no me detecta nada. Hago varios análisis y ninguno encuentra nada.

Por fin, un conocido me da una solución, que me enciende la bombilla: deshabilitar notificaciones de ese dominio (transferconnectionPUNTOcoPUNTOin) desde las propias opcions de Chrome.

Mano de santo. Sigo esos pasos (En ajustes - privacidad y seguridad - notificaciones, le doy a "no permitir") y surge la magia. Por fin puedo volver a navegar sin ese molesto y constante mensaje. Y menos mal, porque ya me veía formateando el ordenador a lo bruto.

Migración: Un viaje patas arriba

Patodos los públicos.

Una simpática familia de patos, formada por mamá pato, papá pato, patito uno y patita dos se aventura a migrar por primera vez hacia tierras más cálidas al sur de la comodidad de su charca y pasan cosas. Eso es lo que nos presenta el trailer y es lo que nos muestra la película, de la que sabemos qué esperar y lo que nos da funciona: una película de aventuras en familia, con momentos para el humor, la ternura y la acción, con los clásicos tropos del género "familia se va de aventuras", como las monerías de la hermana pequeña y la rebeldía del hijo adolescente. 

Un cocktail funcional, que funciona sin grandes florituras ni artificios de guión, pero que combina las piezas lo suficientemente bien como para funcionar. Tal vez me falla la ausencia de un villano carismático, que el de esta película resulta muy soso, pero como tampoco le pedía la excelencia, resulta suficiente como para darle el aprobado. No pasará a la historia pero es plenamente disfrutable.

Empieza Echo

La serie que nadie pidió, pero a la que habrá que dar una oportunidad.

No escondo mi condición de fan, y por eso cojo con ilusión cada cosa que estrena Marvel, aunque sea algo que a priori me llama la atención como Echo, protagonziada por un personaje muy secundario que no solo no conocía de los cómics, sino que me parecía de lo más soso de la serie Hawkeye, en la que salía como secundaria. Pero precisamente ser un personaje tan secundario y tan poco popular hace que puedan permitirse una libertad creativa para hacer experimentos, y que no haya nada que perder si sale floja. 

Le daré un tiento, a ver qué tal está.

La sociedad de la nieve

Impresionante.

Si hablo del Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya puede que no todo el mundo pille la referencia, pero si hablo del equipo de rugby que se estrelló en los Andes y tuvieron que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir durante algo más de dos meses entre los restos del avión, la mayoría exclamará "ah, sí, los de Viven", y es que las comparaciones son inevitables con la película que probablemente popularizó este suceso.

Sin embargo, al no haber visto la otra película, malamente voy a poder comparar ambas propuestas, de modo que me tengo que limitar a dar mis impresiones sobre esta Sociedad de la Nieve que nos presenta Juan Antonio Bayona, y la verdad es que es una película que no me ha dejado indiferente, pues consigue transmitir muy bien el horror y la angustia que debieron de sufrir en la vida real sus protagonistas, con momentos verdaderamente escalofriantes, como el accidente o la primera noche. Huelga decir, que las escenas referentes a la antropofagia forzada también. 

La película consigue tan bien su cometido que pese a durar 144 minutos y narrar escenas de terrible monotonía, en ningún momento llega a aburrir, y tampoco se hace larga en absoluto, pero lo que más consigue, al menos conmigo lo ha conseguido, es no dejar indiferente. La historia la conocía, pues me la había contado mi madre cuando era niño, y me impactó. Y ahora, con esta  película me ha vuelto a impactar.

Año nuevo, vuelta al cole

Esta energía tenía yo.

Poco que decir. Se han terminado mis vacaciones de Navidad y toca inaugurar el año laboral, sabiendo ahora que cada semana puede ser la última en mi actual puesto de trabajo, si bien de eso aún no sé nada. 

Lo que sí sé es que ayer me acosté a la hora habitual de día laborable, pero no era capaz de coger el sueño. Las 12, la 1, las 2... a las 3 estaba mirando el techo, y para cuando me dormí ya estaba el despertador dando por culo, y madrugar me ha tenido toda la mañana renqueando. Por suerte me tocaba arriba y no había excesivo papel, aunque el teléfono, como de costumbre, no paraba de sonar.

Por la tarde ya sí ha tocado mostrador, aunque ningún usuario especialmente reseñable (las típicas de la gente que viene a entregar papeles y los trae sin rellenar, pero eso es algo tan común que hace tiempo que dejó de ser anécdota). Sobrellevaremos lo mejor que podamos el resto de la tarde.

Primer fin de semana de 2024

Año nuevo, victoria nueva.

Bueno, pues como es domingo, toca ir a los clásicos recurrentes. El viernes una de juegos de mesa, primero Marvel Champions (Groot y Nova contra Zola). Primero derrota aplastante y luego victoria cómoda, para luego jugar a Darwin´s Journey, y de ahí a casa.

Del sábado lo más destacable es que por la tarde hubo más juegos de mesa, con Arquitectos del Reino del Oeste, This is not a hat y It´s a wonderful world, no retirándome demasiado tarde, así que aproveché para terminar de ver la temporada de Line of Duty. 

Más chicha tiene el domingo. Por la mañana iba uno con miedo a Miribilla, pues venía un Manresa que está de buen año, pero hoy Bilbao Baskey ha salido feroz, y con una defensa que apenas permitía a los visitantes anotar, ha ganado con clara autoridad, 74-54. Y como notas positivas, que Smith ha vuelto a jugar bien (18 puntitos) y de propina que el equipo de Vitoria se queda sin jugar copa. 

Por la tarde rol, con el retorno de la Gran Campaña de Pendragon, donde ya llegamos al año 500, pero seguimos sin rey en Inglaterra, pero las gestas de Sir Cuanacht de Lake siguen creciendo.

Y eso ha sido más o menos todo. Ah, sí, que mañana toca trabajar.

Estofado para vagos

Con cero esfuerzo.

No me suele molestar meterme en la cocina y dedicar tiempo a hacer cosas ricas (aunque luego en foto me queden siempre horribles), lo que hace no muchos años habría sido impensable, dado que yo era, y no tengo ningún reparo en admitirlo, de los que no pasaban de meter las cosas en el microondas.

Pero hay veces en las que apetece más, y otras en las que apetece menos, y la entrada de hoy va para una "receta" que con muy poco esfuerzo nos puede dar cosas muy resultonas.

Para este pollo a la trufa me limité a comprar un brick de caldo (usé el de trufa de Lidl, pero me habría valido cualquiera). Dejé la noche entera dos pechugas de pollo enteras mojándose en ese caldo, y al día siguiente cocí el pollo en ese caldo. Añadí patatas fritas (sí, de bolsa), especié un poco, lo dejé unas horas para que cogiera cuerpo y ale-hop. 

Obviamente no queda igual que un estofado de verdad, pero da razonablemente el pego y, sobre todo, puede ponerlo en práctica cualquier persona que se crea que no sabe cocinar.

Acusado

El hombre más odiado del país.

Retrato de una parte muy oscura de la sociedad actual, esta película pone el foco en el discurso del odio y su costumbre de campar alegremente por las redes sociales, donde amparados en el anonimato podemos llegar a decir cualquier burrada. Y a veces nos olvidamos de que esas burradas pueden tener consecuencias.

Esta es la historia de Harri Bhasvar, un chaval inglés de ascendencia pakistaní, que tiene la mala suerte de ser confundido con el autor de un atentado terrorista, lo que da pie a una terrible campaña de linchamiento, que primero es meramente mediática (no solo contra él, sino también contra su entorno más cercano), pero la cosa va escalando cuando las palabras dejan lugar a los hechos, aunque no me voy a extender aquí demasiado sobre el argumento. Solo diré que, exceptuando algunas concesiones a la ficción (que esto no deja de ser cine), muchas de las cosas que nos relatan son perfectamente creibles, haciendo que esta parezca a veces una película de terror más que un thriller.

Pero vamos, nada de lo que no haya hablado alguna vez aquí, cuando me he pronunciado sobre los peligros de los ciberlinchamientos y la gente a la que le gusta jugar a ser a la vez detective y justiciero. 

A esa gente: no sois Batman, solo sois unos gilipollas con tiempo libre.

Los que se quedan

Una Navidad inesperada.

Navidad de 1970. Paul Hunham es el brillante pero pedante y estricto profesor de Historia de las civilizaciones antiguas en un selecto internado de niños ricos, que debe quedarse en vacaciones de navidad, al cuidado de los estudiantes que no tienen con quién quedarse. Él los desprecia y ellos lo odian, y la cosa parece empeorar cuando al final se queda con un solo alumno. Como es de esperar, la relación entre ellos irá cambiando y no es ningún spoiler decir que se acabarán llevando bien. 

Con estética de película de hace treinta años, y no lo digo como crítica, ojo, Holdovers nos presenta una estética acogedora, que en cierto modo nos ayuda a conectar mejor con los personajes, que es sobre lo que se vertebra la película. Un esquema más o menos clásico de coming-of-age y relación mentor-aprendiz, pero que funciona muy bien, y es perfectamente conducida por el brillo de Paul Giamatti.

Amena y entrañable, aprovecha también de la propia aceptación, de las desigualdades sociales, de las enfermedades mentales y de las relaciones humanas, regalándonos momentos muy divertidos, a la vez que se va forjando la camaradería entre los protagonistas, y cuando se va acercando el final del viaje, ya no queremos que se termine.

Muy contento.

Aquaman y el Reino Perdido

El póster puede ser confuso para quien solo conozca al Aquaman clásico de los cómics.

Regresa, cinco años después (aunque técnicamente pudimos verlo haciendo un cameo en Flash y en el corte del director de La liga de la Justicia) el superhéroe más acuático de DC, en una película que llega no sé si como cierre del fallido DCU (una pena que nunca terminara de funcionar la idea), pero que lo hace con dignidad, dando lo que cabría esperar de ella.

No es, desde luego, una gran película. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas (las escenas de batalla, por ejemplo, se me antojaban caóticas y con un montaje chapucero) y un guión más simple que el funcionamiento de un ladrillo, pero dado que las expectativas no eran muy altas, consigue ser un producto entretenido y disfrutable. Siempre que se vea con el cerebro apagado, claro. Pero oigan, este tipo de películas también merecen su espacio.

La historia, bueno, pues el malo malísimo encuentra objeto arcano enterrado en las profundidades del mal, desata maldición terrible y horrorosa y Aquaman se ve obligado a liberar a su hermano y enemigo para encontrarlo (que digo yo, que siendo Aquaman amigo de Batman y Superman lo suyo sería que hubiera acudido a ellos, pero él sabrá), lo que sirve de excusa para una historieta de aventuras, con momentos para la comedia y otros más o menos épicos, hasta llegar a una batalla final, en ese reino perdido del que habla el título, cuya inspiración en Lovecraft y sobre todo en la Minas Morgul de Peter Jackson es de todo menos disimulada (había momentos en los que solo faltaba que saliera un Nâzgul).

Pero lo dicho, da lo que cabría esperar de ella. Ni sorprende ni decepciona.

Yakamoz S-245

¿Quién me iba a decir que terminaría viendo una serie turca de Netflix?

 

Hace ya tiempo que hablé aquí de la excelente Into the night, la serie belga que nos presenta un mundo en el que la luz del sol acaba con toda vida, y los personajes se las tienen que ingeniar para viajar constantemente, para que nunca se les haga de día. 

De aquella nace este spin-off turco, en el que un grupo de supervivientes tienen se refugian en el submarino que da título a la serie, y que ya pudimos ver en la segunda temporada de Into the night, y aunque era bastante escéptico, debo decir que me funciona muy bien como tercera temporada de la serie, ya que mantiene el ritmo frenético, las situaciones tensas y los personajes interesantes que caracterizaban a la serie original. Tiene algún detalle que queda un poco forzado, todo hay que decirlo, y algunos errores de coherencia espaciotemporal (hay una escena en la que hacen a pie en pocos minutos un recorrido que en coche les ha llevado media hora), pero no llegan a perjudicar del todo el producto. 

Además, conecta perfectamente con Into the night, y va añadiendo interesantes pinceladas al trasfondo, aunque el final tan abierto, que se queda en un puro cliffhanger, hace que ahora tenga más ganas de ver cómo sigue.

El peor equipo del mundo

Inserte chiste sobre su club profesional favorito.

En abril de 2001, la selección de fútbol del microestado Samoa Americana (50.000 habitantes aproxdimadamente) hacía historia al llevarse 31 goles en contra en un partido contra Australia, siendo esta la mayor paliza de la historia del fútbol internacional. Samoa Americana estuvo muchísimos años como selección con el peor coeficiente FIFA, hasta que llegó el neerlandés Thomas Rongen al cargo de seleccionador, y entonces cambió todo.

La película nos narra precisamente la llegada de Rongen a la isla, y aunque nos cuenta una historia real, se amolda bastante bien a la típica película de equipo de perdedores que con tesón y esfuerzo, consiguen hacerse grandes, así como el choque cultural y personal, de un entrenador que no quiere estar ahí y odia a sus jugadores, pero acaba siendo uno más de la familia. Todo muy formuláico, sin duda, pero funciona, ya que la película deja claro qué es lo que nos va a ofrecer y cumple, dejando que salgamos del cine con una sonrisa en los labios y nos emocionemos en las escenas del partido clave.

Me chirría un poco el personaje del cura, interpretado por el propio director Taika Waititi, pero afortunadamente no sale tanto como para llegar a lastrar.

En esencia, una película que va a tiro fijo, tiene claro lo que tiene que hacer y sin inventar, ni pretender inventar nada nuevo, funciona correctamente.