jueves, 29 de noviembre de 2012

Argo

-Ay, dame argo. 
-¿Así que, un graciosillo, eh? 

A veces pasa que vamos a ver una película sin esperar absolutamente nada de ella y nos llevamos sorpresas. Y a veces pasa que estas sorpresas son agradables. Y este es el caso de Argo, una película que he ido a ver, de la que no sabía absolutamente nada, y que me ha encantado.

Basada, supuestamente, en hechos reales, nos cuenta cómo tras la caída del Sha de Persia, en el Irán de finales de los 70, la embajada estadounidense es tomada por los iraníes, y 6 de los empleados de la embajada corren a refugiarse en la embajada canadiense. Y la CIA debe tomar cartas en el asunto, a fin de liberarlos antes de que sea demasiado tarde. 

Para ello hacen uso de los servicios del especialista Tony Méndez, quien idea un plan en apariencia descabellado: inventarse una película falsa, de título Argo, y usar su teórico rodaje como pretexto para sacar a los 6 americanos de territorio iraní.

La película tiene un ritmo muy bien llevado, haciéndose muy divertida en los momentos relajados y tensa en los climáticos. Por una parte mostrando pinceladas de los entresijos de la industria del cine y los chanchullos de la CIA, y también nos dejan ver, como ya hiciera la genial y recomendable Persépolis, el Irán de los principios de Jomeini. Y por su parte, escenas como la toma inicial de la embajada, o la alocada carrera contrarreloj del final, mantienen al espectador pegado a la butaca. Todo ello para un desenlace en el que, debo confesar, me he emocionado. 

Podría criticarse que a lo mejor es un poco sensiblera en algunos momentos, pero en mi humilde opinión esta sensiblería entra dentro de los parámetros adecuados, y si acaso le sobra algún minutillo al final, pero tampoco llega a estropear la película.

También podría pensarse que peca un poco de propagandista, de "qué buenos son los americanos y qué malos los iraníes", pero creo que el mensaje de "el Sha es un hijoputa y los EEUU, que fueron quienes lo pusieron, le ayudaban por el interés" rebatiría esto bastante bien.

Me ha gustado mucho, y la verdad es que Ben Affleck, quien no estuvo mal en "Ciudad de Ladrones", y tampoco desentona como actor, demuestra que podría llegar a convertirse en uno de los grandes directores de Hollywood si sigue por esta línea.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Victoria sin historia (82-60 VS Lukoil)

Los propios jugadores daban muestras de aburrimiento.

Un auténtico partidazo el vivido hoy en Miribilla, un verdadero choque de titanes ante un rival de grandísima calidad que lo dio todo, y un encuentro vibrante en el que la emoción del resultado duró hasta el último suspiro.

Bueno, es que cuando no me gustan los partidos, me los invento.

Lo cierto es que el de hoy es uno de esos partidos que no pasarán a la historia, dada la escasa entidad del rival, un conjunto búlgaro que vivía de los puntos de sus 4 americanos, y que solo plantó cara durante el primer cuarto, en el que llegaron a ir 6 puntos arriba (7-13), amenazando con hacernos un Buducnost, y con su pívot Waltford (el de la foto) con 10 puntos en un cuarto, en lo que parecía que iba a ser un partido más duro de lo esperado.

Pero tras ese espejismo inicial, el equipo de Bilbao sacó el rodillo y no tardó mucho en dar la vuelta al resultado, para ir poco a poco aumentando la renta, y acabar ganando por 22 un partido que, de haber querido, habría ganado por 30. 

4-0, clasificación matemática conseguida para la segunda fase, y un partido del que dentro de unos años ni me acordaré.

martes, 27 de noviembre de 2012

Declaración unilateral

Zuckerberg, preocupado tras leer mi estado de Facebook. 

Al hilo de un texto que se repite mucho en los diferentes estados de Facebook, en los que hay quien se cree que sus derechos intelectuales y de imagen dependen de que lo peguen en su muro o no:

Por la presente, comunico que Facebook es un gigante que mueve millones de dólares, y que de facto tiene el poder para hacer lo que le salga del higo con nuestras cuentas, tanto si es legal como si no. Comunico también que Facebook no está por encima de la ley, y que no es tan simple como un "aceptaste las condiciones, tu culo pertenece a Facebook", que ellos no legislan. Además, también me gustar ía señalar que Facebook no suele comprobar que la identidad de quien hace una cuenta es quien dice ser, y que al menos por lo que a esta cuenta respecta, yo podría ser el tipo de la foto, o alguien haciendo una cuenta falsa (a quien quiera se lo demuestro, haciendo una cuenta de Facebook con fotos y nombre de quien sea), lo que le quitaría bastante legitimidad. Ahora bien, volviendo al principio, recordemos que Facebook tiene más tiempo y dinero para andar litigando que cualquiera de nosotros, por lo que desde el mismo momento en que te abres una cuenta sabes que tienen el poder material de hacer con ella, y todo lo que subas, lo que les dé la real y santa gana. Y eso no hay declaración unilateral cortapegada que lo cambie. Pega esto en tu muro, a menos que tú también estés cansado de leer una y otra vez la absurda parrafada. 

Y lo mismo vale para los vídeos que subas a Youtube, las búsquedas que hagas en Google, lo que escribas en Twitter, o los contenidos que pongas en Blogger.

Segunda parte.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Salón del cómic exprés

Adquisiciones comiqueras. 

Este fin de semana se celebraba un evento al que hacía ya tiempo que no iba, el Salón del Cómic de Getxo, al que mi visita de este año ha sido un poco mermada. En primer lugar, porque había menos stands, e incluso la carpa del manga (a la que suelo ir, más que nada, de visita) tampoco era este fin de semana, pero sobre todo porque mi visita se redujo a la última hora del domingo por la tarde, ya que el viernes tuve la tarde ocupada con visitas hospitalarias y cena en el mexicano, y el sábado era lo de Fuenlabrada.

Y pensando que cerraba a las 21:00, nos plantamos allí a las 19:30 de la tarde. Craso error, pues la hora de cierre no era esa, sino las 20:00, lo que hizo que tuviera que recorrerme los stands casi a la carrera. Eso no impidio, claro que hiciera un par de compras.

domingo, 25 de noviembre de 2012

(fuen)Labrada victoria y duro viaje

El Jokin viajero 

Desde marzo que fui a Moscú, no viajaba para ver baloncesto, y ya tenía algo de mono. Por eso, cuando salió la oferta de 36 euros viaje+entrada, para ver el Fuenlabrada-Bilbao Basket, convencí al amigo Koldo para apuntarnos.

El sábado por la mañana, horrible madrugón (debería ser ilegal levantarse a las 7 un sábado) y viaje de casi 5 horas hasta Fuenlabrada. Pero como vas con energía y ganas, se hace llevadero. Allí quedamos con Gemma y su pareja Rudi, unos amigos de Santa Pola (madrileños, pero que conocíamos de la época de veranear allí) y vamos a comer. Durante la comida les convencemos para que se vengan al partido. En los aledaños del partido me topo con Diana, una chica madrileña que conocimos en Moscú, y que se autodefine como "friki del baloncesto", a la que le invitamos a venirse, pues pese a ser madrileña, siente bastante simpatía por el Bilbao Basket.

El partido emocionante, sufrido y con victoria, lo que nos pone en buena posición en la tabla, y hace que el viaje de vuelta sea más llevadero.

O eso pensaba yo, porque el viaje resulta ser un infierno. Y es que hay quien para celebrar la victoria tiene a bien emborracharse, y bien sabido es que los borrachos no son los tipos más silenciosos del mundo, por lo que entre las voces, los gritos, y la incomodidad de ser grande en un autobús, las 5 horas de viaje se convierten en un calvario. Y podía haber sido peor, ya que casi nos jamamos un camión en la autopista. 

De todas formas, y aunque le pongo la pega de que salimos de Madrid una hora más tarde de la que se supone que íbamos a salir, estaba muy bien organizado, ya que el precio incluía, además del viaje y la entrada, unos cuántos sorteos de camisetas y demás, un bocadillo que al acabar el partido sienta de maravilla, y el detalle de uno de los organizadores, que para celebrar su cumpleaños obsequió con muffins de chocolate a los pasajeros.

Todo muy positivo, salvo porque a los que se dedican a hablar a gritos a las 2 de la mañana, los habría asesinado.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Mexico lindo, cena linda

Memes con bigote. 

Prontito en casa, aunque he tenido cena y plan cumpleañero. El motivo, que mañana madrugo bastante para hacer un viaje exprés a Fuenlabrada, a ver el baloncesto. Coger el bus a las 8, ir, ver el partido y volver. Matador.

La cena en sí, ha sido en el mexicano "De Boca Madre" de Bilbao, donde hemos cenado bien a gusto, sobre todo nachos, nachos y nachos. También algo de tequila margarita, pero nachos.

Y mañana, a madrugar horriblemente.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Los muertos que caminan desordenados

˙sǝʇuɐuıɯɐɔ uos ,sıqɯoz uos oN

Entre mis lecturas actuales se encuentran los cómics de The Walking Dead, cuya serie ya comenté aquí (y cuanto más leo del cómic, más me convenzo de que esa serie la tenía que haber hecho la HBO), y estoy actualmente en el segundo tomo. Tomo que acabo de terminar.

Pero con ese tomo he tenido un problema en cierta escena (cuando el Gobernador ataca la prisión), cuando de pronto empiezo a no entender nada. ¿Por qué este personaje hace esto? ¿Este qué hace aquí, si lo acaban de matar? ¿Y este, cuándo se ha muerto? Y tras releerlo un par de veces me percato de que de la página 514 pasa a la 522, y en la 538 volvía a la 515, explicando así tan desconcertante situación.

Por suerte, hay cosas que tienen más fácil remedio que una invasión zombi, y entre ellas está el problema del cómic defectuoso, por lo que me he dirigido a Fnac, y aunque no tenía el ticket de compra, han comprobado que sí tenían ejemplares no defectuosos y sin problemas he podido cambiarlo por un ejemplar en mejor estado. Aunque sigue lleno de zombis, y cosas que son peores que los zombis.

Porque en The Walking Dead, los zombis son el menor de los problemas. Pero otro día me explayo más acerca del cómic.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hora Zulú

Shaka el reloj. 

"La hora zulú", que podría sugerir unos cuántos señores negros vestidos con taparrabos, que corren gritando y enarbolando sus lanzas, es una convención utilizada generalmente en aviación, para referirse a la hora, pero mo a la hora local, sino a la UTC (tiempo universal coordinado) o GMT (tiempo medio de Greenwich). Vale, no son exactamente lo mismo, pero en términos de andar por casa, como los que usamos aquí, son perfectamente equivalentes. Se usa sobre todo para no hacerse la picha un lío con las horas locales, y que la hora zulú sea siempre la misma en cualquier parte.

¿Y por qué zulú? Uno podría pensar que es hora zulú, por ejemplo, porque marca la hora en Sudáfrica y santas pascuas. No, la explicación es otra. Cada uso horario tiene referida una letra, y la que corresponde a Greenwich es la Z, que en el código Interco (el de Alfa, Bravo, Charlie...) es Zulú.  Leo también que la Z es porque es la hora cero (en inglés Zero time).

Así, cuando en España nos refiramos a la hora zulú, hay que tener en cuenta que en invierno hay que restarle una hora, y en verano hay que restarle dos. No obstante, es recomendable no pasarse de listo y tener en cuenta que, salvo que la persona que nos está hablando trabaje en algo relacionado con la aviación, si nos dicen "hora zulú", probablemente esté refiriéndose de forma coloquial a la hora local. 

O puede pasar, como me pasó a mí, que al quedar con un amigo que trabajaba en un aeropuerto le dije que llegaba a las 20:00 hora zulú, y amablemente me sacó de mi error.

martes, 20 de noviembre de 2012

Interraíl (XI)

La puerta de la Felicidad, da paso a Estambul. 
  
Python-Estambul: "Viajamos acalorados, en un tren que es una full".

Turquía era el punto más alejado de nuestro viaje, al que llegábamos tras un más que largo viaje (22 horas), en un tren tan horrible como temíamos, acompañados por unos catalanes con los que hicimos migas. Cambiamos dinero en un puesto aduanero, y nos llama la atención la ridícula inflación, que hace que tengamos todos varios millones en la cartera.  

Una vez en Estambul, se nos unen unos mochileros valencianos, y siendo un grupo numeroso, nos animamos a aceptar uno de los hoteles que nos ofrecen en la estación, el hotel Eris, que resulta ser un chollazo. 

Cenamos unos auténticos kekabs, y nos vamos a dormir, que al día siguiente toca turismo. 

En Estambul estamos un par de días, durante los que vemos la Mezquita Azul, Santa Sofía, el Gran Bazar, el Palacio Topkapi, el Puente de Gálata... y por supuesto, coger el ferry al lado asiático de Estambul, que no tiene nada, pero leñe, ¡estábamos en Asia!

Del anecdotario recuerdo cómo en el bazar era imposible dar dos pasos sin que te intentaran vender algo, y que el idioma no era impedimento para unos vendedores que eran capaces hasta de saludar en euskera, adivinando por mi acento que yo era de Bilbao. Estambul, una ciudad preciosa, a la que algún día quiero volver, y en la que la comida estaba tirada de precio.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Residente Vil 6

Concursantes de Raccoon City Shore 

Seguramente muchos de los lectores recordarán el Resident Evil, ese juego en el que un grupo de las fuerzas especiales americanas iba a parar a una misteriosa mansión, que resultaba estar llena de zombis. Zombis que realmente eran producto de los pérfidos experimentos de la turbia multinacional Umbrella.

El juego fue un éxito, y un referente imprescindible en el género de los Survival Horror, y tuvo varias secuelas, una de las cuáles fue reseñada aquí. También ha sido llevada, con bastante poco acierto, al cine en unas cuántas ocasiones, y esta vez nos viene el Resident Evil 6. Si tuviera que describirlo con una palabra, sería ponzoñoso. 

Bien, debo confesar que me he reído jugando a este juego. Me he echado auténticas carcajadas. Algo que es muy sano y muy divertido, si no fuera porque el juego es del género terror. Y porque en algunas partes, en cambio, me he llegado a aburrir como una ostra vigilando un rebaño de caracoles.

O al menos con alguna de las campañas. Pues si algo caracteriza al Resident Evil, es que en parte es como jugar a 3 juegos diferentes entrelazados. Al empezar se puede elegir una de las 3 campañas: Leon Kennedy, Chris Redfield o Jake Muller, cada uno de ellos acompañado respectivamente por Helena Harper, Piers Nivans y Sherry Birkin (sí, la indefensa niñita del Re2, que es ahora una forma de matar, con cuerpo de supermodelo), y cada campaña tiene sus peculiaridades.


Los Larry, Curly y Moe del S. XXI
 
La campaña de Leon es la más Resident Evil de las 3, con unos cuántos zombis al principio, y una catedral llena de ridículos puzzles, marca de la casa. También tenemos una resemblanza al Code Verónica con una escena de "pelea contra bicho en avión", aunque elevando la escala de fantasmada a la altura de las exigencias de este juego. Lo que ya es algo menos Resident Evil es que matemos a los zombis a patadas, puñetazos y llaves de wrestling. La parte más negativa el jefe final, un absurdo monstruo cambiaformas que vulnera todas y cada una de las leyes de la conservación de la materia, y que se hace aburrido de todas las veces que hay que matarlo. Y la fantasmada más gorda de todo el juego: un smartphone al que le dura la batería 48 horas en videoconferencia. Por favor, lo de los zombis, vale, lo de que alguien se estrelle en un avión y sobreviva, vale, lo que que a alguien le explote un misil en los morros y ni se inmute, vale. Pero con esto se han pasado.

Chris nos muestra una campaña que pinta genial, ahondando un poco en el trasfondo personal del personaje, e introduciendo a Piers Nivans, uno de los que me resultaron más carismáticos del juego (no nos engañemos, tampoco hacía falta gran cosa para superar en carisma a algunos de los personajes), y las relaciones entre Chris y Piers. ¿Lo malo? Que la campaña es un petardo, pasamos del Survival que debería ser a jugar un shooter malo, una especie de Gears of War venido a menos, y en el que además el monstruo final (el gigantesco condón calavera) es un canto al aburrimiento. La peor de las tres, con diferencia.

Por último tenemos la campaña de Jake, muy variada y con elementos que por fin hacen sentir algo de miedo, y nos obligan a huir de los bichos o usar el sigilo en vez de correr hacia ellos enarbolando un arma mientras gritamos cosas en swahili (¡anda, como en el Resident Evil 5!), y en otras escenas nos ofrecen la ilusión de libertad por el mapeado. Empeiza muy bien, pero lo estropea con otras partes ridículamente insufribles y argumentalmente inencajables como la escena de la moto, en la que nos presentan al enemigo más letal de toda la saga: el coche mal aparcado. De igual manera, recuperan el espíritu de Nemesio, con el Usatank, uno de esos enemigos persistentes que nos persigue sin descanso, como si le debiéramos dinero. Un concepto interesante, pero con un desarrollo ridículo y un desenlace bastante pobre.

Tasa de jamelguez: elevada.

Queda por jugar la campaña de Ada, que entrelaza las otras 3. Y esta parte sí me gustó, que las 3 historias se van entrecruzando, siendo caminos que se bifurcan y se vuelven a cruzar, formando una historia entera, y permitiendo ver las escenas más climáticas del juego desde diversos puntos de vista. Claro que también es una excusa barata para colar más de una vez las escenas cinemáticas.

Y precisamente cinemática es una palabra que define muy bien a este juego, y nos enlaza con una de las cosas que más odié: los Quick Time Events.

Y el Resident Evil se convirtió en un remake del Dragon´s Lair.

Los Quick Time Events (QTE) son partes del juego en las que hay que apretar un botón o secuencia concreta para evitar morir. El Resident Evil 4 metía alguna, y en momentos puntuales era algo que quedaba muy bien. Pero el Resident Evil 6 abusa de ellas, hasta el absurdo. A veces hasta el punto de que da la impresión de que más de medio juego funciona así, y no es un juego sino una película semiinteractiva, que es como una película, solo que tienes que estar más atento de que te salga el icono que de disfrutar lo que ves. Unas pocas están bien, pero cuando son demasiadas, o cuando peleas enteras contra bichos gordos dependen exclusivamente de los QTE, dan ganas de tirar el mando por la ventana.

Llegamos ahora al que creo que es el gran aliciente del juego, en cuanto a que es lo que lo hace soportable, que es la posibilidad de poder jugar con dos mandos a pantalla partida, cada uno con un personaje, y de forma cooperativa. "Tú empuja la palanca, que yo aprovecho y cruzo la puerta". Salvo porque a veces nos lleva a situaciones ridículas, como que una puerta normal y corriente no la pueda abrir una persona sola, pero que esa persona sea capaz de tumbar a puñetazos a una mole de 5 toneladas. Claro que esto viene muy en consonancia con el espíritu del juego, en el que tenemos héroes capaces de saltar desde una azotea de 15 metros, pero sufren cuando se enfrentan a un bordillo de medio metro de altura.

Pero sin duda el modo cooperativo es un acierto, pues sin él no creo que hubiera sido capaz de soportar el juego entero. Del multijugador online no opino, que no lo he probado y tampoco creo que se dé el caso.

Y en definitiva, que la saga Resident Evil murió hace mucho tiempo, y de vez en cuándo abren la tumba para pegar un par de patadas a su cadáver. Solo que esta ha resultado ser la peor de todas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Victoriosa mañana de baloncesto

Grimau, uno de los cracks del día. 

80-62 contra el Joventut, uno de los históricos de la ACB que, si bien no está en sus peores momentos, hace tiempo que dejó de ser uno de los cocos de la liga, y entraba dentro del guión que hoy ganara el Bilbao Basket (a pesar de que el Joventut había ganado en 6 de las 8 veces que había jugado contra el Bilbao Basket como visitante). Lo que no parecía tan previsible era ganar con tanta facilidad a un equipo que venía de empezar relativamente bien la temporada (balance de 4-3), y es que la renta ha llegado a ser de hasta 31 puntos.

El partido empezó muy cómodo desde el principio, y el Bilbao Basket solo tuvo que apretar en el primer cuarto (25-9) y de ahí a ganar por la inercia de un partido en el que jugaban bien y no dejaban jugar al rival que además no tenía el día, y fallaba hasta las canastas fáciles.

Una muesca más en el rifle del Bilbao Basket, y el camino hacia la Copa del Rey parece bastante allanado.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Traslado/concurso

Mejor que este sistema, claro. 

Poco a poco vamos teniendo más noticias del traslado-concurso, que pese a que son dos procedimientos distintos,  se van a resolver parece que de forma simultánbea. El concurso, recordemos, es el proceso mediante el cual un funcionario puede pedir otro destino, y el traslado que nos ocupa es que, al haber desaparecido parte de las tareas que teníamos, sobra gente y la reasignan a otros departamentos.

Mi intención era, y sigue siendo, la de quedarme en mi sitio actual. Por eso, podría parecer contradictorio que hubiera concursado, cosa que hice en previsión de que si no podía quedarme, al menos irme a un sitio más de mi gusto. Pero como no me tocó nada, pues un problema menos.

Eso nos deja el tema del traslado, en el que de la gente que somos, unos se quedarán, y otros se irán. Por orden de antigüedad, se nos irá dando a elegir si quedarnos o irnos a alguno de los sitios que ofrecen, cuyo listado nos han dado hoy. Algunos mejores que otros, pero ninguno que me motive a querer irme. Lo bueno es que teniendo en cuenta la gente que se va por el concurso, aun en el caso de que todos los que tengo por delante quisieran quedarse, yo me puedo quedar. 

Nada es definitivo, y no hay garantía segura de que no vayan a cambiar los criterios, pero parece que la permanencia matemática está en la mano.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Lycojornadas: 1 de diciembre

Cartel 

Ya en su séptima edición, la asociación LYCO vuelve a organizar jornadas de rol en su local (que también es el mío), con partidas abiertas para todo aquel que quiera acercarse, y por supuesto todo gratis. 

La fecha, como se ve en el cartel, es el sábado 1 de diciembre, y las partidas aún están por determinar. Me consta que habrá una de "La mirada del Centinela", pero poco más sé. Para más información, remito a la web de la asociación.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Crónicas Magiares (V)

El buho se despide del hotel. 

Martes

Era el último día, y a las 13:55 (teóricamente) salía nuestro avión. Así, a las 12:00 nos recogía  el minibús para ir al aeropuerto. Eso significa que aún nos quedaban unas horas, por lo que volvimos a coger el autobús que nos llevaba a Buda, para ver algo que estuvimos a punto de perdernos: el Laberinto de Buda.

Era una de las cosas que más ganas teníamos de ver, pero las informaciones eran contradictorias. En algunos sitios lo deban por cerrado. En otros por clausurado. Pero casualmente el día anterior, vimos un mapilla en el que ponía "Labyrinth - Panoptikon", que podía parecer, y ahí nos fuimos.

Un primer escollo fue adquirir los tickets, pues nos habíamos fundido los florines y no aceptaban tarjeta. A cambiar moneda a una casa de cambio de precios exageradamente abusivos (225 florines por euro, a diferencia de los 265 habituales), y de nuevo a la taquilla.

 El "laberinto" esperaba.

Del laberinto me quedo con la atmósfera que conseguía en algunas partes, especialmente en la dedicada al Drácula histórico, el príncipe Vlad Teppes, que estuvo aquí encerrado durante 10 años por tocar las narices al Rey de Hungría. En esa parte, la música de la película de Coppola y la niebla artificial  generaban un bonito y tétrico ambiente.

¡Sacadme de aquí!

Y con eso, y un último paseo por el Bastión de los Pescadores, dimos por finiquitado Buda. Llegamos sin prisa al hotel, donde nos recoge el minubús, y al aeropuerto, donde sufrimos un retraso, del que ya informé en directo.

Tomamos el vuelo a Bruselas, y allí cogemos el tren que nos lleva a la ciudad. Visita exprés, la Grand Place, el Manneken Pis, y las tiendas de chocolate. Chococompras, un rico gofre y vuelta al avión.

¡Chocolate!

El último vuelo se hace bastante duro, tanto por el cansancio como por un grupo de chavales que tienen a bien pasarse el viaje berreando como si volaran solos. Y ya en Loiu, sobrevivimos a un taxista kamikaze.

Así fueron las cosas. Resumen: Budapest mola mucho.

martes, 13 de noviembre de 2012

La tele en casa

¡Anda, una tele! 

Uno de los muebles principales en todo salón es el reproductor de televisión o aparato televisor, más comunmente llamado televisión o "tele". A veces, de forma despectiva, la caja tonta.

El salón de mi casa no es una excepción, y tenemos uno de estos apaatos. Aunque es cierto que casi nunca lo utilizo como tele, ya que es prácticamente un monitor para el ordenador que utilizo para ver películas y series (sí, amigo Wert, bajadas de Internet), y de vez en cuándo para la X-box.

Pero lo que es programación televisiva, desde que vivo en esta casa, bien poco. No es un tópico, casi nunca veo la tele. De hecho, estuvo durante meses desenchufado el cable de antena, y yo ni me enteré. Y cuando descubrí que no se veía la TV, tampoco me importó demasiado ahondar en las causas, hasta que mi compañero de piso, que tampoco ve la tele, se percató de por qué no se veía ningún canal.

Así, hoy es de los poquísimos días que me ha dado por verla, concretamente la ETB, donde he podido disfrutar de los últimos minutos del partido que jugaba el Bilbao Basket en Bélgica, contra el Spirou Charleroi, en un partido que han ganado con rotundidad. Y esto tampoco es muy habitual (lo de verlo en televisión, no lo de que ganen), ya que tampoco soy muy fan de ver el baloncesto en la pantalla. 

Pero hoy, aunque suene raro que sea algo reseñable, he visto un rato la tele.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Deutsch - Warum nicht?

Traducido: ¿Alemán, por qué no?

Ya comenté por aquí en su día que hace 7 años estudié primero de alemán, y que ahí quedó la cosa. Es cierto que al curso siguiente empecé segundo, pero prioricé las oposiciones y lo acabé dejando a medias. Sin embargo, el viaje a Hungría, país donde el idioma alemán tiene bastante presencia, de algún modo me reavivó el gusanillo de volver a estudiar el idioma de la Merkel.

Ahora la duda es qué nivel elegir y dónde. Lo tengo lo suficientemente olvidado como para que meterme en segundo, y más con cualquier curso ya empezado, sea una locura. Pero tal vez cogerlo desde primero pueda ser un poco reduntante, o demasiado básico, al principio, lo que puede hacer que sea más difícil coger el interés, al tener la percepción de no aprender. La mejor opción parece, si para entonces me veo con ganas y es posible, reengancharme después de navidades a algún curso ya empezado.

Mientras tanto, y de eso iba la entrada, estoy echando un ojo a un curso online que encontré (trasteando un poco por la red) que se llama precisamente como esta entrada, y que empieza desde el principio. Un curso en audio, con lecciones cortitas, de 15 minutos, que es sencillo de seguir, bien en casa, bien en el trabajo. Por suerte no es muy difícil de compaginar con según qué tareas. Al fin y al cabo, no es muy diferente a estar con la música puesta. Y así, haciendo una cada día, voy refrescando un poco mi alemán. ¿Por qué no?

domingo, 11 de noviembre de 2012

De pintxos

Esto estaba demasiado rico. 

El BEC acogía este fin de semana un evento gastronómicamente interesante, como era la II. feria del pintxo, donde por 1,50 euros podía uno disfrutar de deliciosas combinaciones de tan bilbaína comida. La entrada era gratuita, y había unas taquillas donde poder coger las chapas que servían para pagar los pintxos o las bebidas. En total, 24 establecimientos hosteleros exponían, cada uno sus 3 pintxos, con lo que había más de 70 variedades a elegir, algunas realmente sublimes.

Han caído 5 de estas deliciosas tentaciones (la mejor, sin duda, la torta de hongos y queso de la foto), con lo que ya he salido de Barakaldo perfectamente cenado.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Crónicas magiares (IV)

En ocasiones veo buhos. 

Lunes

Nuestro último día completo en Budapest, con todavía unas cuántas cosas por ver. Un cartel había captado nuestra atención, ofreciendo una curiosa actividad, pero no pudimos ir a las 10 según lo planeado, puesto que no quedaban billetes. Teníamos a las 12, lo que nos dejaba dos horas para ver otras cosas.

Eso nos lleva a una parada de autobús, donde cogemos el 16 para subir de nuevo a Buda. Y esta vez sí, podemos entrar en San Matías, donde fuera coronada la famosa emperatriz Sissi. La parte mala, que la nave principal está en obras, pero eso no nos impide disfrutar de su belleza. Al salir, damos una vueltecilla por Buda, y regresamos a Pest, a la plaza Roosevelt, donde estaba nuestra siguiente actividad de turisteo.

Un autobús que hace una visita guiada por Budapest, que nos enseña la plaza de los héroes, la sinagoga, la ribera del Danubio, el parlamento, donde nos explican que las banderas que ondean están agujereadas en conmemoración de la revuelta antocomunista de 1956... Vale, muy bien, una visita guiada en autobús. ¿Y qué tiene eso de original?

 Mola tanto como parece.

La parte divertida es cuando el autobús anfibio se mete en el río, y desde ahí sigue su flotante visita guiada. Algunos pueden permitirse un crucero por el Danubio. Nosotros éramos pobres, y tuvimos que hacerlo en autobús.

Seguimos con nuestro planning, y nuestros pasos nos llevan esta vez a la basílica de San Esteban, que ya habíamos visto por fuera varias veces al estar al lado de nuestro hotel, y la vemos vemos por dentro y por arriba, admirando las vistas desde su cúpula, pero sufriendo un cortante y helador viento.

Saliendo de San Esteban cogemos por primera vez el tranvía, y nos vamos al famoso mercado de Budapest, con mucho bullicio de gente, y bastante hambre, que es alimentada, valga la paradoja, por el olor a comida que emana por todo el edificio. Allí comemos unos ricos crepes rellenos de todo, pero que nos lleva nuestro tiempo. Casi una hora esperando, durante la que entablamos conversación con unos simpáticos señores daneses, y me sorprendo al ver que mi nivel de inglés da para tener una fluida conversación sobre gastronomía. 

Ya con la barriga llena y una sonrisa de felicidad, damos un paseíllo por el mercado, antes de cruzar el río y visitar uno de los sitios que teníamos en la agenda: el balneario de Gellert.

This is spa!

Una piscina de agua caliente entra mucho mejor después de haberse tirado el día andando, y ahí nos tiramos prácticamente hasta que cierran, en un sitio tan bonito como agradable, aunque las partes más bonitas tienen la pega de que no son mixtas. Me gustaron mucho ambos balnearios, pero si tuviera que elegir, aunque este era mucho más bonito, me quedo con el Schezeny.

Después, un último paseo nocturno por Budapest, y aterrizamos en un restaurante italiano, con poco donde elegir en el menú, pero con una comida realmente deliciosa. El sitio, llamado Fausto, lo elegimos por medio de la guía, que lo pintaba como el mejor italiano de la ciudad. Y no sé si será el mejor, pero por servicio y calidad de la comida, era un sitio realmente recomendable (Dohany utca, al lado de la Sinagoga).

Ricolicioso!

Sigue.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El Buducnost no nos dejó perder

Lo peor: la lesión de Raül. 

Infame partido el vivido ayer en Miribilla. Al final fue divertido, por lo emocionante del marcador, pero fue un partido en el que ambos equipos hicieron sobrados méritos para perder.

El Bilbao Basket era claro favorito, pero empezó algo despistado. Pronto en Buducnost se puso 5 puntos arriba, hasta acabar el cuarto 12-22, gracias a que no la metíamos en un barreño y el Buducnost metía algún que otro triple de vez en cuándo.

Bueno, no pasa nada. Esto lo hemos visto muchas veces, y en cuanto nos pongamos por delante, ya está hecho. Pero nada, las canastas seguían sin entrar y llegamos al descanso 31-40 (tras haber pasado por un feo 14-28). No hay señales para la preocupación, somos mejores, y esto se remonta. Además, ellos no están jugando ni a tabas.

La segunda mitad, lejos de encarrilarse, empeora las cosas, y nos plantamos en el último cuarto 13 puntos abajo, con un base lesionado (López) y el otro con 4 faltas. Pasan los minutos, y en el 34 sigue la cosa con +13 para los montenegrinos, que llegaron a tener 16 puntos de ventaja, a pesar de no hacer gran cosa, la verdad.

Pero el Buducnost no se conformaba con una victoria que no había venido a buscar, y en 5 minutos tiró la renta por el retrete, propiciando una épica remontada del Bilbao Basket, que llegó a igualar el marcador a 64. ¿Acababa ahí la historia? ¡No! El Bilbao Basket se las apañó para, a menos de un minuto, ponerse de nuevo 5 minutos abajo, y de forma inexplicable, con jugada de carambola en la que Vasileadis mete un tiro libre, falla el segundo y encesta su propio rebote. Nos fuimos a la prórroga, para deleite de los pocos espectadores que no nos habíamos marchado ya del campo ante la más que evidente derrota.

Buducnost era el favorito para hacerse con esa derrota, y así lo demostró en la prórroga, donde ya el Bilbao Basket, que fue capaz de arreglar en 3 minutos lo que había cagado en 37, pasó por encima del rival, hasta llegar a un 85-78. 

Pero quede claro que ese partido no lo ganamos nosotros, que lo hicimos fatal. Lo perdieron ellos, que lo hicieron aún peor.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Scandinavia and the world

Así funciona el Norte. 

Scandinavia and the World es un simpático webcómic en el cuenta las peripecias de los países escandinavos (Suecia, Noruega y Dinamarca), a los que personifica con unos divertidos monigotes, a los que les van sucediendo cosas, muchas de las cuales son guiños a la actualidad política, a la Historia, o a la idiosincrasia de cada país. Está muy centrado sobre todo en esos tres países, que son los protagonistas absolutos, aunque salen reflejados muchos más (Inglaterra, Finlandia, Estados Unidos, Australia, México...), dotados de su personalidad propia. Una pega es que tiene mucha referencia cultural escandinava, y no todas es fácil pillarlas, pero por suerte la autora (que es danesa) parece haber tenido en cuenta al lector no escandinavo, y suele explicar muchas de las referencias.

Son unas cuántas, y algunas son mejores que otras. Las hay sin gracia (o que yo no se la he pillado), pero también tiene alguna que otra genialidad, y lo que me gusta es que reparte estopa para todos los lados, no dejando títere con cabeza.

Por destacar alguna, dejo dos que me hicieron especial gracia. Una es sobre la guerra de la independencia americana:

Y esta otra, que a la primera no la pillé, pero que me parece brutal:

¿No la pillas? ¿Y si decimos que Julian Assange es australiano?

martes, 6 de noviembre de 2012

Crónicas magiares (III)

Buhocracia.

Domingo

Otra mañana lluviosa. Optamos por ir en la dirección opuesta a la habitual, y vamos hacia el Parlamento húngaro, uno de los edificios emblemáticos de Budapest. Llegamos y vemos una importante cola, y nos enteramos de que se pueden coger entradas para visitas guiadas en español. Entro yo con ambos documentos, y consigo las entradas, para 3 horas después. Tenemos suerte, pues son limitadas y hay gente que se queda sin poder acceder ese día.

Nos quedan varias horas, así que damos un paseo, hasta que acabamos en la sinagoga, donde cogemos también las entradas para visita guiada en español. La sinagoga impresionante, y el memorial del holocausto muy bonito, aunque el "museo judío" una engañifa, consistente en UNA sala. Al menos conseguimos coger wifi.

Mazel tov!

El gorrito que se ve en la foto era obligatorio, pues los hombres deben cubrirse la cabeza en la sinagoga (luego me dejaron ponerme el choto, que era más cómodo que ese bonete), lo cual no me parece mal. Lo que me pareció algo peor, un detalle de cutrez, es que ese gorrito, que era de tela barata, casi papel, te obligaran a devolverlo, y que literalmente te lo arrancaban de las manos a la salida. 

Vista la sinagoga, volvemos al Parlamento, que es tan espectacular por dentro como por fuera, y donde la guía nos cuenta en español la historia del sitio, algo de historia húngara, y nos muestra la sala en la que están representadas las "4 ciencias". A saber: Medicina, Filología/filosofía, Derecho y Teología. Ideal para tomar el pelo a los ingenieros.

Salimos del Parlamento, ya con más hambre que vergüenza, y tras pasar por el monumento de los zapatos, seguimos bajando hasta la famosa Vaci Utca, una calle comercial, y una de las arterias del turisteo en Budapest, donde disfrutamos del improvisado recital de un simpático violinista callejero.

¿Habrá de mi talla?

Allí nos impregnamos de sus olores a comida, y vamos a parar a un sitio que recomendaba la guía, donde nos ponen comida típicamente húngara (a precio típicamente de turista, todo hay que decirlo), pero que nos deja sin hambre por el resto del día. Una sopa contundente, y un festival de carne, arroz y patatas (y unas hierbas decorativas, que se debieron de caer en el plato). 

Este plato acabaría con el hambre en Carpantia.

Con la comida por los tobillos, seguimos bajando la Vaci Utca, y mis ojos se fijan en un Ice Bar. Supe de su existencia cuando estuve en Shanghai, pero me quedé con las ganas de entrar. Aunque queríamos aprovechar las escasas horas de sol que nos quedaban, y seguimos bajando hasta llegar al mercado central, que, como sospechábamos, estaba cerrado. Así, optamos por cruzar el puente de la libertad (Szabadság), y volvemos a Buda, donde vemos desde fuera el famoso balneario Gellert, y nos acercamos, sin llegar a subir del todo, a la Ciudadela. Aprovechamos para ver una iglesia, teóricamente católica, excavada en la roca. Después, nos vamos al monumento de San Gerardo, y disfrutamos de las bonitas vistas nocturnas (con un fresquete considerable). Aprovechando que ya hacía frío, regresamos al Ice Bar: un bar en cuyo interior la temperatura es de 4 grados bajo cero, y en el que la decoración es de hielo. Por suerte, te prestan un abrigo y unos guantes. 


¡Tetas! Digo... ¡Tetas!

La noche hacía tiempo que había caído (ya debían de ser casi las 8), pero todavía quedaban energías, así que hacemos una última visita al lujoso hotel Boscoló, donde está la famosa y preciosa cafetería New York, con unos precios en consonancia con su opulenta decoración, pero un sitio que merece también la pena visitar. ¡Y con wi-fi!

Y por fin, tras un duro día, en el que ni nos molestamos en cenar, pues aún nos duraba el llenazo de la comida, un merecido descanso, que todavía quedaba mucho Budapest por ver. Aunque aún haríamos un último esfuerzo para mirar los horarios de San Esteban al día siguiente, y planificar nuestro crucero por el Danubio.

Rest like a sir.

Sigue.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Crónicas magiares (II)

El buho de Budapest 

Sábado 

Budapest cuenta, o eso decía la guía, con la línea de metro más antigua del continente, y segunda del mundo después de Londres.  Y lo cierto es que las paradas de la línea 1, así como sus vagones, eran bastante bonitos. Y dado que el sábado amaneció con una terrible lluvia, decidimos tomarnos el metro como un atractivo turístico más, y hacernos la línea 1 entera, aprovechando que la primera parada la teníamos al lado del hotel.

Así pues, nos fuimos hasta la terminal, y tras asomar el hocico, bajamos una parada, y llegamos a un sitio que teníamos en la agenda, y al que volveríamos después: el balneario Schezeny. Ahí entramos sin saber lo que era, "¿es un edificio gubernamental, es un centro cívico?", y allí nos confirmaron lo que era. Vencemos la tentación de entrar de ipso facto, y seguimos con nuestro camino, hasta llegar a la Plaza de los Héroes, donde nos encontramos con algo tan típico en Budapest como una boda de coreanos.

Opa, Gangnam wedding!

Seguimos bajando, siguiendo el recorrido del metro, hasta que alcanzamos el siguiente hito en nuestro camino: el museo del terror, donde nos ilustramos sobre las ocupaciones nazi y comunista de Hungría, y en el que me gusta el enfoque no maniqueo que se le da, explicando que tan cabrones eran unos como otros. Y donde vemos, además de cosas curiosas como las mazmorras (el museo estaba en lo que fue la sede de los nazis primero, y de los comunistas después), un laberinto cuyas paredes estaban hechas de jabón. Y vemos también un auténtico tanque de la segunda guerra mundial.

Seguimos con nuestro recorrido, hasta llegar (tras una buena sesión de rica pizza) al teatro de la ópera, un espectacular edificio del que se dice que el emperador Franz Joseph (Pacopepe para los amigos) no quiso volver a visitar, pues era más hermoso que el de Viena, en el que estaba basado. La verdad es que el edificio era bien bonito, y al acabar, una sesión musical, con un pequeño concierto.

 ¡Trololó!

Terminamos de hacer el recorrido de la línea 1 del metro y llegamos de nuevo al Puente de las Cadenas, para coger otra vez el funicular, y rehacer las fotos de Buda que se habían echado a perder al corromperse la tarjeta de la cámara (por suerte, pudieron ser recuperadas). Aunque nuestro intento de visitar San Matías se frustra al cerrar ese día más pronto. Damos un par de vueltecillas, pero al llevar todo el día andando, el cansancio comienza a hacer mella. Así que cogemos otra vez el metro, y nos vamos, esta vez con los bañadores y las toallas en ristre, al balneario Schezeny.

Schezeny se caracteriza por dos cosas. Una son sus aguas termales, con baños de hasta 38 grados, y otra, que es al aire libre, por lo que el contraste con el frío de la calle hace que el baño sea aún más agradable. Nos costó un poco entrar, ya que en la taquilla nos sentimos un poco como Paco Martínez Soria ante tanta opción. Pero nos apañamos, y al de un rato ya estábamos en el agua, disfrutando de una deliciosa sesión de amebismo.

Frío por fuera, cálido por dentro.

Y ya cuando salimos, que era de noche (algo no muy difícil, si tenemos en cuenta que anochecía a las 5 de la tarde), por lo que nos fuimos a cenar algo, pero cerca del hotel que llovía. Concretamente, a un sitio bastante mejor que el del día anterior, un sitio más húngaro, donde doy buena cuenta de una rica sopa dulce, con albóndigas de requesón (de chuparse los dedos) y para postre algo tan típico como unos strudels.

Sigue.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Victoria vs Unicaja (¡ya van 5-1 y terceros!)

¡Se ha roto! 

No iba yo hoy muy optimista a Miribilla, ya que el rival era bastante fuerte, y ya el año pasado nos dio un disgusto en la última jornada. Pero a pesar de mis temores, la racha victoriosa se ha estirado hoy un poco más, con una contundente victoria (82-65) contra el equipo de Málaga.

Pero sin duda la parte más reseñable del partido ha sido cuando el el minuto 14, en un intento de mate, el jugador local (desde hoy oficialmente bilbaíno) Lamont Hamilton ha roto el tablero, lo que ha obligado a detener el encuentro durante casi media hora. 

La pausa ha venido bien, ya que un partido que estaba siendo bastante nivelado, se ha desmoronado también en favor del conjunto local, resultando que el tablero era el mejor jugador de Unicaja.

Al final, victoria holgada, en una de esas mañanas en las que da gusto ir al baloncesto.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Azzurro Star Wars

Este no es el Jokin que buscáis. 

Del Azzurro ya he hablado alguna vez, y he comentado que es un bar con bastantes toques frikis. Ayer era un día en el que este aserto alcanzaba su máxima expresión, pues había fiesta temática. Creo que viendo la foto no debería ser muy difícil deducir que era de Star Wars. Había música y vídeos de la saga, así como gente disfrazada (yo no me disfracé, pero el choto del anorak daba más o menos el pego para la foto), y el bar a rebosar, como hacía mucho que no lo veía.

Y como no podía ser de otra manera, también había chupiutos temáticos, con los nombres de R2-D2, y C3PO (el chupito de protocolo estaba imbebible). Y los soldados imperiales, como el que se ve en la foto, que daban a la fiesta un toque verdaderamente espectacular.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Skyfall

Para mí, Skyfail.

Parece que nuevamente me toca ir a contracorriente del mundo, pero yo no me explico cómo muchos están poniendo por las nubes esta, que para mí es con diferencia la peor película 007 de Daniel Craig, y una de las peores de James Bond que yo recuerde.

Entretenida sí que es, y me gusta el tratamiento que dan al personaje, que no es un Bond perfecto, y comete errores. En la línea de hacer un Bond más humano y creíble. También me gusta el villano de Bardem, aunque se nota demasiado el intento de que este 007 sea un remedo del Batman de Nolan, con un villano que recuerda bastante al Pseudojoker de Ledger (otra en la que me tocó ir al revés del mundo, cosa que sigo manteniendo), cuya interpretación es buena, pero que tiene algo que me rechina.

El villano es uno de esos malos listos, con planes perfectos, esos planes que cuidan hasta el último detalle cada cosa, pero que para necesitar funcionan que los buenos sean deficientes mentales. Y aquí es donde viene mi crítica, en que el argumento no tiene ningún sentido. La película avanza correctamente hasta que en un momento el MI6 se convierte en la versión chapucera de la TIA, y ya nada tiene sentido. ¿Tiene sentido que encuentren el ordenador del principal tecnoterrorista del mundo y lo conecten, ahí, a lo loco, a la red del Servicio secreto británico sin saber lo que tiene dentro? No solo es que eso tenga menos sentido que si se encuentran una pila de plutonio y se dedican a chuparla para ver a qué sabe, es que de que cometan esa torpeza depende TODA la película.

Luego alguna que otra idea absurda, y patapum palante, hacia una escena climática, que si bien queda muy bien y es muy entretenida, no tendría cabida si la historia tuviera un mínimo de consistencia. La sensación que me da es que tenían pensada la escena, que quedaría chula, y luego pensaron la excusa para incrustarla.

La película tiene sus cosas buenas, no lo voy a negar. Me gusta que 007 sea falible, me gusta que den pinceladas sobre su origen, y me gusta que profundicen un poco en las miserias del MI6. Lo que no me gusta es que caigan en esos ridículos. ¿Alguien se cree que el servicio secreto británico no tenga la capacidad de llamar al metro de Londres y ordenar que detengan un vagón de metro? Me gusta el malo, y me gusta que tenga motivaciones, pero no me gusta que su megaplan dependa, como ya dije, de una premisa ridículamente imposible. Me gusta la escena final, pero no me gusta que carezca de sentido. Y me gusta la resolución de la película, con sus guiños a los clásicos. Pero me gusta muchísimo menos que las otras películas Bond. Un claro paso atrás.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Halloween

Algunos esperpentos que me encontré ayer.

Halloween, esa fiesta importada y que está cada vez más de moda. Pues, no olvidemos que disfrazarse mola. Ayer, tras la partida de rol (especial Halloween de Aquelarre), celebramos con ron un logro profesional de nuestro malvado director de juego, y luego, tras pasar por casa a por los disfraces (en mi caso, una bata de médico y a cascarla), nos fuimos a la lonja de nuevo a dar buena cuenta de la bebida que habíamos comprado.

Más tarde, nos fuimos al Da Vinci a pegar unos botes (¡momentazo Gangnam style!) y a eso de las 4, a casita.