jueves, 31 de marzo de 2016

Robot de cocina

¿Seré capaz siquiera de sacarlo de la caja?

Estoy dado de alta en una de estas páginas de Internet que te mandan de vez en cuándo encuestas, con las que vas acumulando puntos que teóricamente puedes canjear por regalos. Y como tenía unos cuántos y no sabía muy bien qué hacer con ellos, opté por hacerme con uno de estos robots de cocina, que siempre he tenido curiosidad. 

Sinceramente, no tenía mucha fe en que fuera siquiera a llegarme, pero cuando ya me había olvidado de ello (creo que canjeé los puntos allá por enero), la semana pasada me llegó el correo avisando de que ya estaba en camino y el martes ya tenía en mi posesión el paquete.

Ahora toca la maravillosa tarea de leer el manual y enterarme de cómo funciona el cacharro (yo pensaba que valía con meter las bolsas de supermercado y pulsar un botón, pero resulta que no), tratando además de no pegar fuego a la cocina. De momento, lo de conseguir limpiarlo sin que explote parece que he sido capaz. Cuando me vea más seguro me atreveré a intentar cosas más complejas y de cocina avanzada, como, no sé, freír un huevo.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Agente Contrainteligente

Porque traducir el título como "Hermanos de Grimsby", o simplemente "Grimsby" era una locura.

Me gusta el humor gamberro de Sacha Baron Cohen, aunque puedo entender que haya a quien le resulte desagradable su abuso de humor marrón, del que en esta versión cacaculopedopis de Kingsman abusa, para mi gusto demasiado. La película es muy divertida y me sacó la carcajada en más de una ocasión, y aunque no la estropea, es verdad que la brocha que emplea es demasiado gorda y sí que resulta excesivo tanto chiste de culos.

Pero a lo que importa, la película es tronchante, que es de lo que se trata, y así como a ratos tiene unos puntos demasiado fecales, no es menos cierto que hay momentos en los que tira con balas más finas y en otros nos deleita con un humor digno de tebeo de Mortadelo (la resolución meramente deportiva del partido de fútbol la habría firmado con gusto el propio Ibáñez) o directamente absurdo (¡Harry Potter pegándole el SIDA a Donald Trump!).

Bien, esto va de dos hermanos separados en su infancia. Uno (Mark Strong) es un eficiente agente del MI6, un superespía capaz de enfrentarse a todo tipo de peligros internacionales y en definitiva, un 007 calvo. El otro (Sacha Baron Cohen) es un seamos eufemísticos, desfavorecido social, que vive en un barrio de Grimsby, viviendo de las ayudas sociales para mantener a sus 11 hijos y disfrutando de las pequeñas cosas de la vida, sobre todo su pasión por el fútbol. Y cuando los caminos de ambos hermanos se cruzan después de 28 años, una complicada trama criminal les llevará a recorrer medio mundo en su lucha para evitar una terrible amenaza, dejando por el camino un montón de tiros, porrazos y chistes a cual más cafre.

Me ha gustado, pero admito que no es un humor que vaya a gustar a todo el mundo.

martes, 29 de marzo de 2016

Crónica de las #omicron2016 (2)

Balones hacinados en condiciones infrahumanas. La cara oscura de #omicron2016

Siguiendo con el relato de las jornadas, me voy al sábado, en el que tuve que madrugar pero menos, pues tocaba hacer caso a los medios. Primero fue con el periodista de Aiaraldea, que vino a hacer un reportaje en euskera, con cuya entrevista me di cuenta de lo oxidado que tengo el euskera, con lo que me temo que se me escapó alguna que otra patada. Sin embargo, la entrevista fue bien y del reportaje me quedo con la que para mí es la foto de las jornadas, en las que la imagen que se llevó del rol fue la de una partida en la que había un chaval de ventipocos, un rolero de vieja escuela y dos mujeres que habían venido a traer a los niños a la Academia Jedi infantil, habían dejado a los padres cuidándolos y se animaron a probar a ver qué era eso del rol, y quedaron encantadas.

Luego me tocó atender a los del podcast "First Person Gamers" (del jueves olvidé comentar que había estado con los de "El Abismo de Tannhäuser, de la emisora Uhinak Irratia, de Llodio) que vinieron también a cubrir el evento y aprovecharon para entrevistarme. Total, que el sábado me sentí toda una celebridad.

Siguiendo con la mañana del sábado, vulneré uno de mis principios haciendo algo que en las reuniones previas juré y perjuré que no haría ni bajo coacciones, que era enseñar un juego a unos niños. Concretamente el "¡Tiburón!" (prometo que no es una metáfora de "eché unos niños a los tiburones"). 

Por la tarde, nuevamente, tocaba dirigir, pero esta vez una de rol en vivo: La llamada de Ctulhu, con descacharrante resultado. Y tras terminar, era el momento para leer y valorar  los relatos del concurso de Omicrorrelatos. Luego la cena, alguna partida de cartas (me enamoré del Boss Monster) y a por otra de las actividades oficiales de las Ómicron: la fiesta en el pub Amnesia. Muy divertida, con cubatas baratos, lleno de frikis y música adecuada a la ocasión. El punto negro, la permisividad del bar con el tabaco, que me tocó un poco las narices (y leyendo las encuestas de los asistentes a las jornadas, no soy el único al que le molestaba). Pero bueno, por no tenerla, preferí pasar el tema por alto en la medida de lo posible. A la gente de las jornadas sí podía pedirle que por favor no fumara, pero a los que simplemente eran lugareños, me temo que me iban a mandar a paseo, cosa que hizo un gilipollas en el segundo bar al que fuimos, cuando le pedí que por favor no me fumara en la cara...

El domingo tuvo poca actividad, siendo día de despedidas y clausurar las jornadas, siendo yo uno de los oficiantes de la ceremonia, que esperamos fuera del agrado de los asistentes. Y luego llegaba la ardua pero imprescindible tarea de recoger. Por suerte estábamos unos cuántos para ello, y en unas 3 horas ya estaba todo recogido y ordenado. La nota cómica cuando nada más cerrar del todo el frontón, recibo un mensaje preguntando si quedan plazas para pernoctar en las jornadas. Cachondeo general.

Viaje de vuelta, nos reunimos en la lonja para echar un ojo a las encuestas de valoración y tomar en consideración las diversas críticas y sugerencias que nos hacen (lo siento, pero no vamos a poner strippers ni escorts de lujo en las Ómicron de 2017) y finalmente me acabo yendo a casa a morir y dormir 57 horas seguidas.

Reventado, pero con ganas de repetir.

lunes, 28 de marzo de 2016

Crónica de las #omicron2016 (1)

El cuñado del rol opina.

Habiendo recuperado sueño tras este fin de semana tan ajetreado, toca hablar de lo que han sido las jornadas, que me ha tocado verlas desde dentro, una experiencia que me ha gustado más de lo que pensaba, a pesar de ciertos momentos de crisis en los que pensábamos que nos iba a explotar la cabeza.

El miércoles sobre las 20:00 de la tarde cogí el tren a Orduña, me pasé por el frontón donde algunos llevaban ya desde las 5 haciendo el montaje, me fui a la pensión donde me alojaba, dejé las cosas y volví al frontón, que es donde se iban a realizar las jornadas.

Ahí empiezan los primeros problemas gordos, con un momento de crisis cuando nos comunican que no vamos a tener 5 habitaciones para alojar a la gente sino 4, con la consiguiente reducción de aforo, y me encuentro con que el tetris que había hecho para ubicar a la gente en los dormitorios no vale, y hay que hacer otro. ¡Horreur!

Gracias a que algunas cancelaciones de última hora habían dejado huecos, conseguimos apurar el espacio y buscar sitio para todo el mundo. Hecho lo cual, y como al día siguiente toca madrugar, me retiro a la cama.

El jueves por la mañana me toca estar en mesa, inscribiendo a la gente y viendo muchas caras conocidas. Una tarea que se hace agradable, pues la gente llega muy escalonada y estamos unos cuántos para repartir bien el trabajo. No tan agradable fue lo de ir a comer, pues no somos capaces de encontrar en toda Orduña un sitio en el que nos puedan atender, y cuando por fin encontramos uno, nos toca esperar como una hora hasta que nos dan de comer. Rico y a buen precio, pero con el hambre que tenía, me habría comido hasta una silla.

Por la tarde dirijo mi partida "Atrapados en la noche de los tiempos" (descargable aquí), y resulta bastante cómodo, ya que disponemos para ello de una enorme sala en el edificio de la Alhóndiga de Orduña. Por la noche, después de cenar y jugar alguna cosilla de tablero, prontito a la cama.

El viernes otra vez me toca estar en mesa, pero esta vez a las 8 de la mañana. Nuevamente, se hace bastante ágil la cosa y la mañana pasa rápido. Por la tarde, con odisea para comer, pero no tanta, dirijo mi partida de Blacksad: Parque Zoológico. Lamentablemente, como dos de los jugadores tenían que marcharse pronto, me veo obligado a recortar excesivamente la partida.

Y por fin el viernes a la noche consigo jugar a algo. "El retorno de Sir Archibald Dudley", una gamberrada irreverente y profana del rol en vivo, muy cortita y de humor absurdo, secuela de la también gamberra "El dedo del hombre negro" y acto seguido, "Misión Daedalus", también secuela, pero esta vez de "Misión Daedalus". Está claro que estas jornadas me iban a dejar secuelas.

Al acabar los vivos, un poco de juegos de mesa para echar unas risas, sobre todo con el "Cartas contra la Humanidad" (como puede verse, el viernes por la noche me dejé la corrección política en casa) hasta que a las 3 o así opto por retirarme, que el sábado por la mañana no tenía turno, pero sí otros quehaceres.

Mañana sigo.

domingo, 27 de marzo de 2016

Vuelta a casa tras las #omicron2016

Triste y lloroso se queda el frontón.

Por fin vuelvo a casa, después de haber estado 5 días en Orduña organizando las jornadas Ómicron. Y, aunque físicamente reventado, digo, con el corazón en la mano, que lo de montar jornadas ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido como aficionado a esto del rol, los juegos y tal. 

Naturalmente, nada de esto habría sido posible sin el resto de compañeros de Ábaco (y satélites), ya que entre todos hemos sacado adelante un proyecto muy bonito, y aunque pensaba que después de las jornadas iba a estar deseando perderles de vista por un tiempo, me doy cuenta de lo importante que es para mí esa banda de cazurros frikis. 

Aunque suene a discurso de borracho, prometo que lo estoy escribiendo competente sobrio. Mañana me explayo más.

miércoles, 23 de marzo de 2016

¡A Orduña!

En busca de Abaquito.

En un par de horas salgo hacia Orduña, sede de las jornadas Ómicron 2016, en lo que será mi debut como organizador de eventos. Empiezan mañana, pero como tengo que estar de turno a las 9 de la mañana, pues mejor hacer hoy el viaje en tren y dormir tranquilamente allí.

Sin saber todavía muy bien dónde me he metido y por qué, estoy entre las ganas de hacer algo chulo y el miedo a que nos desborde, o a no dar el resultado que la gente espere. Será raro ir a unas jornadas a currar y no solo a jugar o dirigir partidas, pero sin duda será interesante verlas desde el otro lado, y quiero pensar que la experiencia de años yendo a jornadas organizadas por otros me habrá enseñado muchas lecciones que me serán útiles en estas.

¡Hasta el domingo, Bilbao, hola Orduña!

martes, 22 de marzo de 2016

El regalo

Hay regalos que son una putada.

Matrimonio que se traslada a una nueva casa, todo un clásico. Este matrimonio tiene un vecino encantador que al principio es más majo que las pesetas, pero que luego les hace la vida imposible, otro clásico. En este caso no es un vecino, sino una persona que, de alguna forma, conecta con el pasado de uno de ellos este thriller empieza así, con un tipo muy amable que colma de regalos a la pareja protagonista.

Como puede deducirse, la cosa va pasando del desconcierto a lo molesto (ese incómodo momento en el que hay que rechazar la amistad de alguien que, sin que le hayamos dado pie a ello, nos la ofrece de mil amores pero que por ser tóxica se rechaza) y poco a poco en el terreno de lo perturbador, y mostrando poco a poco que las cosas no son lo que parecen. O sí, que a veces las cosas pueden ser lo que parecen, pero no solo lo que parecen. De hecho al final uno se puede quedar con la duda de quién es el verdadero villano de esto y quién la víctima.

Resulta raro, al menos para mí, ver a Jason Bateman, acostumbrado a verle en el papel del simpático Michael Bluth de Arrested Development, haciendo aquí de capullo trepador, pero da el pego. La película, aunque a veces puede llegar a ser un tanto inverosímil con tanto plan tan maquiavélicamente urdido, mantiene la tensión y el interés, y logra mostrar las cosas desde el punto de vista de cierto personaje que es, cuando menos, éticamente cuestionable. Pero no diré de cuál.

lunes, 21 de marzo de 2016

LEGO: El señor de los anillos

Enfrentados al más simpático de los señores oscuros.

De Lego hay muchos videojuegos y de la saga de Tolkien también unos cuántos (unos mejores que otros), por lo que no era difícil imaginar que lo hubiera combinando ambas cosas. Y el resultado es un simpático juego con elementos de puzzle (buscando sinergias entre las habilidades de los personajes), arcade y plataformas, que recrea fabulosamente las películas de Peter Jackson, pero con el encantador y divertido toque de Lego.

La Comunidad.

El juego es bastante sencillote, lo que puede ser una desventaja para algunos (para mí eso es una bendición), pero es también largo de narices. La historia principal, que es básicamente hacer lo mismo que en las películas se puede hacer en bastante poco tiempo, pero si queremos sacar el 100% buscando objetos, personajes secretos y cosas así, nos puede llevar mucho tiempo, pues la historia principal es simplemente en torno a un 25% del juego, teniendo con el modo libre todo un mundo (la Tierra Media) para explorar, pudiendo pasear por Minas Tirith con Gollum o mandando a Denethor a aporrear orcos a Moria, por ejemplo. Y todo esto mientras recogemos las monedas de Lego, que nos permitirán comprar los personajes que vayamos desbloqueando o alcanzar el 100% en cada nivel.

Y lo mejor: las cinemáticas que introduce entre las misiones, que son como volver a ver la película (con las voces originales, por cierto), pero con la amable y a veces tronchante estética de Lego. Aquí se pueden ver del tirón, y como se aprecia, dan para un buen rato.

La frase "¡qué majo!" fue muy repetida al ver las escenas.

domingo, 20 de marzo de 2016

Último fin de semana antes de #omicron2016

Kit de organizador de jornadas.

La cuenta atrás está cercana a su fin, y dentro de 3 días ya estaré allí, velando armas para empezar las jornadas. Esto nos permite deducir que gran parte de la actividad del fin de semana ha tenido que ver con este evento. Concretamente el viernes, que tras un rato de cine (la ayer mencionada Calle Cloverfield 10) tocaba reunión formativa para aclarar los temas organizativos importantes, plantear dudas que pudieran surgir, etc. Con una divertida dinámica de grupo para simular la casuística que nos podemos encontrar.

El sábado por la mañana tocaba hacer más cosas de las jornadas. Concretamente ir a San Ignacio a recoger los ordenadores que amablemente nos cede uno de nuestros patrocinadores y llevarlos a la lonja, antes de salir hacia Miribilla donde había algo no relacionado con las jornadas; el partido que medía al Bilbao Basket y el Retabet Gipuzkoa.

Del partido realmente poco que contar, pues no tuvo mucha historia. Ganó Bilbao Basket 90-81 pero fue un partido bastante malo, dado que el rival, en horas bajas, ofrecía un nivel exageradamente bajo. Bien porque ganamos, pero llegó incluso a hacerse un poco aburrido. Y al acabar el partido, de nuevo a la lonja, para echar un ojo al sistema informático de las jornadas.

Hoy poca historia, con una mañana de ordenador, tele y vagueo y una tarde de juegos de mesa. La calma que precede a la tempestad...

viernes, 18 de marzo de 2016

Calle Cloverfield 10

¡Como te pongas tonto, te nomino!

Como el título sugiere, este película es más o menos una secuela de la desastrosa e inexplicablemente endiosada Cloverfield, y logra sobrepasar holgadamente el nivel de su predecesora, a pesar del no muy glorioso desenlace que sigue a un interesante planteamiento y un más que correcto desarrollo. El final, que tranquilos, no voy a contar aquí, no es especialmente malo pero sí excesivamente inverosímil y me daba la impresión de chocar demasiado con el tono de la película. Se ve que está orientado a llamar a las puertas de una nueva saga.

Si en la anterior nos contaban, cámara en mano la destrucción de Nueva York a manos (o garras) de un monstruo gigantesco, primo hermano de Godzilla y cuñado de Cthulhu, aquí prescinden del found footage, usando una estética más convencional para contar la historia de una chica (la siempre encantadora Mary Elizabeth Winstead) que al comienzo de la crisis alien/bicho/primigenio sufre un accidente y despierta en el bunker de un fanático de la supervivencia, interpretado por el siempre enorme y aquí perturbador John Goodman.

De ahí, un thriller claustrofóbico que mantiene un ritmo aceptable durante la película, quizás con demasiadas concesiones al espíritu de McGyver, pero con alguna escena impactante (como la que pone fin a la escena de la foto) y que consigue no estrellarse del todo en el desenlace.

Aprobada.

jueves, 17 de marzo de 2016

Omicroneando en las ondas

98.8 FM

Ya en la recta final, pues queda menos de una semana para las #omicron2016, hoy tocaba hacer de relaciones públicas de ABACO, ya que me tocaba atender a los medios. Concretamente una entrevista telefónica en la que la emisora de radio Radio Llodio me iba a preguntar sobre las jornadas y sobre la afición en general.

La verdad es que hacía años que no salía en la radio (una vez y de niño, en Radio Popular, con el locutor Javier Reino, al que tanto "admiraba" mi padre) y no sé qué tal habré estado. Seguro que si me oigo me parecerá que sueno a rayos, y la verdad es que sí que creo que había momentos, no he podido evitarlo, en los que me perdía en mi propia verborrea, algo que me pasa igualmente al natural, incluso en este blog... mierda, lo estoy volviendo a hacer.

Lo bueno de esto es que da gusto organizar un evento y que los medios se hagan eco.

martes, 15 de marzo de 2016

Mecenazgo de Vampiro: Edad Oscura

No me cabe duda de que el resultado será espectacular.

Pese a que hace, fácil, más de 10 años que no lo he jugado, y que puede que no vuelva a hacerlo (dejémoslo en que hay otros juegos de rol que me gustan más), en su época más gloriosa, a finales de los 90, primeros de siglo, fui un apasionado de Mundo de Tinieblas, siendo de entre su catálogo mi favorito este que ahora reedita la editorial Nosolorol, mediante la fórmula del mecenazgo. Es decir, compras por adelantado, y en función de la demanda sacan más o menos ejemplares. Además, se puede pagar poco, y tenerlo solo en pdf, por ejemplo, o pagar más, y que te manden todo lo gordo a casa.

Como ya comentaba, la disyuntiva es que es un libro que si me compro (igual que pasó, como ya sabía, con Vampiro: la Mascarada), lo hojearé un poco y se quedará en la estantería. Pero por otra, sería como hacerle un regalo a mi yo de 20 años, que de tener el dinero habría estado pegando botes por las esquinas, pues esta edición chachipiruli de lujo es sin duda el libro que me habría encantado tener.

Así pues, aunque soy consciente de que si me lo compro no lo voy a usar (francamente, si quisiera dirigir una partida de vampiros en la edad media se me ocurren ambientaciones y sistemas mucho mejores), es posible que la nostalgia se imponga al sentido común y, como le pasa a mucha gente, termine picando. El plazo ha empezado hoy (y en unas horas ya llevan 15000 euros recaudados, que se dice fácil) y tengo 46 días para decidirme. O para resistirme, según se vea...

lunes, 14 de marzo de 2016

Treme

No fue lo que esperaba.

Normalmente suelo esperar a terminar las series para comentarlas, pero en este caso no tengo yo tan claro que eso suceda, pues teniendo en cuenta que hace ya cosa de un año que dejé de verla, puede ser que esta sea una de las series, y no pasa muy a menudo, acabe dejando abandonada.

Cogí Treme con muchísimas ganas (incluso me compré el pack), ya que The Wire me encantó, y esta venía con el aval de ser de los mismos creadores. También por eso, y a pesar de que en ningún momento me llegaba a enganchar, decidí tener paciencia con ella, pero creo que temporada y media es suficiente para llegar a la conclusión de que si, a pesar de sus virtudes, cada capítulo se me hacía cuesta arriba, había que admitir que la serie no me gustaba.

La serie, que se desarrolla en la Nueva Orleans post-Katrina, nos pinta muy bien la ciudad, y ese sabor tan especial que tiene, con una gran calidad, pero no terminaba de cautivarme, tal vez porque no llegaba a encontrarla entretenida. Coge The Wire, cambia drogas por gastronomía y pistolas por instrumentos musicales, y más o menos sirve para orientarse de por dónde van los tiros (las notas, más bien). Pero un excesivo protagonismo de la música puede quitar puntos para quien, como yo, no sea un apasionado del jazz, y sobre todo la sensación de estar viendo una y otra vez el mismo capítulo. 

Tal vez algún día la cabezonería me haga retomarla, y quién sabe si como me pasó con The Wire un segundo visionado me entusiasme, pero de momento, y aun siendo capaz de verle todas sus virtudes, me duele reconocer que Treme me decepcionó.

domingo, 13 de marzo de 2016

Fin de semana jubiloso

Santiago de Cuba

Para no perder las buenas costumbres, otro domingo cuya entrada va dedicada a narrar el fin de semana, empezando, claro por el viernes, con comida de trabajo, con motivo de la jubilación de una compañera. Mucha gente, buen rollo, aunque el restaurante al que fuimos demasiado caro para lo que era. Tras la sobremesa, que se prolongó con la ronda de copas casi hasta las 10 de la noche, me uní a un grupo aleatorio de científicos del Biogune que celebraban la publicación de un paper en una prestigiosa revista científica, y estuvimos hasta las tantas, sobre todo charlando con una eslovaca que resultó ser muy fan de la literatura fantástica, tema sobre el que estuvimos hablando, tirando de un oxidado inglés (hablo del mío, claro), entre otras cosas.

El sábado por la mañana fue día de descanso, y por la tarde una de lonja, pues organizábamos unas jornadas abiertas de juegos de mesa, donde tuve ocasión de probar (y ganar) una partida al Santiago de Cuba, juego que me recordó muchísimo al clásico Puerto Rico. Tras la partida, charleta de las de arreglar el mundo, cena y a casa, que un ataque de asma me impedía respirar debidamente.

Ese ataque de asma me ha dado la noche, que ha sido un poco horrible, no tanto por la insuficiencia respiratoria, sino por el dolor de cabeza, y a juzgar por el tipo de sueños que he tenido, me atrevería a aventurar que algo de fiebre, lo que explica que me haya pasado la mañana reptando bajo las mantas en el sofá, viendo capítulos viejos de "Al salir de clase" (todo el mundo tiene un vicio...). 

Por la tarde sí que me he atrevido a salir un poco de casa, para visitar a unos amigos que viven a la vuelta de la esquina, para la cita que teníamos para hacer videofórum de una película bien clásica: La Bruja Novata, película que he debido de ver al menos media docena de veces, pero que hacía seguramente más de 25 años que no veía. Y tras ver la película, otra vez a casa, a sepultarme bajo las mantas.

viernes, 11 de marzo de 2016

Multiseriando

¡Series a go-go!

Vivimos en la era de las series, algo a lo que ayuda mucho Internet, que nos permite ver las series cuando queramos, sin depender de horarios, y con plataformas como Netflix es aún más cómodo. A pesar de eso, últimamente he recuperado, más por una casual inercia que por otra cosa, la rutina de ver cada día el capítulo de una serie, ya que estoy siguiendo varias a la vez, la mayoría de las que estoy viendo a ritmo de emisión. Así que de lunes a jueves esta es mi particular programación televisiva:

Lunes: El Ministerio del Tiempo. Mucho he escrito aquí sobre esta serie, tanto que hasta tiene categoría propia en el blog, y es la única que consigue que yo esté delante de la tele a una hora determinada. Mi serie favorita de las actuales, y de las mejores en el ranking total, que siga en emisión durante muchos años.

Martes: Vinyl. Aunque no me termina de enganchar, pues la temática no me atrae del todo, es indudable la calidad de esta serie, algo que no es de extrañar, ya que junta a Scorsese y la HBO. En parte tiene algo que me recuerda un poco a Mad Men.

Miércoles: Better Call Saul. El spinoff del abogado de Breaking Bad, que bien debería llamarse Better Call Michael, pues sin duda este secundario se come en interés narrativo al protagonista, siendo las tramas puramente abogadiles algo menos interesantes (alguna incluso aburrida).

Jueves: Bosch. Una serie no muy conocida que descubrí por casualidad, atraído por la presencia del carismático Titus Welliver. Una serie policiaca que mide en Los Angeles a un agente de la ley con un turbio pasado contra un peligroso asesino en serie. Lo que he visto hasta ahora me gusta. 

Bola extra: Arrested Development. Esta divertida sitcom tampoco la sigo al día, pues es una serie que también tiene su tiempo y terminó, y tampoco veo un capítulo a la semana, sino que cada día, antes de dormir, me veo un capítulo (bendita aplicación para móviles de Netflix).

Y en el banquillo me espera la nueva temporada de Agents of SHIELD, a las que se suma la inminente segunda temporada de Daredevil, pero tendrán que esperar a que alguna de estas le haga hueco, que con seguir 5 series a la vez, para mí ya es suficiente. :D

jueves, 10 de marzo de 2016

Cien años de perdón

Quien roba a un ladrón...

Es una buena película, quede claro, pero me deja con un regusto de decepción. No por el planteamiento, que es muy bueno, ni por las actuaciones, que son en general soberbias (Tosar, Arévalo, Coronado... ¡compro!) y su realización, que raya a alto nivel. Es por el desenlace, que cojea y da como resultado un final un poco "meh", que ensombrece una película que tal vez no da tanto como lo que promete.

Un atraco a un banco pone en jaque a todas las autoridades, primero locales y luego nacionales al irse destapando el verdadero trasfondo del asunto (en un claro y poco disimulado trasunto de Luis Bárcenas), con los juegos de poder, los chanchullos y el verdadero mensaje de la película: hay ladrones mucho peores y más nocivos que los atracadores.

El lado positivo, y realmente importante, es que consigue la tensión que merece un thriller, aunque se estropea un poco con alguna escena demasiado poco creíble (me refiero a cierto disco duro, que se podría haber resuelto mejor y se opta por renunciar de forma innecesaria a lo creíble en virtud de lo efectista) o momentos que casi se meten en lo involuntariamente cómico, como los protagonizados por el personaje de "El Loco". 

Tal vez mi opinión sobre la película habría sido otra (mejor) de haber ido con unas expectativas menores, pero a veces es inevitable tenerlas, y que jueguen una mala pasada. No diré, pues mentiría, que la película sea mala, y tampoco diré, pues no es así, que el final sea malo. Pero el regusto que me deja sí que es un tanto insípido.

miércoles, 9 de marzo de 2016

15 días para las #omicron2016

Era esto o una foto del Dúo Dinámico.

Aunque aquí no hable mucho de ellas, pues para eso tengo la web de las jornadas, la planificación de las jornadas sigue con paso firme, con Orduña en el horizonte y avanzando etapas, en esta que es mi primera visión de unas jornadas desde dentro. Hoy dábamos por finalizada la fase de patrocinadores, que consiste en dar la chapa (pero no demasiada), recoger el material que nos den (algunas aportaciones han sido MUY generosas) y devolver el favor en forma de publicidad y promoción. Mañana cerraremos la recepción de actividades y la semana que viene las inscripciones al alojamiento (con un pleno de ocupación, lo que es perfecto), habiendo sido yo el encargado de recibir y apuntar las solicitudes de pernocta.

Aún queda mucho por hacer y todavía viene lo difícil, que serán las propias jornadas dentro de dos semanas. Pero como todavía no somos muy conscientes de la que se nos viene encima, lo pillamos con ilusión y ganas.

martes, 8 de marzo de 2016

Hell´s club 2

¡Vaya fiesta!

Hace unos meses enlacé aquí el espectacular vídeo Hell´s Club, un espectacular corto montado con cachos de películas emblemáticas que lograba un impresionante aire de coherencia, con un resultado verdaderamente genial, de quitarse el sombrero. 

Lo que aquí viene es la segunda parte, en la misma línea, y aunque mucho más cañero, e indiscutiblemente meritorio en lo técnico, debo decir que me ha gustado algo menos que aquél. Supongo que en parte porque este ya no tiene la baza de la originalidad, y también me ha dado la sensación de que algún plano queda un poco forzado. Sin embargo, y a pesar de eso, merece igualmente ser visto.

lunes, 7 de marzo de 2016

Zootrópolis

Hopps y Wilde resuelven el caso.

Una de las marcas de la factoría Disney durante mucho tiempo fue la de contar historias con animales antropomorfizados, vestidos como personas y haciendo cosas de personas, siendo el ratón Mickey y el pato Donald los dos mayores exponentes de dicho estilo y en general de la casa. Así que, ¿hay algo más Disney que Zootrópolis, una película sobre una ciudad en la que todos los habitantes son animales?

Sin duda es el escenario ideal para una película repleta de bichos monos, destinados a llenar de peluches los estantes de las jugueterías y detalles visualmente simpáticos, sobre todo cuando la pueblas con referencias (Breaking Bad, Lehman Brothers o el Padrino, sin buscar mucho) o internaso, incluso autoparódicas (ese momento top-manta con la zoomorfización de algunas películas Disney es maravilloso) y muchísimo humor, de ese que hace que las películas de animación acaben a veces gustando más a adultos que a niños.  

Pero no se queda en ser simpática y divertida, sino que es una interesante película policíaca, con una trama ágil e interesante y tocando temas que van más allá del "ja, ja, son bichos que hablan", como el racismo, la inclusión social o el miedo como forma de control de las masas, pareciendo en ocasiones una versión moderna de Blacksad. No falta, claro, el clásico "si te lo curras lograrás lo que te propones", pero es que es Disney. Pero Disney del bueno, que igual que pasó con Rompe Ralph y Brave, esta vez Disney y Pixar han vuelto a intercambiar los papeles y Zootrópolis es, aunque no lo sabe, una película de Pixar, y de las buenas. 

Divertida, entrañable, interesante y técnicamente fabulosa, Zootrópolis lo tiene todo para ser considerada un auténtico peliculón. De lo mejor que ha sacado Disney en mucho tiempo.

domingo, 6 de marzo de 2016

Día de teatro y sueños

Haciendo el Borjamari.

Ayer tocó doble sesión teatral (o séxtuple, según por dónde se mire), pues era el día en que los 5 grupos de Muzzik nos juntamos y representamos cada uno una obra de microteatro, con una temática común para todas, que este año era el mundo de los sueños.

Salimos en último lugar, con lo que éramos la obra que cerraba el show, y la verdad es que salió a pedir de boca, mejor que en cualquiera de los ensayos, y yo pude encandilar al público con el look de pepero que se me ve en la foto. Además, una cosa que nos preocupaba cómo pudiera salir la canción que habíamos preparado (una versión de "Words", de los Bee Gees), y quedó bien.

Mas no acababa ahí la cosa, pues tenía poco tiempo para quitarme la gomina (el medio bote que me emplasté en la cabeza) y cambiarme de ropa para un nuevo show de improvisación, también con el tema de los sueños.

Y al acabar la segunda actuación, me reuní con los compañeros de teatro para celebrar el éxito de la función con una cena y muchas canciones, aunque al terminar la cena, estaba demasiado cansado y me marché a casa. Ahora a estudiar para la obra de junio.

sábado, 5 de marzo de 2016

La habitación

Dos grandes interpretaciones.

Con un argumento que recuerda al caso Fritzl o a Natascha Kampus, "La habitación" es una historia con dos partes muy diferenciadas sobre la vida de una chica secuestrada que durante años debe vivir con su hijo, encerrada en una pequeña habitación, y nos muestra en palabras del niño cómo ve el mundo alguien que nunca ha conocido el mundo exterior.

Antes de hablar de la segunda parte de la película, que es lo que me más me sorprendió, me salto un poco el orden para adelantar que me pareció una película muy buena, con momentos emotivos e inquietantes (pese a que en algunos momentos resulta un poco difícil de creer). Y a partir de aquí lo que podría considerarse spoiler.

Como decía, lo que más me sorprendió es que hacia la mitad de la película esta da un giro radical, y es casi como si se terminara la película y empezara otra, pues ya nos ha contado todo lo que daba de sí contar cómo es la vida en la habitación para contar cómo es la vida cuando salen de ella y cómo deben enfrentarse al mundo, un mundo que ella (la madre) no recuerda y un mundo que el niño nunca ha conocido más que el la tele.

Eché un poco en falta que contaran qué sucede con el captor, pues se deja ver que ha sido detenido y juzgado, pero no exploran esa vía, y resulta un poco inverosímil el plan de fuga, pero aunque le quitan algunos puntos, el global sigue puntuando de forma muy positiva.

A título de curiosidad, lo que hizo que a ratos la cosa me resultara un tanto confusa, es que me pasé hasta más o menos la mitad de la película pensando que Jack no era niño sino niña (y que lo de que la madre se refiriera a él en términos masculinos era para evitar que el secuestrador supiera que era una niña).

viernes, 4 de marzo de 2016

A la tele a hacer spam

No es la CNN, pero nos apañaremos.

Ayer no tocaba teatro pero sí que tuve que ir a Muzzik, pues es donde habíamos quedado para ir a Barakaldo, a los estudios de Tele7, donde nos entrevistarían en el programa Objetivo Bizkaia con motivo de la actuación este sábado en Bilborock del grupo humorístico Los improvisAmos, del que tengo a bien formar parte.

No era la primera vez que me entrevistaban ahí, y Samuel (mi profesor de teatro y componente del grupo) es ya un habitual, pero la experiencia siempre es agradable. Fuimos, nos maquillaron y nos lanzaron al plató, donde hicimos gala de nuestros peores chistes y nuestra facilidad para soltar gilipolleces, que es en lo que consiste el show. 

Y aquí el show.

jueves, 3 de marzo de 2016

#YoViJugarARaülLópez

Cuando vino a Bilbao.

Una leyenda viva del baloncesto, un mago de la pelota naranja y un jugador con el que hace años no nos habríamos atrevido ni a soñar, pero que acabó jugando en Bilbao... una estrella sobre la que cualquier halago es poco, y que ha anunciado hoy que se retirará del baloncesto al acabar la temporada. Deja así un vacío que costará mucho llenar, no solo en Miribilla sino en el baloncesto español, pues ha sido un jugador muy admirado por sus aficionados y respetado siempre por los de los demás equipos, uno de esos jugadores que envidias cuando juegan con otra camiseta.

No está bien alegrarse de las lesiones ajenas, y menos cuando eso supone truncar una carrera, como la que podría haber tenido Raül en la NBA con su indiscutible talento. Pero mentiría si no dijera que gracias a ellas acabó jugando en Bilbao, y aunque esta temporada da claras muestras de desgaste, nunca olvidaré que a él le debo algunos de los momentos más emocionantes que he vivido como aficionado al baloncesto, como esa canasta contra Siena, que podría ver una y otra vez sin cansarme de ello:

Todavía no se ha ido y ya le estamos echando de menos.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Encuadrando cosas de las jornadas

El cartel bueno.

A falta de 22 días para las jornadas, estamos trota que te trota con las labores previas de organización; recibiendo solicitudes de preinscripción, hablando con patrocinadores, actualizando el blog, organizando actividades, y por supuesto, organizando el trabajo propiamente dicho en las propias jornadas, en las que me tocará madrugar 3 de 4 días (madrugar en vacaciones, definición de masoquismo) con turnos de 8 a 14 de mesa de inscripciones (el domingo libro), así como ya tengo establecidas las partidas que dirigiré, que serán:

-JUEVES: Atrapados en la noche de los tiempos, mi partida de Cultos Innombrables ambientada en el Ministerio del Tiempo.
-VIERNES: Parque zoológico, el thriller carcelario del juego de rol Blacksad.
-SÁBADO: La llamada de Cthulhu, rol en vivo basado en la obra de Lovecraft... de humor.

Y a eso habrá que sumar cosas de montaje, desmontaje, más coordinación, imprevistos que surjan durante las jornadas... Creo que después de estas disfrutaré más en las que vaya solo como asistente.

martes, 1 de marzo de 2016

El ministerio del (mal) tiempo

Estaban tardando en hacer la coña.

Esto es algo que no ha salido en prensa, pero con todo el lío de la investidura, el PNV ha dicho que aceptaría apoyar la investidura de Pedro Sánchez a cambio de una condición muy clara: que se transfiera a la Comunidad Autónoma Vasca los viajes en el tiempo, de manera que se crearia en Lakua una Consejería Vasca del Tiempo. Con el ídem, podría modificarse la Ley de Territorios Históricos de manera que estos viajes pasaran a ser de competencia foral, habiendo por tanto el Departamento del Tiempo. Y dado que trabajo en Diputación, ¿quién sabe si podría yo optar por esas plazas? 

El resultado, muy parecido al que se ve en el vídeo.