lunes, 7 de noviembre de 2016

La falacia del progre proislámico

Cada vez que veo el de arriba me entra la risa.

"Es curioso que los que están siempre atacando a la religión cristiana son los mismos que están ahora defendiendo a capa y espada el islam" o "¿Por qué los progres defienden tanto la identidad y la cultura del Islam?" son algunas de las reflexiones que se hacen algunos grandes pensadores, planteando esa dicotomía, según la cuál la gente de ideología progresista carga contra todo lo que huela a cristianismo, a la vez que es permisivo a ultranza con la religión islámica, en un curioso e inexplicable ejercicio de contradicción suprema que tanto gusta señalar a los de algunas cavernas.

Muy curioso, sin duda. Tan curioso como que es falso, claro, pues de cuándo en cuándo salen debates parecidos, que curiosamente están llenos de gente acusando a la izquierda de defender el Islam... y nadie de izquierdas defendiéndolo. ¡El increíble ataque de los hombres de paja!

Yo soy muy crítico con la religión católica, cierto, y quiero que desaparezcan sus privilegios. Quiero que pague los impuestos que le corresponden, que deje de costar dinero público, que no meta sus narices en la enseñanza y que se restrinja a la vida privada. Pero también defiendo que quien quiera, en su vida privada, pueda profesarla libremente.

Exactamente el mismo trato que pido para las demás religiones.

Pueden coger mi párrafo y cambiar "religión católica" por cualquier creencia religiosa. Islam, judaísmo, religión Jedi... La que sea. También defiendo que las mezquitas paguen el IBI, que no haya imanes impartiendo educación en los colegios, que no haya medias lunas en las aulas, que se suprima la casilla del IRPF para la religión islámica, etc. Y también defenderé que quien quiera ir a misa, casarse por la iglesia, confesar sus pecados a un cura, y todos los sacramentos del catolicismo, pueda hacerlo sin que se meta nadie con él. Lo que sucede es que si vamos a pedir que las religiones no tengan privilegios, tendremos que pedir que se lo quiten a las que lo tienen, ¿no?

Me hace especial gracia cuando algún ingenioso pensador plantea difíciles paradojas, irresolubles según él para los progres, como por ejemplo cómo conciliar la defensa al libre ejercicio de las religiones con la defensa de los derechos de la mujer, de los homosexuales, y tal. Hombre, debe de ser difícil encontrarle respuesta si no se tiene la inteligencia suficiente para respirar sin hacerse las necesidades encima, porque para cualquier persona normal la respuesta es muy sencilla: las religiones han de ser son aceptadas en tanto que no salpiquen a los demás, por lo que cualquier actitud que vaya contra la igualdad de género o la libertad sexual es rechazada, tanto si tiene origen religioso como si no. Dilema ninguno.

Obviamente esta es solo mi opinión, y está claro que no representa a nadie más que a mí mismo, pero aún no he visto a ninguno de esos "progres islamófilos" de los que tanto gusta hablar a algunos. Acepto, claro, que cualquiera me diga que no está de acuerdo conmigo, y que no quiere que todas las religiones estén en la misma situación, opinión que me parece muy respetable. Pero cada vez que oiga o lea que "la izquierda defiende a los musulmanes", me dará un poco la risa.

Lo de las mágicas y maravillosas "ayudas a magrebíes" ya lo dejamos mejor para otro día. 

1 comentario:

Ibai Canales dijo...

Entonces, ¿por qué nunca se ve una "procesión del Coño Insumiso" delante de una mazquita? ¿Por qué os vemos siempre criticar el "ultracatolicismo" pero no decir ni pío del Islam, que es considerablemente más atrasado que cualquier rama actual del cristianismo?